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El Centro Democrático y el post-uribismo

Por: Ernesto Medrano, Asistente de investigación

Línea de Investigación en Democracia y Gobernabilidad


Los resultados de la primera vuelta presidencial fueron un reflejo de la caída libre del uribismo, en un contexto en el que el partido carga con varias responsabilidades, como el desgaste del gobierno de Iván Duque; la crisis económica, política y social; y la ruptura institucional, que se ha profundizado en el actual gobierno. De ahí que el Centro democrático, nacido en el seno del uribismo, hoy no sea bien recibido por ninguna colectividad política.


Desde la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) hemos dicho que el país se encuentra en un escenario político de post-uribismo, en el que se ha superado la carga discursiva del enemigo interno, en virtud de los Acuerdos de Paz alcanzados entre la extinta guerrilla de las FARC-EP y el Estado colombiano en 2016. Para el Centro Democrático no ha sido fácil recuperarse del desgaste del gobierno de Iván Duque, quien, ante la ausencia de un enemigo interno y la incapacidad para enfrentar los principales problemas de la ciudadanía, cuenta con una desaprobación del 67%.


En el marco de la contienda electoral de primera vuelta, en la que competían los candidatos presidenciales Gustavo Petro, Rodolfo Hernández, Federico Gutiérrez, Sergio Fajardo, John Milton Rodríguez y Enrique Gómez, los candidatos más votados fueron Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Esto supone una derrota para el uribismo, encarnado en el Centro Democrático, que ya había perdido en las elecciones legislativas, pasando de 2.382.357 de votos en 2018 a 1.610.666 en 2022 en la Cámara de Representantes; y de 2.513.320 de votos en 2018 en Senado, a 1.917.153 en 2022. Adicionalmente, la votación histórica del partido ha disminuido notablemente.

Gráfico No. 1



El de Uribe


Los resultados de las consultas presidenciales dejaron un sinsabor en el Centro Democrático, que había tomado la decisión de respaldar a Oscar Iván Zuluaga como su candidato presidencial. Sin embargo, a diferencia de 2014, Zuluaga no contó con el respaldo de toda la colectividad política. Si bien en 2014 Zuluaga venció a Francisco Santos y a Carlos Holmes Trujillo en la convención del Centro Democrático que definió el candidato presidencial en aquel momento, para las elecciones de 2022 fue elegido por medio de 4.250 encuestas realizadas a los miembros y militantes del partido. Sin embargo, Zuluaga tuvo inconvenientes para afianzarse como el verdadero candidato del uribismo.


Mientras Zuluaga luchaba por mostrarse como el candidato del Centro Democrático, en el país creció la incertidumbre sobre el respaldo del uribismo a Federico Gutiérrez, especialmente por su discurso y cercanía. En ese momento se empezaba a conformar la Coalición de la Experiencia, liderada por los exalcaldes Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, Alejandro Char y el exministro Juan Carlos Echeverry. A esta coalición se fueron sumando importantes políticos de las estructuras tradicionales, como David Barguil y Dilian Francisca Toro, en representación del Partido Conservador y el Partido de La U, respectivamente.


Con la llegada de los conservadores y La U, la Coalición de la Experiencia pasó a llamarse Equipo por Colombia, una coalición en la que los seis (6) precandidatos pretendían posicionar un discurso de la defensa del país, distanciándose del gobierno de Iván Duque. Por su parte, para Zuluaga era muy difícil distanciarse de Duque, quien en ese entonces superaba el 70% de desaprobación, pues tenían un elemento común: Álvaro Uribe Vélez, quien actualmente enfrenta un proceso judicial sin precedentes en contra de un expresidente en Colombia.


Pese a que Zuluaga intentó llegar a la coalición Equipo por Colombia, para la mayoría de los integrantes de la coalición no era estratégico incluir al candidato del partido de gobierno. Solamente Federico Gutiérrez y el Partido Conservador respaldaron la solicitud de permitirle el ingreso a Zuluaga a la coalición de derecha, y por lo tanto no fue aceptado.


Consultas y elecciones legislativas


Las consultas presidenciales han sido un buen instrumento para que los partidos políticos puedan calcular con cuántos votos cuentan e incluso hacer campaña anticipada. A partir de estas también logran crecer de cara a la primera y segunda vuelta presidencial. Por lo general, es mejor presentarse a una consulta interpartidista que permita sumar votos. Sin embargo, en estas elecciones el Centro Democrático, que ha sido un gran articulador de unidad de los partidos tradicionales y conservadores, no logró competir en las consultas, tras el portazo de la Coalición de la Experiencia a Oscar Iván Zuluaga.


Con los resultados de las consultas presidenciales y elecciones legislativas, se confirmó la derrota electoral del uribismo. Si bien el Centro Democrático no participó de las consultas presidenciales, fue uno de los grandes perdedores de la jornada electoral. El partido perdió la mitad de sus representantes a la Cámara, pasando de 32 a 16 escaños; y pasó de 19 senadores a tan solo 13.

De los 16 escaños en la Cámara, 5 fueron elegidos en Antioquia, siendo este el único departamento del país en el que el partido logró imponerse con contundencia, obteniendo más de un representante elegido. Sin embargo, incluso en Antioquia, el Centro Democrático perdió dos curules, pasando de siete a cinco escaños, con un total de 300.499 votos. Bogotá y el Valle del Cauca, fueron los otros departamentos importantes en los que el Centro Democrático no logró mantener el caudal electoral que había obtenido en 2018.


