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El galardonado cineasta gringo que se obsesionó con Gustavo Petro

Por: Redacción Pares


Foto tomada de: AP News y El Colombiano


Un aplauso cerrado se sintió el pasado 24 de octubre del 2023 después de que se encendieron las luces en la sala mayor del Festival de Cine de Morelia. El público estaba emocionado después de ver el documental Petro. A la tarima subieron el director, productor y fotógrafo Sean Mattison, el sonidista Juanma López y el embajador de Colombia en México Álvaro Moisés Ninco quien fue el primero en hablar: “Esto es un registro histórico fundamental del proceso a través del cual el pueblo colombiano decidió cambiar”. Mattison miraba al público con la mirada brillante. Terminaba un trabajo que arrancó en el 2002.


En ese año este realizador conoció a Gustavo Petro. En ese momento jamás había escuchado del que entonces era uno de los senadores más críticos contra el presidente Andrés Pastrana y una clase política que sin ambages giraba hacia la extrema derecha a y la expansión paramilitar que llenaba de terror al país. Incluso Petro fue de los primeros en este país -junto con León Valencia de la Corporación Nuevo Arco Iris, en darse cuenta que los paras, en sus zonas de influencia, estaban obligando a la población a votar por sus políticos para así formar un enclave dentro del Congreso, cambiar las leyes y eso les ayudaría a legitimar su poder. El gobierno de Estados Unidos acogió el pedido de asilo de Petro debido a la gravedad de las amenazas. Se fue a Washington y se refugió en la casa de unos amigos de Sean Mattison, entonces un entusiasta estudiante de cine. Lo maravilló la historia de Petro. Un muchacho de Ciénaga de oro y, una población tan lejana a Bogotá, que se fue abriendo paso estudiando en el bachillerato en Zipaquirá, que su lucha contra el orden establecido lo llevó a meterse en un grupo armado en donde formaba parte de la base ideológica y que estaba resuelto a ser presidente de la República.


El material de archivo de Mattison para hacer esta película es realmente impresionante. Unos discursos inéditos, cargados de metáforas y elocuencias de un Petro veinteañero probándose por primera vez en la plaza pública. Desde Estados Unidos le tenía puesto el ojo a su personaje en Colombia, mientras tanto se iba haciendo una carrera de peso, en donde incluso llegó a obtener un Emmy, el premio más importante que puede recibir un realizador de televisión. Este lo obtuvo por su documental Atención! Murderer next door, publicado por el diario norteamericano The New York Times y en el que mostraba las protestas que les hicieron en los años noventa los familiares de las víctimas de los torturadores y genocidas militares que formaron parte de la dictadura argentina.


Según el diario argentino Pagina 12 “En la película se ven varios escraches y sus protagonistas explican la justicia de sus acciones y lo pacífico de sus actos, concentradas en denunciar a los genocidas ante sus vecinos, avergonzarlos y marcas sus casas con pintura, roja "como la sangre de sus víctimas". Es imposible no notar el tono educativo del video, que claramente quiere mostrar un modelo positivo de acción política para países como, por ejemplo, los Estados Unidos de Donald Trump”.


Otros trabajos suyos como Sophia, fue producido por Tribeca y está subido a Netflix, además de la serie The Line para la plataforma de Apple. Mattison vive entre Brooklyn y Bogotá. Ya había hecho un cortometraje sobre el hoy presidente, se llama Gustavo Petro, diez años. Poco a poco Mattison iba viendo como Petro ascendía. En el 2011 fue elegido alcalde de Bogotá, luego, en el 2018, se lanzó a la presidencia y obtuvo ocho millones de votos. Si, perdió contra Iván Duque, el candidato del uribismo, pero ningún otro candidato de izquierda había conseguido tal cantidad de votación. Desde entonces Mattison se vino a Colombia, a acompañar los cuatro años en donde Petro fue desplegando la estrategia para ser presidente.


La coyuntura no podría ser más propicia. La violencia policial, la corrupción, reflejada en la extraña muerte de Jorge Enrique Pizarro, controller de Corficolombiana, el hastío que produjo en la población estos hechos, sumados a la propuesta de Reforma Tributaria del Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, produjo lo que después se conocería como el estallido social. Mattison, como un ojo que nunca se cierra, está al lado de Petro, incluso en el momento en el que una bala estuvo a punto de matarlo en Cúcuta.


Entrevista a gente cercana al presidente como el periodista Antonio Morales, Maria Jimena Duzán o políticos a fines como Iván Cepeda, Maria José Pizarro, su propia hija Sofía y algunos que no lo quieren tanto como la senadora María Fernanda Cabal o el mismo Rodolfo Hernández, el empresario santandereano con el que disputó la segunda vuelta presidencial.

La película está financiada con fondos de inversores norteamericanos y españoles. Tal y como el director le contó a Cambio este no es un panfleto, propaganda barata: "La primera vez que hablé con Petro yo dije: Nosotros no queremos hacer propaganda para usted ni queremos trabajar para la campaña. Yo como cineasta y periodista siempre tengo que mantener perspectiva independiente. Yo nunca arriesgaría la integridad del proyecto recibiendo dinero de ningún gobierno y ningún político".


La trayectoria de Mattison no deja dudas de esta postura. A partir del 4 de abril la película se verá en todas las salas de cine del país.

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