Por: Luis Eduardo Celis Analista de conflictos armados y de sus perspectivas de superación – Asesor de Pares
El siguiente artículo fue elaborado para su publicación en la Revista Sur. Lo compartimos desde la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) con la autorización de su autor y con ligeras modificaciones, respecto a la publicación original, de acuerdo a los lineamientos editoriales de la
Fundación:
El presidente Iván Duque no puede controlar al ELN y mucho menos derrotarlo, como no lo han podido hacer los últimos doce presidentes de Colombia, durante los 57 años de existencia de esta organización.
La semana pasada, en un bombardeo en el Litoral del San Juan, el municipio chocoano fronterizo con el departamento del Valle del Cauca, murieron seis guerrilleros del ELN. Este hecho tuvo un despliegue mediático importante liderado por el ministro de la Defensa, Diego Molano, y del cual igualmente han participado el presidente Duque y el director de la Policía, el General Jorge Luis Vargas Valencia, porque se anunciaba la muerte de alias ‘Fabian’, comandante del ‘Frente de Guerra Occidental’, donde están las estructuras guerrilleras del ELN que operan en el Chocó y en los límites de este departamento con Antioquia, Risaralda y el Valle del Cauca. Sin duda, un golpe importante en la estructura de este grupo guerrillero.
Pero hubo novedades en esta importante noticia: ‘Fabián’ no murió en el bombardeo del lunes 20 de septiembre, el Ejército lo capturó herido el martes 28 y el mismo Molano informó que falleció en una clínica de Cali el miércoles 29. Ante estos hechos, la Dirección Nacional del ELN se ha pronunciado, solicitando al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que adelante una investigación sobre las circunstancias del fallecimiento de ‘Fabián’ y, además, llamando a toda la fuerza del ELN a “que se apreste a sorprender con acciones de igual dimensión al enemigo que enfrentamos, respetando siempre la integridad de la población”. En esas llevamos 57 años y nada que para la sangre de colombianos que siguen muriendo en esta violencia por superar.
El ELN esta afincado en un proyecto de “resistencia armada”, cada golpe que sufre lo asume como parte de la dinámica de una confrontación en curso. Perder a ‘Fabián’, como ha perdido a ‘Gallero’ hace diez meses, a ‘Uriel’ hace un año, a ‘Samuelito’ hace dos años, a ‘Marcos’ hace cuatro, a ‘Diego mugre’ hace 25 años o a Camilo Torres hace 55 años (y la lista es larga), no ha hecho que este grupo desista de su proyecto armado. Allí siguen en, por lo menos, ciento sesenta municipios y con una estructura guerrillera cercana los dos mil combatientes que se apoyan en una red de milicianos que, fácilmente, pueden llegar a seis mil. Tienen finanzas, experiencia y siguen persiguiendo conflictos sobre los cuales se puedan seguir moviendo: es una historia cíclica de subidas y bajadas, y hoy se encuentran, luego de la salida de las FARC de la guerra, en una pequeña expansión.
La única salida viable al conflicto del que participa el ELN es un proceso de paz, una mesa de diálogos y negociaciones para construir, con participación de la sociedad, un acuerdo sobre temas comunes y de interés de los territorios donde han permanecido.
Hoy el ELN anuncia que va a tensionar el conflicto, que va a responder al bombardeo sobre su fuerza guerrillera, de igual forma, y así seguirá este conflicto cobrando vidas: una historia por superar.
Defendamos la Paz propuso un cese unilateral a todos los grupos que ejercen violencia de manera organizada. Fue un pronunciamiento público hace tres semanas que se hizo en estos términos: “Ante el inicio del calendario electoral, el movimiento Defendamos la Paz hace un llamado público a los grupos armados para que inicien cuanto antes un cese al fuego y de hostilidades unilateral, e insta al Gobierno nacional a respetar estos gestos y adoptar acciones encaminadas a la paz total”.
El ELN es soberano de definir su rumbo. Desde el deseo, mejor el camino de la distensión que le propuso Defendamos la Paz que el del anuncio que ha hecho de seguir por el camino del “Ojo por Ojo”, donde la sociedad colombiana va a seguir sufriendo.
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