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El brutal ataque de Netanyahu por el que Gustavo Petro lo llamó genocida

Por: Iván Gallo


Fotos tomadas de: ForbesMéxico y AP News


La tormenta arrancó el pasado viernes 10 de mayo. A través de la red social X Petro lanzó un mensaje: «Netanyahu no detendrá el genocidio. Lo cual implica una orden de detención internacional de la Corte Penal». ¿En qué se basaba Petro para lanzar el mensaje? Desde el 9 de mayo, desoyendo a la ONU e incluso a Joe Biden, Netanyahu ordenó el ataque a la ciudad palestina de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, provocando el desplazamiento de 300 mil personas. La reacción del consejo de Estado fue afirmar que Israel estaba usando armas de manera “inconsistente” con el derecho internacional. Los refugios ya están vacíos. La gente se ha ido de este lugar en lo que puede, caminando o yéndose a lomo de burro.


Después de la desproporcionada respuesta de Israel al ataque de Hamás a Israel del pasado 3 de octubre del 2023, cerca de 1.2 millones de Palestinos habían huido de Gaza hacia esta ciudad creyéndose a salvo de las bombas y la metralla que ha asesinado en los últimos siete meses a más de 35 mil personas -muchos de ellos niños- y ha dejado a más de 73 mil personas heridas. Pero Rafah ya no es segura para nadie. Rafah ya estaba azotada por males como el hacinamiento, la falta de alimento, las enfermedades. La ciudad no estaba preparada para recibir a esta cantidad de refugiados. Pero el anuncio de un inminente ataque israelita empeoró aún más las condiciones.


Según la BBC “El mismo lunes, las FDI comenzaron a bombardear áreas del este de Rafah y poco después tomaron el control del cruce entre esa ciudad y Egipto, el único punto de acceso a la Franja que no estaba en manos de Israel y que desde el inicio de la guerra se había convertido en un punto de entrada de ayuda humanitaria, así como una puerta de evacuación de heridos”.


El argumento de Netanyahu -quien ha sido calificado por el propio presidente de los Estados Unidos como el gobernante más conservador en la historia de Israel- es que en Rafah se esconde el último reducto de Hamas. Por esto Petro reaccionó en la red social que alguna vez se llamó Twitter. Netanyahu reaccionó el sábado 11 de mayo ante la frase del presidente colombiano y lo tildó de “antisemita”. Esta fue la reacción del primer ministro israelita: “Israel no se dejará sermonear por un partidario antisemita de Hamás, una organización terrorista genocida que masacró, violó, mutiló y quemó vivas a 1.200 personas inocentes el 7 de octubre. ¡Qué vergüenza, presidente Petro!”.


Petro ripostó recordándole el legado histórico del pueblo judío. Durante la segunda Guerra Mundial fueron víctimas del odio Nazi y cerca de cinco millones de judíos fueron asesinados por el III Reich. Ahora “los semitas no deben ser artífices de un genocidio porque lo sufrieron”. El presidente colombiano además afirmó no ser partidario de Hamás: «No soy partidario de Hamás, porque soy partidario de la democracia republicana, plebeya y laica. Mis principios democráticos, republicanos, plebeyos, laicos y religiosos me llevan a rechazar la barbarie que comete Netanyahu y que se llama genocidio y antihumanidad».


El presidente colombiano rompió relaciones con Israel desde el pasado 1 de mayo. Las críticas a Israel por su desproporcionada reacción a los ataques de Hamás contra Palestina han ido desde la Unión Europea -exigió moderación para proteger a la población civil- hasta la propio ONU quien pidió un cese al fuego. El Papa Francisco aseguró que cualquier ataque a civiles es un crimen de guerra.


¿Por qué Israel está cometiendo crímenes de guerra contra Palestina?


El detonante de la nueva fase de la guerra Israel-Palestina no fue el injustificable ataque de Hamás a más de 3.000 personas que asistían a un festival de música justo en la frontera del lado israelí de la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre del 2023. La herida estaba abierta desde hace mucho tiempo atrás. Desde su creación en 1948 las Fuerzas de Defensa del Estado de Israel han venido siendo señaladas de constantes crímenes de guerra, sin embargo la comunidad internacional, en cabeza de los Estados Unidos, ha sabido cubrirle muy bien las espaldas y, a pesar de las investigaciones de la Corte Penal Internacional, Israel sigue invicta en materia de sanciones sin que le hayan pesado las evidentes y constantes violaciones a los tratados de Ginebra, al Pacto de Roma, actos de guerra que se inscriben claramente en la categoría de genocidio.


