Por: Línea de Paz, Seguridad y Derechos Humanos

El 13 de enero del 2025 Federico Gutiérrez ordenó borrar un mural en donde se le hacía un homenaje a las madres que duraron décadas buscando la verdad sobre lo que les había pasado a sus hijos. Una de ellas era Margarita Restrepo. Su hija, Karen Vanessa Restrepo, está desaparecida desde el 25 de octubre del 2002, unas semanas después de que Alvaro Uribe, como presidente de la república, ordenara la retoma de la Comuna 13 en la llamada Operación Orión. Como parte del caos de un país en conflicto, milicias urbanas del ELN se habían tomado ese sector de Medellín. Uribe, y su entonces ministra de defensa, Marta Lucía Ramírez, ordenaron apagar con fuego el incendio. Está probado que Orión fue una de tantas operaciones en donde la fuerza pública se unió con los paramilitares para conseguir un fin. Fueron dos noches en las que nadie durmió en la Comuna 13. Los sobrevuelos de helicópteros, la gente sacada de sus casas, los gritos, los disparos y luego el silencio, los encapuchados vestidos de militar dando órdenes en sus calles.
Para el 25 de octubre de ese año Don Berna era el dueño de la Comuna 13. Ese día desapareción Karen Vanessa Restrepo. Desde ese día empezó una búsqueda incansable. En algún momento hasta dudó de su salud mental de tantas veces que le repitieron que estaba loca. Y se lo decían sicólogas, abogadas que tenían prestigio. ¿Cómo no dudarlo si ellas ni siquieran habían pisado una universidad? Porque Margarita no estaba sóla en su búsqueda. Luis Elena Galeano, por ejemplo, busca a su esposo, Luis Javier Laverde Salazar, desde el 9 de diciembre del 2008. Lo único que se supo de él es que unos hombres lo bajaron de un bus mientras regresaba a su casa.

Las madres, hermanas, esposas, señalaban la Escombrera, afirmaban que debajo de esas toneladas de concreto estaban sus seres amados, buscados. Y las mujeres se unieron e iban cada día, con la foto del ser amado, a hacer guardia. Eran grupos de diez. Incansablemente, durante 13 años hasta que en el 2015 el Estado reconoció oficialmente que había que hacer una búsqueda en la Escombrera.
En Colombia la historia va en el caparazón de un caracol. Todo va lento, sobre todo cuando se trata de hacer justicia. En diciembre del 2024 la JEP encontró los primeros cuerpos en la Escombrera. Por el lugar donde estaban los orificios por donde entraron las balas se podría pensar en que fueron ejecutados. Se determinó que llevaban enterrados veinte años. Se formó toda una polémica entre la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la JEP. Aún no se han revelado oficialmente los nombres, las identidades, lo único cierto es que las cuchas tenían razón. Alborozados los jóvenes de la ciudad quisieron homenajear a las señoras que, gracias a su persistencia, pudieron ser escuchadas. Hicieron un mural pero Federico Gutiérrez simple y llanamente decidió borrarlo lo que despertó el efecto contrario: por querer borrar la memoria buena parte del país quería saber más sobre Margarita Restrepo y las madres que lo han dado todo para saber la verdad.

En esta entrevista Margarita Restrepo habla a fondo de sus años de búsqueda y no puede evitar dedicarle unos minutos al actual alcalde de Medellín quien está intentando hacer política con su dolor y el de los más de cien desaparecidos que posiblemente permanezcan debajo del concreto.
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