Por: Redacción Pares
La estrategia de Jaime Granados es más que clara: dilatar el juicio que se le lleva al expresidente Uribe por supuesta manipulación de testigos hasta que el caso prescriba el próximo siete de octubre. El método esta vez fue entutelar a la jueza Sandra Heredia. Desde comienzos de febrero el experimentado abogado intentó anular a la jueza quien ha demostrado en todo el juicio una imparcialidad que resultó siendo incómoda para el expresidente y su defensa. La tutela fue declarada como improcedente pero este 20 de marzo, mientras declaraba Fabio Rojas, abogado y exintegrante de la UTL de Alvaro Uribe en el Congreso, el juicio se interrumpió por este fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia: “Precisar que el proceso penal con radicado (...) que se adelanta contra Álvaro Uribe Vélez queda suspendido hasta que se resuelva el incidente de recusación”.
Rojas era el testigo número 16 que ha prestado declaración en el juicio que se le sigue al expresidente. En él han declarado personajes como el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso quien dio declaraciones explosivas como afirmar que sin la ayuda de las AUC la Seguridad Democrática, una de las banderas del gobierno Uribe, no habría sido tan efectiva.
Una vez se conoció el fallo de la Corte la jueza Heredia ordenó suspender el juicio de manera inmediata. El fallo llegó vía correo electrónico. Los que seguían la transmisión vía streaming vieron como la jueza leía lo siguiente: “Debo poner en conocimiento que en este momento está llegando una providencia de la Corte Suprema de Justicia, en donde revocan la decisión de primera instancia de una acción de tutela y me ordenan dar trámite a la recusación en un término improrrogable de 48 horas”
Así que Heredia tendrá dos días para enviar el caso a su colega, el juez 45, quien deberá determinar si la tutela es improcedente o no. Con esto la defensa de Uribe se anota un gol de significativa importancia. Cobijado por el sistema penal, Granados y su defendido claramente le han apostado a la figura de la prescripción del caso. Es decir, si el próximo 8 de octubre no hay fallo en el juicio el expresidente saldrá completamente libre de culpa. El proceso judicial contra Uribe arrancó el 8 de octubre del 2019. En ese momento era senador y tuvo que renunciar a su investidura para que lo juzgara la Fiscalía. En ese momento el fiscal era Francisco Barbosa, íntimo amigo de su pupilo Iván Duque quien era el presidente de la república.
Personajes de la vida política nacional como el congresista Wilson Arias le han pedido al presidente que, si es inocente y quiere limpiar su nombre, renuncie a la figura de la prescripción y enfrente a la justicia de frente. Uribe no se ha pronunciado al respecto. Lo cierto es que Granados en este momento se está frotando las manos.