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ELN amenaza industria petrolera en Arauca

Por: Katerin Erazo


Mientras el Gobierno se prepara para reanudar las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en México, la industria petrolera en Arauca se ha visto afectada por las amenazas de este grupo guerrillero. El 26 de enero, por medio de un panfleto, este grupo amenazó a los trabajadores de la empresa multinacional SierraCol Energy, determinando que no podían continuar con sus operaciones en el departamento de Arauca.


“A partir del 30 de enero del presente año, toda actividad de suministro, transporte y demás negocios con esta empresa SierraCol quedará suspendida hasta nueva orden”, señala parte del escrito. 



Situación similar vivió la multinacional Parex, que también se vio obligada a suspender sus proyectos en los municipios de Tame y Saravena debido a que el pasado 16 de enero sus directivos y contratistas fueron extorsionados y amenazados por el ELN. Por esta razón, la empresa activó sus protocolos de seguridad y se encuentra trabajando con las autoridades para abordar activamente la situación por medio de los procesos de participación establecidos.



A pesar de que en los años 80, cuando arrancó la explotación de petróleo en el departamento de Arauca, este departamento ostentaba el primer puesto en extracción de crudo en el país, actualmente Arauca representa apenas el 12% de la producción petrolera a nivel nacional.


Sin embargo, según Luis Fernando Celis, coordinador de la Línea Región, Migración y Frontera de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), el petróleo ha sido desde los 80 y hasta el día de hoy un factor importante del conflicto armado que se vive en la región. La relación entre las guerrillas y las multinacionales petroleras siempre ha sido conflictiva, los grupos guerrilleros han saboteado durante décadas a la industria del petróleo, ya sea atacando su infraestructura o directamente extorsionando y amenazando.


Un par de casos demuestran esta relación, la construcción del oleoducto Caño Limón – Coveñas, construido por la empresa Mannesman entre 1983 y 1984, y el oleoducto Bicentenario, construido en 2019; en ambos casos se pudo demostrar judicialmente que las empresas pagaron a los grupos armados por las extorsiones recibidas.


Por esta razón, la gran incógnita que deja las amenazas contra las empresas SierraCol y Parex es si este grupo guerrillero espera recibir algún tipo de pago por parte de ellas. Luis Fernando Celis señaló que la guerrilla siempre ha tenido acceso a los recursos de la renta petrolera y destacó que el ELN sí podría tener intereses de negociar unas nuevas dinámicas alrededor del petróleo en el departamento.


Hasta el momento por parte del Gobierno no se ha escuchado algún pronunciamiento frente a esta situación, ni tampoco por parte de los integrantes del ELN que hacen parte de la mesa de diálogo. Para el coordinador de la Línea Región, Migración y Frontera de Pares, esta situación que amenaza al sector petrolero será un tema en el segundo ciclo de negociación que se llevará a cabo este mes. Celis indica que Arauca es central en estas negociaciones, pues uno de los objetivos del proceso de paz es lograr que los territorios puedan tener sus dinámicas económicas libres de violencia, algo que no sucede en Arauca desde hace muchos años.

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