Gráfico No. 2


Primera vuelta sin candidato propio


Una vez pasadas las elecciones legislativas y las consultas presidenciales, el candidato presidencial del Centro Democrático dio un paso al costado para apoyar a Federico Gutiérrez, quien había ganado en la consulta de la derecha. Si bien el Centro Democrático, como partido, no hizo explícito su respaldo a la candidatura de Federico Gutiérrez, un mes antes de la primera vuelta algunos sectores del partido anunciaron su respaldo a la campaña de Gutiérrez. Figuras como María Fernanda Cabal, Ernesto Macías, Paola Holguín, Nicolás Fernando Araújo, María del Rosario Guerra, Santiago Valencia y Carlos Felipe Mejía, fueron algunos de los que rápidamente iniciaron la campaña de apoyo a Gutiérrez.


Por su parte, los congresistas elegidos por el partido decidieron hacer campaña por Federico Gutiérrez, mientras el entonces candidato presidencial buscaba distanciarse del gobierno de Iván Duque. Y con la renuncia y adhesión de Zuluaga hacia Gutiérrez, el partido habría definido su derrotero electoral para la primera vuelta. De los 29 congresistas electos del Centro Democrático, con un caudal electoral de 1.668.454 votos, 23 hicieron público su apoyo a la candidatura de Federico Gutiérrez.


Tabla No. 1


Con los resultados electorales de la primera vuelta en la que se impusieron Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, el Centro Democrático tuvo que virar hacia Hernández. Gutiérrez lo dejó claro en su discurso de reconocimiento de los resultados, anunciando que él y su fórmula votarían por Rodolfo Hernández en la segunda vuelta.


¿Para dónde van los 5 millones de votos de Gutiérrez y cuántos serían del Centro Democrático?


Tras asumir su derrota, Federico Gutiérrez, candidato de la coalición Equipo por Colombia, sostuvo que su campaña apoyaría a Rodolfo Hernández, pero aclaró que esta decisión era personal y no representaba al grueso de la coalición, conformada por el Centro Democrático, Partido Conservador, Partido de la U, Partido Liberal, MIRA, el movimiento Creemos Colombia (de Gutiérrez), el movimiento Vamos pa’ lante con Echeverry, y una facción de Cambio Radical, liderada por David Luna. Minutos más tarde, Hernández llamó a Gutiérrez para agradecerle por su apoyo de cara a la segunda vuelta.


Ante un eventual endose de votos entre Gutiérrez y Hernández, hay que tener en cuenta que los votos de Gutiérrez no le pertenecen a él, ni todos son del Centro Democrático. El Partido Conservador, el Partido Liberal, La U y el Centro Democrático fueron los grandes responsables de la votación alcanzada por Gutiérrez. De acuerdo con las revelaciones de Semana, Cambio Radical no habría movido su maquinaria por Federico Gutiérrez. Sin embargo, David Luna, quien fue el senador más votado de Cambio Radical, hizo campaña por Gutiérrez y ahora apoya a Hernández.


Aún no es claro hacia dónde irán los más de 5 millones de votos de Gutiérrez, pero la dispersión de los votos es factible. Con la división del Partido Liberal, la libertad en el Partido de la U, la ausencia de acuerdos programáticos con el partido Conservador y la ausencia de acuerdos con Germán Vargas Lleras, la lógica de la adición, para el caso de Rodolfo Hernández, no es muy clara. Si bien Hernández contará con el respaldo parcial de los partidos tradicionales y la clase política que dice combatir, una porción importante de los votos partidistas parece que no lo acompañará en la segunda vuelta.


Segunda vuelta: un solo camino a la vista


En el marco de la segunda vuelta presidencial el uribismo, herido electoralmente, solo tiene una posibilidad: adherir soterradamente a la campaña de Hernández. Soterradamente, porque gran parte del discurso de Hernández se concentró en la mala administración de Iván Duque, y por esta razón no le es conveniente recibir públicamente al Centro Democrático, sino únicamente a sus electores. Sin embrago, tal y como pasó con Gutiérrez, varias figuras del partido decidieron anunciar su voto a favor de Hernández, como María Fernanda Cabal, Alirio Barrera, José Obdulio Gaviria, entre otros. Por otra parte, otros miembros del partido solo se han dedicado a atacar la candidatura de Gustavo Petro en redes sociales.


Así las cosas, el Centro Democrático solo tiene un camino: apoyar a Hernández en la segunda vuelta. Si bien el partido no ha guardado silencio en la campaña presidencial, sus miembros han sido muy cautelosos a la hora de tomar decisiones colectivas e individuales, debido al gran daño que una adhesión colectiva del partido puede propinarle a cualquier candidatura. Incluso así lo anunció el senador Ciro Ramírez, quien sostuvo que “como partido no va a haber ningún pronunciamiento”.

El aterrizaje


La segunda vuelta presidencial es definitiva. En Colombia, las campañas presidenciales competirán por asegurar el poder y el presupuesto nacional que supera los 300 billones de pesos. Si bien el Centro Democrático se ha esforzado para no ser vinculado con la candidatura de Hernández, en una de las intervenciones del candidato presidencial se evidenció que cuenta en su equipo con dos asesores pertenecientes al uribismo: Tatyana Janer y Alfred Santamaría. Sin embargo, el equipo de Hernández sostuvo que se trata de dos personas que se atribuyen cargos y funciones que no les corresponden, tras la entrevista en la que el candidato fue retirado por su equipo de asesores.


Es claro que el Centro Democrático en las circunstancias actuales quita más votos de los que pone, pues el escenario electoral deja al partido con un solo camino, acercarse a Hernández. Mientras tanto, para Hernández no es estratégico que lo vinculen con el Centro Democrático, pero las adhesiones y apoyos de los miembros del partido son muy importantes para profundizar la capacidad de endose de votos de Gutiérrez a su campaña. Por primera vez, Uribe y su partido no cuentan con candidato propio, el fin del uribismo: el post-uribismo.

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