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El desbloqueo de la frontera: ¿se desbloquearán también los diálogos entre ambos Gobiernos?

Por: Juan Sebastián Peña

Editor - Pares

Foto de fondo: AFP

Desde la semana anterior, después de casi dos años del tensionamiento de la crisis diplomática entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela (y, además, con la crisis que supuso la pandemia por covid-19 de por medio), empezaron a ser removidas las vallas y los contenedores que bloqueaban el principal paso fronterizo entre los dos países: el puente internacional Simón Bolívar-Francisco de Paula Santander (Te podría interesar: Reapertura de la frontera: ¿mejorará la situación de la población migrante?). El propósito de esta medida, de acuerdo a lo manifestado por ambos Gobiernos, ha sido avanzar en una reapertura comercial gradual de la frontera.


Durante esta semana, ya ha empezado este proceso de reactivación comercial de este paso fronterizo que conecta al estado de Táchira, por el lado venezolano, con Villa del Rosario, del lado colombiano. Respecto a esto, según recoge el diario La Opinión, Wladimir Torres, director de Comercio Exterior de la Cámara de Transporte de Carga del estado Táchira, señaló: “La apertura que se está dando para el paso de la carga, esta semana, a través del puente internacional Francisco de Paula Santander, en Ureña, es el punto de partida para que se comience a desarrollar el intercambio comercial de productos que tienen un importante interés comercial, no sólo en Norte de Santander, sino en otras regiones de Colombia”.


Sin embargo, tal como hemos reiterado desde la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), el rompimiento de relaciones diplomáticas entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela, la situación de excepcionalidad causada por la pandemia y el cierre de las fronteras son circunstancias que han abierto la puerta al crecimiento de la migración irregular y, de la mano con esta realidad, las poblaciones migrantes han quedado en una grave situación de vulnerabilidad y de crisis humanitaria.

El escenario que estas condiciones adversas producen en la frontera colombo-venezolana permite que, por ejemplo, organizaciones armadas ilegales que se disputan el control territorial en la zona persuadan a personas migrantes para que se involucren en economías ilícitas o para que ingresen a sus filas. (Puede interesarte este informe de Pares: Situación de seguridad y migración en la frontera Colombia Venezuela). Además, en el marco de esta misma realidad, la población migrante queda expuesta a delitos como extorsiones, tráfico y trata de personas (Te podría interesar: “La trata de personas en la frontera colombo-venezolana”). Y todo esto sin mencionar las precarias condiciones de salud pública que se configuran en la frontera, vinculadas no solo a la capacidad hospitalaria para atender casos de covid-19, sino “también a la disponibilidad y calidad del agua potable (falta de plantas de tratamiento y distribución), situaciones de desnutrición, reemergencia de enfermedades y barreras de acceso al sistema de salud, entre otros; todos factores que aumentan los riesgos asociados al contagio por covid-19 en la población migrante”, según lo señalado por Pares.


Precisamente, a la luz de esta realidad crítica, sobre todo, para las poblaciones migrantes, pero también para las comunidades que habitan y hacen parte de la región fronteriza de ambos países (y, en general, para las relaciones entre los Estados de Colombia y Venezuela), diversas organizaciones sociales creemos que esta reapertura comercial de uno de los pasos fronterizos no debería ser únicamente el primer paso hacia una reactivación económica, sino, también, hacia un reestablecimiento de las relaciones entre los Gobiernos de ambos países que permita, entre otras cosas, mejorar las condiciones de vida de la población migrante y dar respuestas a los problemas bilaterales que ha recrudecido el cierre de los pasos fronterizos.


Es en este sentido que, desde Pares, en cabeza de León Valencia, nuestro director, nos sumamos al siguiente comunicado en el que, diversas personas y organizaciones sociales, hacemos un llamado para que el dosbloqueo de este paso fronterizo sea tan solo una primera medida que conduzca a la reapertura total de los pasos fronterizos, de los consulados y, en general, de los canales institucionales de comunicación entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela. De esta forma, se podrá avanzar en lo que se refiere a enfrentar las consecuencias que ha dejado el cierre no solo de la frontera entre los dos países, sino del diálogo y la acción conjunta entre ambos Estados. La crisis humanitaria, socioeconómica, sanitaria, de seguridad y económica que se vive en la frontera exige respuestas inmediatas y articuladas.


A continuación, el comunicado completo en el que, además, se incluyen propuestas sobre cómo avanzar en este camino de reapertura de la frontera y de las relaciones diplomáticas entre los Gobiernos de Colombia y Venezuela:





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