Por: Redacción Pares
Este año Global Witness hizo oficial la noticia. En el 2023 Colombia ostentaba otro oscuro record. En ese año, de los 196 ambientalistas y activistas asesinados en el mundo, 79 eran de Colombia. Desde el 2020 se está marcando esta tendencia. Este país es el más inseguro para los que pretenden cuidar el medio ambiente. Ese año cayeron 227 en todo el planeta. 65 eran colombianos. De acuerdo con esta organización los lugares donde habían caído eran Cauca con 20 casos, el Chocó con ocho y Norte de Santander con siete.En ese año se generó un quiebre entre los asesinatos de líderes ambientales, un aumento del 65%. Ese fue el año de la pandemia. Aunque en los tres anteriores departamentos se concentró el mayor número de asesinatos. Arauca siempre está en el espectro de violencia.
Desde 1982, cuando se crea el frente Domingo Laín, la situación de seguridad cambiaría para siempre en este departamento. El ELN pasaría a ser una especie de estado paralelo. Allí al que tenga una vocería simplemente sabe que su vida pende de un hilo. Así le sucedió a Mauricio Pérez Martínez quien fue asesinado el 5 de agosto del 2020 en Arauca. En el municipio de Arauquita todos sabían quien era él. Fue un defensor y líder del pueblo Hitmú. También se llaman Macahuán y habitan en el bosque de galería de Caño Colorado, además de otros lugares de la cuenca del rio Eley en los municipios de Arauquita y Puerto Rondón. En este último la guerra se ha cebado desde siempre contra él. Se han presentado este año enfrentamientos entre el ELN y el EMC que han producido el desplazamiento de cientos de familias. Son seminómadas, de casas con techos sin paredes. Viven de la caza de la danta. Es un pueblo que se encuentra en riesgo de exterminio cultural.
Por eso duele tanto el asesinar de Pérez Martínez. Fue gobernador del resguardo de la Vorágine y vivía en la comunidad de La Ilusión. Mauricio no sólo preservaba para cuidar el medio ambiente sino para preservar su etnia, azotada por la aculturización, el abandono y, por supuesto, la presencia de grupos armados. Especificamente, según el portal HRD memorial, “estaba trabajando en un proyecto para fortalecer y proteger el resguardo que estaba siendo coordinado por el gobierno central, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de Justicia del estado”.
Pero todo terminó el 5 de agosto del 2010 cuando un grupo de 10 hombres, pertenecientes a la disidencia de las FARC llamada el Décimo Frente Martín Villa, sacaron a Mauricio de su casa y ahí, frente a la gente que más lo quería, lo abalearon. Para hacer más horrorosa la escena le clavaron un panfleto en el pecho. Toda la comunidad quedó amenazada.
Los indígenas fueron cayendo hasta que una patrulla militar detuvo a Gerardo Anija Guarupe, mejor conocido como el Indio, quien fue reconocido como el hombre que disparó repetidas veces sobre Mauricio. Fue condenado a 20 años de cárcel por los delitos de rebelió y por el asesinato del líder indígena.
La Cop 16, a punto de realizarse en Cali, será la oportunidad no sólo para proteger nuestra fauna y flora sino para recordar a todos esos líderes que lo han dado todo para preservar la biodiversidad. Mauricio fue uno de ellos y su lucha, por evitar que su etnia,los Hitmú, no desaparezcan de la faz de la tierra.