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El “Terror” de las Feministas: mas allá de Roro en tiktok

Por: Ghina Castrillón Torres.

Politóloga feminista




Ante la reciente tendencia en redes sociales por los videos de la tiktoker española de 22 años, Roro, muchos hombres, han comentado que mujeres como ella son "el verdadero terror de las feministas" porque son "mejores mujeres". Sin embargo, quiero traer la reflexión de las preocupaciones del movimiento feminista.

 

Roro se ha vuelto viral en TikTok por sus videos en los que cocina para su novio. Este contenido ha desatado un fuerte debate, pero mas allá de ella con sus recetas, es lo que se cocina detrás, ya sea de forma intensional o no, aquella tendencia de las "tradwife" (esposas tradicionales), normaliza los roles de género tradicionales que nos relegan a las mujeres a tareas domésticas y de cuidado.

 

Aunque las "tradwifes" argumentan que su estilo de vida es una elección personal y no un rechazo al feminismo, su popularidad se sustenta justamente en el eco que hacen quienes promueven los valores conservadores que buscan reafirmar la subordinación de las mujeres bajo el disfraz de "elección personal", olvidando, además, que miles de mujeres en el mundo no pueden elegir sobre su existencia. Estos movimientos aprovechan la nostalgia masculina por un pasado idealizado donde las mujeres eran amas de casa abnegadas para promover el rechazo por las luchas que han permitido a las mujeres tener opciones diferentes del hogar.

 

Que una mujer decida libremente qué quiere hacer es una de las grandes apuestas del movimiento feminista.  Y aun cuando las “tradwifes” representan un rol que hemos cuestionado por décadas, de ninguna manera rechazamos o nos aterroriza su existencia, al contrario, luchamos por políticas en las que sean reconocidas las labores del cuidado, históricamente no remuneradas para miles de mujeres que no son Roro. Según la CEPAL, se estima que las mujeres en América Latina y el Caribe dedican entre 22 y 42 horas semanales más que los hombres a las labores de trabajo doméstico y del cuidado, y la media de los países de la OCDE es de 15 horas. Asimismo, según el Banco Mundial, alrededor de 2.400 millones de mujeres en el mundo no tienen los mismos derechos económicos que los hombres.

 

Claro que a las feministas nos preocupa el crecimiento de los movimientos conservadores y cómo interfieren en el avance de las luchas por la igualdad, pero paralelo a esta preocupación, estamos luchando, incansablemente, en un mundo en el que las mujeres seguimos siendo víctimas de feminicidios, violencia doméstica, violencia sexual y trata de personas; además de la desigualdad salarial y la falta de políticas de conciliación laboral y familiar, agravada por la inequitativa carga del cuidado; el restringido acceso a los derechos sexuales y reproductivos; la subrepresentación en escenarios políticos y otras problemáticas que nos cuesta la vida a diario.

 

Si bien el verdadero terror de las feministas no es una mujer que elige cocinar para su pareja, no podemos pasar por alto lo que representan personajes como Roro. Estas tendencias nos recuerdan que nuestra lucha es más que necesaria. No dejaremos de estar alertas a las narrativas que amenazan nuestras victorias.


Continuaremos defendiendo siempre la libertad de Roro y de todas las mujeres para que puedan elegir sobre sus vidas de manera independiente.


Y a los hombres que creen que nos preocupan sus deseos retrógrados, les digo: no cuenten con nuestro cansancio, la lucha feminista es imparable.

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