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Foto del escritorSergio Saavedra

«Darío Acevedo puso en riesgo inminente a las víctimas»

Por: Sergio Saavedra. Periodista Pares.

Esta semana se conoció que el Centro Nacional de Memoria Histórica, en cabeza de Darío Acevedo, entregó el listado de víctimas sin proteger la identidad de las mismas. Este episodio se suma a lo que parece la interminable lista de afrentas de Acevedo en contra de las víctimas en Colombia.


Esto sucede en un momento en el que las víctimas están adelantando sus exigencias por la reparación integral, procesos de restitución de tierra, en el que el Sistema de Verdad Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición adelantan comparecencias como la histórica imputación de la Jurisdicción Especial para la Paz a ocho miembros del antiguo Secretariado de la otrora guerrilla de las FARC-EP.


También, cuando Colombia atraviesa el año más violento desde la firma del Acuerdo de Paz, con 515 líderes sociales asesinados y 255 firmantes de la paz. Un recrudecimiento de la violencia en las regiones con un 2021 en donde ya se han registrado 13 masacres. Un momento en que las zonas que vivieron los peores años de la violencia—ejemplo de El Salado— están reviviendo el horror por cuenta de las amenazas y desplazamiento.


Un momento en que exjefes paramilitares están regresando al país, en donde la implementación integral del Acuerdo de Paz ha sido abandonada por parte del Gobierno Nacional y continúa existiendo una andada en contra de la Justicia Transicional por parte del partido de Gobierno; Centro Democrático.


La ruptura de la confianza entre las organizaciones de víctimas al CNMH se evidencia en el desconocimiento de Acevedo sobre el conflicto armado en el país. O, también en el interés de convenios con Fedegán. Cuyo presidente ejecutivo es José Félix Lafaurie; esposo de la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal quien ha tratado de pasar un proyecto para legalizarle tierra a los ‘Terceros de Buena Fe’. Personas que aleguen no haber sabido que la tierra que la tierra que ocupan estuviese manchada de sangre. El mismo Fedegán cuyo expresidente (1991-2004) no solo promovió, sino que asesoró a las Autodefensas Unidas de Colombia.


Todo esto para decir que los riesgos que representa Colombia a las víctimas o familiares de víctimas no son cosa menor. Sin duda, son hechos que continúan enrareciendo más la atmósfera de la gestión de Acevedo.


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Pares quiso ahondar en las implicaciones que esto tiene no sólo por cuenta de los derechos de las víctimas y las familias de las víctimas sino también en el ejercicio político que le continúa dando Acevedo al CNMH.


Acevedo pone en riesgo inminente a las víctimas


Para Ana María Rodríguez, historiadora con maestría en Derechos Humanos y Democratización de América Latina y El Caribe, frente al tema de la protección de datos señala que “una institución como el CNMH no pude revelar la información de las víctimas, especialmente, bajo el entendido de que el conflicto armado no ha terminado”. Además, porque señala que el ejercicio por la reclamación integral de derechos de las víctimas y de sus familiares continúa.


“Mostrar datos de personas víctimas es un grave riesgo para la seguridad en un momento en el que el conflicto más bien que se ha reconfigurado y que se ha diversificado la cantidad de actores armados. En lo corrido del 2021 ya ha habido por lo menos 21 asesinatos a líderes/lideresas sociales o defensores/as de DDHH. Que se muestran las listas de víctimas puede generar un problema frente a los procesos que se están presentando y puede significar también una posibilidad de obstrucción de los procesos que se están llevando con la JEP o con la Comisión de la Verdad”, sentencia Rodríguez.


En este sentido y continuando con la explicación de la experta “estas situaciones no se deben minimizar y resaltar que implican un problema serio de seguridad para las personas sobrevivientes que están en estas listas o de los familiares de las personas asesinadas o desaparecidas.”

Memorias al servicio de los intereses políticos de Centro Democrático


Asimismo, existen unas implicaciones políticas que bajo el entendido de que la memoria no es un asunto neutral ni objetivo; sino que obedece a tensiones y a disputas políticas. En este sentido, señala Rodríguez, la publicación de este listado obedece a estas intenciones políticas. El CNMH está obedeciendo a las lógicas de las memorias oficiales; de esas memorias que se construyen para proteger los discursos políticos de los gobiernos de turno, como lo es el gobierno de Iván Duque.”


En este caso que la lista es compartida por una persona con mucha cercanía al Centro Democrático. Acevedo no lo está haciendo con los objetivos con los que funciona el CNMH que busca, por ejemplo, la reparación, la reconstrucción del Tejido Social, la posibilidad de que se escuchen memorias diversas, memorias plurales. No sólo estivo mal el hecho de difundir los datos; sino porque el mismo director Darío Acevedo le dio RT a la información de la persona que publicó la lista de víctimas, cercana al Centro Democrático.


Un CNMH sin interés en los derechos de las víctimas


Para Diego Alejandro Restrepo Osorio, coordinador de la Línea de Conflicto, Paz y Posconflicto, no resulta una sorpresa conocer que el CNMH comparte estas informaciones. Sin embargo, manifiesta que esto no significa que no sea un hecho preocupante. Además, plantea un interrogante, ‘¿qué información tiene el Cd sobre las víctimas del conflicto armado? Y ¿para qué la han utilizado y la seguirán utilizando?’.


Entre otras cosas, porque para el investigador de Pares “esto advierte que se puede estar compartiendo información — de organizaciones, informes confidenciales y entrevistas— en donde seguramente se señala la connivencia de estos sectores políticos con el paramilitarismo.”

