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El parapolítico, primo de Alvaro Uribe, que vive en un apartamento de Don Berna

Por: Redacción Pares



Lilia Solano vivió en carne propia una de las mayores afrentas a las instituciones colombianas. El 28 de julio del 2004 Salvatore Mancuso junto a otros dos comandantes paramilitares, Ramón Isaza y Ernesto Báez, llegaron al congreso de la Répública. Ramilletes de senadores los aplaudían hasta sacarse callos. Eran recibidos como héroes de la patria. Ese recibimiento era uno de los indicios que lo que señalaban investigadores como León Valencia y Laura Bonilla era cierto: existía la parapolítica en Colombia. Las AUC tenían un sueño, llegar al poder absoluto. Modificar las leyes para ellos legitimar su fortuna. Para eso apoyaron a decenas de congresistas, uno de ellos era Mario Uribe, primo del entonces presidente Alvaro Uribe Vélez.


Los paramilitares sabían que podían aspirar a la  presidencia de la república. Si Pablo Escobar había sido Representante a la Cámara cualquier cosa podría pasar. Lilia Solano estuvo en el congreso y desde el balcón, al lado de muchos militantes que apoyaban a las víctimas del paramilitarismo, como Iván Cepeda, gritaban su rabia. Los sacaron por la puerta de atrás del Congreso.

 

Veinte años después Iván Cepeda es senador y Solano es la directora de la Unidad de Víctimas. Ella ha estado muy activa en los últimos meses. Por una decisión suya la mansión de Montecasino, en el Poblado en Medellín, que alguna vez perteneció a los hermanos Carlos y Fidel Castaño, pasó a manos de Medicina Legal en donde se convertirá en un laboratorio especializado en identificar cuerpos que se encuentran en morgues del país y que necesitan ser entregados a sus familias. Es parte del compromiso de la reparación. También ha hecho denuncias valiosas sobre lo que sucedió con los 400 predios que pertenecieron a Salvatore Mancuso, que fueron entregados presuntamente para reparar a las víctimas en el segundo mandato de Uribe y que se han perdido como lágrimas en la lluvia.

 

Ahora Solano ha hecho una nueva denuncia. Mario Uribe vive en un apartamento que negoció con Diego Fernando Murillo, alias Don Berna. En el año 2011 el primo del expresidente fue condenado a ocho años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir y promover grupos armados al margen de la ley. En el 2020 cumplió su pena y desde entonces vive, según Solano, en un apartamento que perteneció al temible comandante paramilitar. Este apartamento fue un negocio entre Don Berna y el senador Mario Uribe y él todavía vive ahí y todavía miles de víctimas esperan la reparación y tenemos que, así como lo hemos hecho en un diálogo con Mancuso, buscar dónde están esos bienes y que finalmente sean entregados para la reparación de las víctimas".

 

Toda esta información le será entregada por parte de la directora de la Unidad de Víctimas a la Fiscalía para que se haga justicia. Durante el gobierno de Alvaro Uribe se desmovilizaron las AUC. Sus comandantes pagaron parte de las condenas. Fue una justicia a medias ya que muchos no repararon a las víctimas. Justicia y Paz no se caracterizó por el interés de reparar a las víctimas. En las últimas semanas se conocerán más detalles de las decisiones que se tomarán contra Mario Uribe a raíz de esta irregularidad y revictimización de los que lo perdieron todo, hasta la vida, a manos de los paramilitares.

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