top of page

ELN declara paro armado en Chocó: ¿una amenaza para la paz?


Por: Katerin Erazo


Foto tomada de: Radio y Central dede información PDET


El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha anunciado un paro armado en el departamento de Chocó, sumiendo a la región en una preocupante tensión y planteando un desafío directo a los acuerdos de extensión del cese al fuego recientemente firmados entre el Gobierno y la guerrilla en La Habana, Cuba.


La declaración fue hecha por el frente de Guerra Occidental Omar Gómez a través de un comunicado fechado el 8 de febrero. En este comunicado, el ELN argumenta que el paro, que entrará en vigor a partir de la medianoche del sábado 10 de febrero en el Medio San Juan, es una respuesta a lo que denominan "la presencia del paramilitarismo que arrecia contra la población humilde de este territorio".


Según el ELN, la región de Chocó ha sido azotada por la violencia perpetrada por grupos paramilitares, lo que ha generado una situación humanitaria precaria. Alegan que estos grupos han establecido retenes ilegales en varios ríos de la región, incluyendo el San Juan, Sipí, Cajón, Baudó y Bojayá, lo que impide la libre circulación de las personas y restringe el acceso a alimentos. Además, acusan a los paramilitares de utilizar a los habitantes como escudos humanos para protegerse de las acciones de la guerrilla.


En vista de esta situación, el ELN anunció el paro armado con el supuesto objetivo de salvaguardar la vida e integridad de la población no combatiente. Sin embargo, esta medida representa un desafío directo al reciente acuerdo de extensión del cese al fuego, el cual se había prolongado por 180 días y había incluido el compromiso del ELN de suspender el secuestro.

La declaración del paro armado ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. A pesar de que los enfrentamientos del ELN en la región no son directamente con el Ejército.


Este anuncio llega poco después de la prórroga del cese al fuego bilateral entre el Gobierno y el ELN por seis meses más, en un intento por avanzar hacia la paz en el país. Sin embargo, la persistente presencia de grupos armados ilegales en la región, incluyendo el Clan del Golfo y los Autodefensas Gaitanistas, complica significativamente los esfuerzos por establecer la estabilidad y seguridad necesarias para consolidar la paz.


Según Camila Fernández, investigadora de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), este no es el primer paro armado que el ELN decreta durante las negociaciones con el Gobierno, incluso en medio del cese al fuego. Estos paros armados tienden a ocurrir con frecuencia en Chocó. Es crucial comprender por qué Chocó es el epicentro de estas acciones. La razón principal radica en la confrontación entre el ELN y otros grupos armados, particularmente el Clan del Golfo. Este último tiene una presencia significativa en el departamento, buscando expandirse desde Lurabá hacia el sur y controlar las rutas del Pacífico Chocuano. Por lo tanto, el ELN se enfrenta especialmente en Chocó a conflictos que implican enfrentamientos, confinamientos, desplazamientos y paros armados.


En los ciclos recientes de negociación, se acordó la apertura de un observatorio para monitorear el paramilitarismo. Se espera que este observatorio permita una respuesta más efectiva a las confrontaciones con grupos armados ilegales, como el paramilitarismo, que representa una de las mayores amenazas para el ELN en la actualidad. Sin embargo, es importante reconocer que simplemente analizar y observar estas dinámicas no es suficiente para reducir el impacto en las comunidades afectadas. Por tanto, es crucial que dentro de los Compromisos Éticos y Comunitarios, como se ha mencionado anteriormente en Pares, se aborde también la confrontación con otros grupos armados ilegales.


La decisión de llevar a cabo un paro armado en un territorio tan golpeado como Chocó, justo después de cerrar un ciclo de negociaciones y anunciar la extensión del proceso por otros seis meses, debilita el proceso de paz y socava la credibilidad del cese. Esto afecta especialmente a la población civil, en particular a las comunidades históricamente más afectadas como las del Chocó.


La situación en Chocó ha sido durante mucho tiempo una de las más complejas y violentas del país, con una larga historia de conflicto armado y violencia perpetrada por diferentes grupos. El ELN ha sido uno de los actores principales en esta área, enfrentándose tanto a otros grupos armados como al propio Ejército colombiano.


El paro armado anunciado por el ELN representa un desafío significativo para el proceso de paz en Colombia. A pesar de los avances logrados en las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla, la persistente violencia en regiones como Chocó demuestra que aún queda un largo camino por recorrer hacia la paz verdadera y duradera en el país.

bottom of page