Asimismo, insiste en que estas acciones demuestran la poca importancia de las normativas que regulan los derechos de las víctimas. Darío Acevedo continúa demostrando que el CNMH está siendo utilizado para intereses políticos del Centro Democrático; como un aparato de contrapeso a la Comisión de la Verdad.


Estos hechos, según Diego Alejandro, se evidencian en hechos como “la transformación del guion del Museo de la Memoria, desde privilegiar iniciativas de las Fuerzas Militares en detrimento al apoyo de iniciativas de memoria de la sociedad civil. Incluso, aún cuando los militares cuentan con recursos para desarrollar dichas labores. Deben ser escuchado, pero lo que se ha visto es que han sido privilegiados. «Una suerte de desequilibrio de recursos entre iniciativas. Asimismo, casos como la omisión sobre la participación del paramilitarismo.” En otras palabras, el CNMH está funcionando, precisamente, para estas labores de atacar el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición.


Cabe recordar, que, a finales de enero de 2021, la Sala de Reconocimiento de la JEP imputó, a ocho miembros del antiguo Secretariado de la otrora guerrilla de las FARC-EP, por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra dentro del Caso 01, ahora denominado “Toma de rehenes y otras privaciones graves de la libertad”.


Darío Acevedo es un riesgo impune para las víctimas


Para Ana María Rodríguez resulta importante continuar preguntándose por quién está al mando de la institución que tiene que responder por derechos y garantías de las personas víctimas, como también la posibilidad de reconstruir esas memorias.» Hay una visión parcial de la memoria lo cual va en contra de los objetivos y de lo que venía haciendo el CNMH de la mano de Gonzalo Sánchez de generar un espacio en que el universo de víctimas sea escuchado.”


Esta situación ha generado que las víctimas continúen alejándose del CNMH que hayan preferido retirar sus informes y archivos; por la inseguridad que les genera la gestión de Acevedo. “EL CNMH debería garantizar la protección y velar por la posibilidad qué es lo que ha pasado en el conflicto fuera de las dinámicas políticas de los actores armados y sí de las víctimas”, insiste.


Darío Acevedo y el CNMH ha mostrado cercanía al gobierno y a sectores privados, como es el caso de Jose Félix Lafaurie, que el CNMH no esté teniendo en cuenta protocolos para el tratamiento de datos «nos deja a muchas personas con la duda y preocupación sobre si esta información ha sido compartida con más instituciones, empresas, o grupos que puedan estar generando amenazas, a las víctimas y a las organizaciones sociales.«


Algunos antecedentes


El riesgo que representaba Darío Acevedo para la memoria histórica del conflicto armado fue advertido por Pares desde el pasado del 30 de enero de 2019, cuando siendo las las 7:27 p.m. en la página de aspirantes a ocupar cargos públicos de la Presidencia, apareció la hoja de vida de un nuevo opcionado para dirigir el Centro Nacional de Memoria Histórica: Rubén Darío Acevedo Carmona. En ese momento, Acevedo aseguró que el presente del CNMH “(…) es fruto del interés político de las guerrillas por imponer una explicación justificadora de sus aventuras y crímenes en ropaje académico”.


Cuando negó la existencia del conflicto armado; la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia señaló que el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia fue expulsado de la Red Internacional más grande e importante sobre memoria del mundo, esto como consecuencia de no reconocer la existencia de un conflicto armado. Una coalición conformada con siete (7) redes con más de 275 miembros en 65 países alrededor del mundo.


Ahuyentar a las víctimas


Son miles de víctimas que se han visto en la obligación de abandonar el CNMH. Por ejemplo, el pasado 3 de marzo de 2020 la Asociación Minga retiró 25 años de recopilación del conflicto que reposaban en 66 cajas, 427 carpetas y 31265 folios correspondientes a al archivo del conflicto armado en la región del Catatumbo. La solicitud de las organizaciones de víctimas es clara: cerrar de manera definitiva las relaciones con el CNMH, mientras Acevedo se mantenga a cargo del mismo. En las calles, las organizaciones han levantado la voz ‘Con la Memoria no se juega’ ha sido la consigna


«Ante el riesgo que implica esta Dirección en cuanto a la objetividad de los informes, nos asalta la preocupación del buen uso de la información entregada y la revictimización a quiénes han padecido de primera mano el conflicto armado. La Dirección de Darío Acevedo conspira contra la recuperación y construcción de la memoria histórica del conflicto armado y de las violaciones de derechos humanos por parte del Estado, la Fuerza pública y otros actores que han afectado a nuestra sociedad.» Asociación Minga.


O la del pasado 2 de junio a través de un comunicado, la Fundación Madres Falsos Positivos de Colombia (MAFAPO), publicara su renuncia a participar de los proyectos adelantados por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en su carta resaltaron que Acevedo “no da garantías al derecho a la verdad de las víctimas”.

El pasado, señala Diego Alejandro Restrepo, es un sentido activo, construido y reconstruído constantemente por agentes sociales que se sitúan en escenarios de disputa frente a otras interpretaciones y sentidos, contra olvidos y silencios. La memoria es central en la agenda de movimientos sociales y colectivos que disputan estos significados a través de la activación de los recuerdos incómodos, dolorosos, descodificando las visiones dominantes que buscan consolidarse como hegemónicas, recodificando las interpretaciones a través de la resistencia. Es necesario tomar partido ante la cruzada por la memoria emprendida por el uribismo, ¡No pasarán!


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