Por: Redacción Pares
La posición de Joe Biden con Israel ha estado revestida de una ambiguedad que le ha traído críticas mundiales. A pesar de los ataques a hospitales y a la población civil que ha dejado la contraofensiva de Israel después del 7 de octubre y que tiene números tan escalofriantes como la de los 16.756 niños asesinados, Estados Unidos sigue siendo un claro aliado de Israel. El último objetivo de Israel ha sido el Líbano. Hace dos semanas murieron 40 personas y otras trescientas resultaron heridas luego de que los buscapersonas que usaban presuntos miembros de Hezbollah explotaran luego de ser intervenidos por los servicios de inteligencia israelitas. El pasado 28 de septiembre el líder máximo de esa agrupación desde hace 30 años, Hassan Nasrallah cayó por las bombas israelitas que también ha dejado decenas de libaneses muerto. Después de esto israel hizo una invasión al sur de este país y ataques que ellos afirman que son selectivas lo que ha escalado aún más la confrontación. Esto ha traído críticas de la comunidad internacional, críticas que Estados Unidos se niega a escuchar.
En las últimas horas el senado aprobó el envío de tres mil efectivos más a Oriente Próximo lo que sumaría 43 mil soldados en Oriente Próximo que en últimas tendrá como objetivo apoyar a Israel contra una eventual guerra global contra el terrorismo. El pasado domingo el secretario de Estado norteamericano Lloyd Austin aclaró lo siguiente en un comunicado “si Irán, sus socios o las milicias que apoya se plantean aprovechar este momento para atacar a fuerzas o intereses estadounidenses en la región, Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias para defender a los nuestros”.
Las bases en oriente próximo de Estados Unidos están situados en bases en Jordania, Irak, Siria y Jordania. Por lo general allí tienen un número de 34 mil efectivos normalmente pero en las últimas semanas este número se ha engrosado debido a la ofensiva militar de Israel en el Líbano. El objetivo de este aumento ha sido claro: proteger a Israel. En el golfo de Omán cuenta con el portaviones Abraham Lincon con cazas listos para desplegar sus alas en la defensa de Israel. El pentagono confirmó la existencia en esas aguas del submarino nuclear Giorgia, cuyo poder en caso de una posible confrontación sería devastador. Desde agosto Estados Unidos cuenta en la zona con cuatro escuadrones de caza F-22. Desde el pasado lunes 30 de septiember se anunció el envío de otros aviones, los F-15 y F-16.
Con esta ayuda militar es poco probable que en los próximos meses el horror desplegado por Netanyahu en Oriente medio cese. Las elecciones de noviembre que sostendrán Donald Trump y Kamala Harris difícilmente tendrán la fuerza para detener el horror. Por ahora tendremos que seguir viendo ciudades destrozadas, familias sin hogar y cuerpos de niños mutilados por los bombardeos que parecen no tendrán fin.
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