 La primera vez que se usó la palabra fue contra los criminales de guerra nazis durante los juicios de Nuremberg donde se condenaron a la horca o a penas interminables a los cerebros del holocausto que alcanzaron a encontrar vivos las tropas aliadas.


¿Qué es genocidio según el derecho internacional? el asesinato deliberado de personas de un determinado grupo nacional, étnico, racial o religioso, con la intención de destruir al grupo, ya sea total o parcialmente. En ese sentido el ataque de Hamás del 7 de octubre que dejó 1.300 israelitas muertos es genocidio. Después de la matanza de Ruanda en 1998 quedó estipulado que estos actos también constituyen genocidio:


1.Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

2.Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;

3.Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;

4.Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.


Si, el ataque de Hamás es completamente repudiable, pero es tan sólo una respuesta a la larga lista de crímenes de guerra de Israel. En la primera guerra de 1948 se reportaron 24 masacres que produjeron un total de 800 civiles árabes. En la primera intifada se registraron, hasta 1991, 1374 palestinos asesinados por la policía israelita. En el mismo periodo de tiempo cayeron 93 israelitas. Durante la segunda intifada, que se inició el 29 de septiembre del año 2000 fueron asesinados 3.733 palestinos de los cuales 767 eran menores de edad y 1812 no formaban parte de grupo extremista alguno.


El contragolpe de Israel a Palestina que está ocurriendo desde el 7 de octubre del 2023 deja claro que los israelitas buscan y promueven genocidio. Ellos quieren arrasar al pueblo palestino. Las imágenes difundidas por la televisión internacional de madres llorando a sus bebes aplastados por las bombas que lanzan desde el lado de la frontera israelita, causan impotencia y rabia. Hay que tener una carga ideológica muy grande para aplaudir esta venganza sustentada acaso en valores bíblicos pero que van en contravía del Estatuto de Roma que dio origen a la Corte Penal Internacional. Vale la pena aclarar que ni Rusia, ni China, ni Estados Unidos, ni Israel, han ratificado este estatuto.

 

 

En el año 2021 Human Right Watch determinó que Israel había violado las leyes de guerra después de que fueran asesinados 62 civiles palestinos en tres incursiones de su ejército al otro lado de la frontera que no tenían objetivos claros.


Pero lo peor estaba por venir. La venganza que sostienen desde octubre del 2023 tiene la ferocidad que describía el Viejo Testamento cuando un Dios sangriento se levantaba a sacar ojos y dientes entre sus enemigos. Los ataques son indiscriminados y la cantidad de niños caídos hielan la sangre. El secretario general de la UNRWA describió lo que sucedía con una frase demoledora: “Esta guerra es una guerra contra los niños”. Los datos son hasta el 12 de marzo del 2024. Hasta ese momento habían muerto 12.300 jóvenes palestinos por los bombardeos israelitas. El dato, que son fríos y a veces tienen el poder de un tratado, es que en todo el mundo, entre los años 2019 y 2022, habían sido asesinados 12.193 jóvenes. Está claro que la misión de los perros de guerra que soltó Netanyahu es aniquilar una generación de palestinos.


Hasta marzo del 2023, en cuatro meses de venganza estos son los datos de algo que es tan desequilibrado que no puede ser llamado confrontación: Hasta la fecha, más de 31.184 palestinos han muerto y 72.889 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias locales. Hasta el 12 de marzo, 247 soldados israelíes habían muerto en Gaza y 1475 habían resultado heridos desde el comienzo de la operación terrestre, según datos del Ejército israelí.


Los ataques a ONG’s como la Media luna roja, el asesinato a siete miembros de la ONG World Central Kitchen, el ataque sistemático a hospitales o centrales de comida, ha causado una crisis sanitaria sin precedentes y acaba con cualquier tipo de esperanza. Se estima que hay más de 500 mil personas en peligro de hambruna y que de los 36 hospitales que habían en Gaza solo 14 están funcionando. En ellos el hacinamiento y el hambre son una constante.


A pesar de las exigencias de la ONU, los reproches de Francisco, la incomodidad de Biden, el apoyo de la liga panárabe a Palestina, la comunidad internacional tendría que ser más vehemente a la hora de exigirle que cese el horror israelita sobre Palestina. El ataque a Rafah deja al pueblo palestino completamente desprotegido, sin ningún lugar a donde ir más que Egipto. La lucha contra Hamás se estaría convirtiendo, acaso, en una excusa para acabar con el pueblo palestino.

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