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¿Cuál es el impacto de la presunta muerte de Iván Márquez sobre la Paz Total?

Por: Mauricio Valencia, Investigador Nacional

Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos

Foto: Federico Rios y Zona Cero

En las últimas horas la coyuntura política del país se vio convulsionada por la aparente muerte de Luciano Marín Arango, más conocido como Iván Márquez. Aunque la información aún se encuentra en proceso de verificación y no ha sido confirmada por el Gobierno Nacional, el Ministerio de Defensa y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, algunas versiones apuntan a que el hasta ayer máximo comandante del grupo postFARC Segunda Marquetalia habría muerto en territorio venezolano.


El presunto deceso de Márquez se da luego batallar por su vida durante varios meses, tras un atentado efectuado en su contra el pasado 30 de junio del año pasado en un campamento ubicado en Caicara del Orinoco, en el estado venezolano Bolívar. El hecho habría sido perpetrado por mercenarios tanto colombianos como venezolanos en contribución con inteligencia militar para dar de baja a Márquez. No obstante, también se reseña una eventual responsabilidad por parte del Estado Mayor Central en retaliación por la muerte de su comandante de ese entonces, Gentil Duarte.


Cabe recordar que Márquez fue desertor del Acuerdo de Paz suscrito en 2016 entre las extintas FARC -EP y el Estado Colombiano, producto de una serie de hechos en los que tanto Márquez como Jesús Santrich se vieron envueltos en el presunto tráfico de droga hacia Estados Unidos, caso que estuvo plagado de una serie de irregularidades en el que la fiscalía colombiana en cabeza Néstor Humberto Martínez y la DEA, de manera conjunta, actuaron de manera cuestionable. Estos hechos derivaron en el rearme de Márquez, quien, en el mes de agosto de 2019, tres años después a la firma del acuerdo, anunciaba junto con Santrich y alias “El Paisa”, el nacimiento del grupo Nueva Marquetalia, que posteriormente se redefiniría como Segunda Marquetalia.


Las más recientes investigaciones de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) dan cuenta de una influencia de la Segunda Marquetalia en 55 municipios de Colombia, distribuidos en 10 departamentos, a través de un despliegue de diversas sub estructuras como: el Frente Diomer Martínez y la Comisión Sexta en Cauca; en Nariño a través del frente Oliver Sinisterra, Gente de Orden, Guerrillas Unidas del Pacífico y el Bloque Occidental Alfonso Cano; en Putumayo y Amazonas con los Comandos Bolivarianos de la Frontera; y Caquetá a partir de la Compañía Fernando Díaz. Aunque con una presencia más marginal en el norte del país, la Segunda Marquetalia también hace presencia en departamentos como Antioquia con el Frente 5, y en Bolívar con el Frente 37. De igual forma, los más recientes informes de inteligencia dan cuenta de que este grupo armado estaría compuesto por cerca de 1.640 integrantes en sus filas, 600 de ellos en redes de apoyo.


Desde su surgimiento en 2019, la Segunda Marquetalia ha pasado por algunas reconfiguraciones en materia de presencia territorial que han estado vinculadas a sus disputas con otros grupos armados, principalmente el ELN, así como el grupo armado postFARC Estado Mayor Central (EMC), de la línea de Gentil Duarte –con el cual libra actualmente una ardua disputa en el suroccidente del país por hacerse al control de los enclaves de producción y procesamiento coca, así como las rutas para el tráfico de esta–. En el marco de estos enfrentamientos se ha podido identificar una capacidad militar cada vez más reducida de la Segunda Marquetalia en relación con el EMC, el cual en proporción es mucho más grande y tiene mayor copamiento de territorios a nivel nacional, con una influencia en 166 municipios.

Tomando en consideración este panorama, sumado a la presunta muerte de Iván Márquez, el escenario que se avizora para la Segunda Marquetalia frete a sus capacidades operativas y militares no es el mejor. Sin un mando unificado y una línea ideológica clara, que se sustentaba en la representación simbólica que podía ejercer Márquez en las bases, algunas de estas subestructuras podrían escindirse o terminar cooptadas por el EMC, para terminar de consolidarse especialmente en el suroccidente, en departamentos como Cauca y Nariño.


La hipotética muerte de Márquez se sumaría también a la de algunos de sus cabecillas fundadores más importantes, como Jesús Santrich, El Paisa y Romaña, quienes fueron abatidos a finales del año 2021 en áreas fronterizas entre Colombia y Venezuela. De ser confirmada esta noticia, este grupo armado se reconfiguraría con alias Walter Mendoza y el Zarco Aldeniver como principales comandantes, este último se ha desempeñado como vocero en el marco de los diálogos exploratorios que adelanta este grupo armado con el Gobierno Nacional, de cara a la Paz Total.


Precisamente el papel y desarrollo de los diálogos entre el Gobierno Colombiano y la Segunda Marquetalia dentro de la Paz Total ha resultado complejo para esta agrupación. Aunque el piso jurídico de la ley 2272 ha establecido claridades frente al trato jurídico con organizaciones de carácter político y las que adolecen de ello, el Gobierno en cabeza del presidente y el alto comisionado, Danilo Rueda, no ha dado muestras de la caracterización de este grupo. Esto se deriva de que sus principales cabecillas hicieron parte de la firma del Acuerdo de Paz y posteriormente reincidieron en armas. Como quedó establecido en el Acuerdo de Paz, aquellas personas reincidentes luego de la firma del Acuerdo serán procesados a través de la jurisdicción ordinaria, excluyendo cualquier juzgamiento a través de los mecanismos de justicia transicional. Esto ha complejizado adelantar negociaciones políticas con este grupo armado debido al entramado jurídico que supone, además de las implicaciones en materia de garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas.


Adicionalmente, la hipotética muerte de Iván Márquez podría tener un impacto directo en las verdaderas posibilidades de este grupo armado para ser reconocido como actor armado político, toda vez que este representaba uno de los últimos bastiones que hicieron parte de las extintas FARC-EP. La muerte de Márquez y sus demás cabecillas denotaría la pérdida de un reducido capital político e ideológico de la Segunda Marquetalia, a la vez que acentuaría sobre este grupo una caracterización como estructura criminal.


Lo cierto es que hasta el momento esta situación deja muchos interrogantes, toda vez que hasta hace tres días el alto comisionado para la paz advirtió comunicación con Márquez, pensando en los eventuales diálogos exploratorios en el marco de la Paz Total.

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