Por: Redacción Pares
Una de las primeras voces que se elevó por la intención del Ministerio de Cultura de declarar Patrimonio a Puerto Resistencia fue la de María Fernanda Cabal. La senadora del Centro Democrático anunció acciones legales y calificó a esta obra como símbolo de “Terrorismo urbano”. El ministro Juan David Correa estará este domingo 27 de octubre en el sitio y hará entrega del expediente que dará inicio al proceso de declaratoria.
Durante el estallido social del 2021 una de las ciudades que más salió a las calles a protestar fue Cali. El epicentro de las protestas fue el lugar que se conocía hasta ese momento como Puerto Rellena. Este lugar tiene su orígen en la lucha contra los caleños que se autodenominan “de bien” y que han irradiado racismo y exclusión desde siempre. Según la revista La Palabra, de la Universidad del Valle, desplazados de Chocó Caldas, el Valle y Cauca se asentaron en estos terrenos que colindan entre la avenida primera y las zonas de La Hacienda y el Rodeo. La fecha de estos asentamientos data de 1964. Ante esto que llamaron invasores los vecinos de esos sectores llamaron a la policía y, en el afán de desalojarlos, los agredieron, los empujaron, los violentaron. Incluso asesinan a una mujer llamada Juana María García que estaba embarazada. Lejos de amedrentarse la comunidad se organizó. Formaron un grupo que se llama Comité Departamental de Unión de Vivienda Popular. Compran un lote, le dan el nombre al barrio de la Unión que con el tiempo se ha dividido en cuatro: Mariano Ramos, Cristo Maestro, República de Israel y la Unión.
Los recuerdos hablan de un terreno en donde todavía pastaban vacas, pasaba la carrilera del tren y había humedales. Durante el gran paro cívico de 1977 Puerto Rellena fue uno de los focos en donde la gente estuvo más parada, más dispuesta a darlo todo, incluso hasta la vida. Hubo momentos, como en los años ochenta, en donde todo este sector de Puerto Rellena estaba en decadencia. Se fueron superando los malos tiempos y ahora, desde el 2021, ya no se llama Puerto Rellena sino Puerto Resistencia.
Para ser más precisos hay que hablar de Puerto Resistencia desde el 2019. Fue la pandemia la que frenó lo que era inevitable, el estallido social contra las reformas que planteaba el gobierno de Iván Duque y que iban dirigidas a hacer más honda la brecha entre pobres y ricos en Colombia. La represión vivida durante el estallido causó muchas muertes, detenidos, golpizas. Como recuerdan todavía en el sector la gente llegó a este lugar correteada por la policía. Pero acá volvieron a organizarse y se hicieron fuertes. Hay sitios que tienen memoria y este es uno de ellos. Se construyó el monumento que simboliza la lucha de los que no tienen nada: un puño levantado. La senadora Cabal, ante esta afrenta hacia los que tienen todo, ha propuesto demolerlo. Algunos medios han estigmatizado Puerto Resistencia y no cuentan que acá la comunidad ha organizado luladas, cines al parque, conciertos y actividades culturales. Ellos han podido conseguir todo lo que el Estado no les ha dado.
La noticia de que este lugar será declarado Patrimonio Cultural alegra a los que ven las acciones de resistencia como uno de los símbolos supremos de democracia. Para los caleños de bien, que siempre han estado molestos con la organización de los más pobres, les molesta que esto suceda. El próximo domingo será otro día histórico: Puerto Resistencia quedará blindada y salvada para siempre.
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