Por: Redacción Pares
Las primeras horas de ayer en la madrugada el progresismo mundial estaba en estupor. El líder de la principal potencia global era un hombre que está condenado por 34 crímenes, que se posesionará el próximo 20 de enero por los huecos que tiene una constitución que tiene más de 200 años. El primer líder que pertenece al progresismo y que reaccionó fue Lula Da Silva. En su mensaje venía implícita una pulla para Nicolás Maduro: él reconocía la victoria de Trump porque así lo había decidido el pueblo. Esta era la esencia de la democracia. Algo que no había sucedido en Venezuela en donde el chavismo, adicto al poder, era incapaz de soltar el mango.
Pasaban las horas y el país estaba expectante: ¿cómo iba a reaccionar Petro? La relación entre Trump y el presidente colombiano ha sido abiertamente hostil. Se han llamado “perdedores” cuando no han podido ganar sus respectivos comicios. Pero Petro, sobre el mediodía, decidió escribir en su cuenta de X. “El pueblo estadounidense ha hablado y se le respeta. Felicitaciones a Trump por su triunfo. El diálogo Norte-Sur sigue vigente y la realidad del colapso climático hará que gire alrededor de la solución. La única manera de sellar las fronteras es con la prosperidad de los pueblos del sur y el fin de los bloqueos. La posibilidad progresista en EEUU no podía aplaudir el genocidio de Gaza” Con dignididad Petro aceptaba los desginios democráticos. Además planteaba un puente con el nuevo gobierno norteamericano. El mensaje de Petro sobre el cierre de fronteras no resultó tan devastador como se esperaba después de su aplastante victoria. El nuevo presidente norteamericano anunció lo siguiente: “Vamos a sellar las fronteras... pueden venir pero de manera legal”. Es que, durante toda la campaña, el republicano venía prometiendo una deportación masiva contra inmigrantes. En medio de la preocupación este mensaje resultaba hasta reconfortante.
Una parte de la bancada uribista le hizo abiertamente campaña a Trump con la idea de que Colombia tuviera problemas para tener lazos seguros con el gigante del norte. Confiaban en las diferencias entre los dos mandatarios, el carácter explosivo de ambos. Pero Petro no sólo hizo gala de su mejor lado diplomático sino que aprovechó para anunciar que podrían trabajar juntos.
Es más, horas después el presidente Petro, quien se dedicó buena parte de la noche en criticar la poca previsión de esta alcaldía para una contingencia de lluvias como la que se vivió este 6 de noviembre después de que los aguaceros paralizaran el norte de Bogotá. Es que el nuevo presidente de los Estados Unidos en una intervención televisiva afirmó que él, contrario a lo que se pensaba, no había llegado a empezar guerras sino a pararlas. Está claro que su voluntad es no apoyar más a Ucrania pero podría sorprender con su actitud hacia Israel. Así que Petro respondió ante este anuncio y dijo lo siguiente a través de la cuenta de X “Trump dice que no vino a comenzar guerras sino a parar guerras. Si es así contará con todo mi apoyo. Ni Ucrania, ni Sudán, ni Líbano, ni Palestina”.
Los mensajes de Petro dejan claro que el colombiano está dispuesto a enterrar las diferencias si Trump muestra una sensatez que jamás mostró mientras fue candidato.