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«El decreto 516 favorece a los canales, no a sus trabajadores»

Por: Natalia Aguilar Salas. Colaboradora Pares.


Durante la cuarentena muchos hogares se han refugiado en la música, las películas, los libros y creaciones de los artistas, sin embargo parece que el Gobierno Nacional no tiene el mismo interés que los ciudadanos en este sector. La Economía naranja es uno de los pilares predicados por el presidente Iván Duque, sin embargo el decreto 516 de 2020 firmado el 4 de abril refleja la poca preocupación por parte del gobierno hacia el sector creativo, lo cual pone en cuestión: ¿Economía naranja para quién?


Pares habló con Alberto “Albatros” González, escritor, guionista, dramaturgo, realizador audiovisual y tallerista. Ganador del premio Emmy 2015, por “Arrepentidos- El infierno de Montoya” en la categoría Non english language US primetime program con Natgeo.


Pares: ¿Qué opina del decreto 516 expedido por el Gobierno nacional en el marco de esta emergencia por el COVID-19?


Alberto González: Lo primero que habría que tener en cuenta es que los canales de televisión desde que se expidió la ley 182 de 1995 han tratado, de muchas maneras, de reducir esos porcentajes y realmente nunca han podido hacerlo y después de casi 35 años encontraron una oportunidad para hacerlo.


Digo una oportunidad porque este decreto que expide el Gobierno no está orientado a proteger los derechos de los trabajadores de los medios audiovisuales, está orientado a proteger a los canales de televisión y resulta que los canales de televisión son unos entes mucho más estructurados y mejor protegidos y cuidados que los mismos empleados y trabajadores del sector audiovisual.

El decreto 516 tiene una contradicción y voy a citar un argumento que ellos esgrimen citando al Fondo Monetario Internacional: Estamos en una situación sin precedentes en la que una pandemia mundial se ha convertido en una crisis económica y financiera, dada la interrupción repentina de la actividad económica el producto mundial se contraerá en el 2020, los países miembros ya han tomado medidas extraordinarias para salvar vidas y salvaguardar la actividad económica pero es necesario hacer más, se debe dar prioridad al apoyo fiscal focalizado para los hogares y las empresas vulnerables a fin de acelerar y afianzar la recuperación del 2021.


Dicen “los hogares y las empresas”, por supuesto, pero aquí al decreto se centra en las empresas, no en los hogares, no en los trabajadores, porque para el sector audiovisual es contraproducente ese decreto.


El decreto reduce los porcentajes de pantalla. En este momento es lógico que nadie va a producir. El distanciamiento social nos obliga a que nadie vaya a producir. Sin embargo, el decreto no está orientado a reducir las horas de producción sino de programación, y ahí hay un tema que yo creo que los abogados del gobierno tomaron de una manera capciosa, porque podrían haber simplemente expedido un decreto en el que le dijeran a los canales que no estaban obligados a producir en tales porcentajes, pero cuando se reduce la cuota de pantalla les están dando permiso para que no programen productos nacionales.


Cuando no hay producción nacional se puede programar producto nacional. Si los canales están obligados a cumplir con la cuota, pues van a tener que programar cosas que tienen. Hay muchísima televisión de muy buena calidad que está en los archivos de los canales, de hecho muchos suelen hacer repeticiones.


Resulta que esas repeticiones por ley, por ejemplo, para los actores, o para los directores, y a partir de este año para los escritores que se llegó este año un acuerdo con los canales, por cada producción que se emita, así sea repetida, nosotros empezamos a recibir regalías, no son gran cosa pero son importantes.


Si con este decreto los canales se toman la libertad de no programar esas producciones, porque les sale más barato comprar una lata que pagar las regalías o no quieren pasar los productos, los que salimos mal librados de esa norma somos los escritores, los actores, los productores, la gente que puede recibir un beneficio por regalías de ese tipo de productos programados.


Pares: ¿Entonces ese decreto favorece a los más favorecidos, es decir a los canales?


A.G: Evidentemente la ley está favoreciendo a los canales y no está teniendo en cuenta que hay un montón de trabajadores que podrían beneficiarse de esas horas de pantalla, de esos porcentajes de pantalla, les está quitando esa posibilidad de recibir una retribución económica, ya no por el trabajo que se pudiera hacer sino por el trabajo hecho anteriormente.


Eso por un lado, por el otro, es riesgoso en un país donde los decretos temporales se vuelven permanentes, como el famoso 2 por mil, que luego se elevó al 4 por mil, y como tantos otros, que se plantean como temporales y luego quedan permanentes.


Entonces es un riesgo que al final de este período, que hoy se extendió ya hasta el 27 de abril, la cosa se quede de esa manera, y luego revertir un decreto presidencial, pues nos va a exigir hacer un montón de cosas, porque yo personalmente no creo que el presidente, cuando termine esto, vaya y saque el decreto 517 para revertir este, entonces después nos va a tocar ir a pelear.


Por eso creo que hoy se han alzado tantas voces en redes sociales y a través de medios públicos quejándose de esto porque si no lo hacemos ahora igual nos va tocar hacerlo después.


Pares: ¿Qué opina de la medida que se tomó en relación con la famosa Economía naranja?


A.G: Lo que voy a decir es muy personal. Un decreto como estos es una contradicción misma con la economía naranja. Es un decreto que favorece a los canales de televisión, a los dueños de los canales pero deja por fuera una fuerza laboral. En una sola producción están trabajando entre 200 a 400 personas por lo menos. Un 70% de producción para horario Prime Time, hablamos de unas 10 producciones al año, serían entre 2.000 y 4.000 personas que el gobierno está dejando por fuera.


Esa es la economía naranja, esa gente que vitaliza un sector. Entonces, que un decreto de éstos esté dejando por fuera y no esté teniendo en cuenta esa fuerza laboral, pues eso no es una economía naranja, porque está dejando por fuera la gente que mueve a esa industria.


Entonces yo sí creo que el discurso de este señor de la economía naranja, era un bluff de campaña, el tipo de cosas que cualquier político promete y luego no cumple. Reitero que estoy hablando a título personal, no estoy hablando por un gremio.


Hace un par de semanas, incluso en medio de esta situación, el Presidente firmó unos decretos que favorecen la inversión extranjera en el país, con unas retribuciones beneficiosas para el sector, supongo entonces que habrá otras visiones, otras personas, productores de cine, por ejemplo, que pueden decir que de alguna manera sí ha ayudado a la industria, porque ha convocado la inversión extranjera en el país.


Sin embargo, ese decreto lo estuvieron esperando durante meses y lo vino a firmar en medio de una pandemia, cuando la gente no puede salir a trabajar, no lo firmó antes cuando todavía había la posibilidad de que empresas extranjeras vinieran a invertir en el país, entonces posiblemente haya gente que crea que sí, pero yo personalmente creo que este señor frente al tema de las industrias creativas se ha quedado en meras promesas de campaña.

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