top of page

Deporte y mujeres: las banderas de la participación juvenil en Catatumbo

Por: Anderson Salinas

Enlace Norte de Santander de la Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil




La Fundación Sueños del Catatumbo nace en 2019 y la integran ocho mujeres, entre ellas Esther Castillo y Milagros Villamil, becarias de la Escuela de Liderazgo Juvenil en Tibú, Norte de Santander que adelanta la Fundación Paz y Reconciliación (PARES) con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

 

La Fundación nace en el municipio de Tibú y surge con la necesidad de ayudar y apoyar a las comunidades vulnerables de la periferia del municipio. En esta zona del Catatumbo, las mujeres y los jóvenes encontraron en el futbol, el voleibol y el kikimbol (deporte que combina el béisbol y el fútbol), una oportunidad para generar oportunidades en una región.


Esther, es morena, tiene 25 años, converge su labor como madre y lideresa juvenil y sueña con que los niños, niñas y adolescentes sean agentes de transformación social. En 2024, se pudo vincular a la Escuela de liderazgo Juvenil y durante las clases compartía su tiempo con su hija de brazos.


En conversación con PARES, precisa que: se siente orgullosa con el trabajo que realiza en la Fundación, “nos imaginamos como un grupo fuerte, donde podamos tener nuestro propio espacio, gestionar proyectos y mantenernos unidos como equipo para seguir adelantando las actividades deportivas que nos identifican en nuestro territorio”.

 

Milagros Villamil, es morena, de cabello oscuro, su escudero es su primogénito y quien le entrega las fuerzas necesarias para ejercer su liderazgo juvenil.  También se unió a la Fundación Sueños del Catatumbo con la posibilidad de encontrar un camino que le permitiera su desarrollo como persona pero que le concediera la oportunidad de trabajar para buscar soluciones a las problemáticas que las aquejan como municipio.


“Trabajamos todos los días, porque nosotras tenemos hijos pequeños, y nos gustaría que ellos también tuvieran está oportunidad que tenemos de formar parte de una fundación y así capacitarnos y formarnos”, agrega a PARES Milagros. 


Con la Escuela de Liderazgo Juvenil, esperar adelantar en 2025 el proyecto “Vincúlate a mi parche” que pretende impactar a 45 menores de edad no escolarizados, con jornadas deportivas y pedagógicas; y espera convertirse en un espacio seguro frente a las dinámicas de la violencia que aquejan a este municipio de Norte de Santander.

 

Para ellas, la Escuela de Liderazgo Juvenil es una gran experiencia llena de conocimientos, amistades y de liderar iniciativas y proyectos con lo que las identifica como tibuyanas: el amor por construir un mejor futuro.


“Nosotros los jóvenes somos ese puente para que la sociedad se encamine en un mejor futuro en una vista mejor desde la perspectiva juvenil, donde podamos participar y liderar iniciativas que nos permita ser participe en la toma de decisiones de mi municipio” expone Esther Castillo.

Comentarios


bottom of page