Por: Redacción Pares
Foto tomada de: Panorama Cultural
Un año antes de que ocurriera la explosión del volcán Nevado del Ruiz, el alcalde de ese municipio, Ramón Rodríguez, empezó a advertirle a autoridades nacionales el peligro que se cernía sobre ellos. El represamiento de varios ríos podría causar una avalancha. El 13 de noviembre de 1985 Armero fue borrado de la faz de la tierra. Murieron 25 mil habitantes. Funcionarios del gobierno nunca escucharon el pedido del alcalde de Armero y se escudaron en que había sido una inevitable tragedia natural. Si se hubiera evacuado a tiempo jamás el número de muertos habría sido tan alto.
A casi cuarenta años del hecho al parecer no aprendemos la lección. Un documento que han divulgado varios medios de comunicación hace referencia a los peligros a los que se enfrentan los habitantes de Magangué. En el documento se afirma que de colapsarse el dique del río Magdalena que pasa por Magangué en sólo 30 minutos se inundarían los barrios Girardot y Versalles pero “el área restante se inundaría en un tiempo de hasta 2 horas, ocasionando graves afectaciones sobre la población en infraestructura, incluso con pérdidas de vidas producto de la profundidad esperada del agua y el poco tiempo de respuesta”.
Esta es una situación que viene siendo reportada desde el año 2021. Ya han pasado tres directores de la UNGRD y nadie ha hecho nada. Son 7.000 familias las que se verían afectadas de manera instantánea si esto sucediera. Otro de los fantasmas que se cierne sobre Magangué es lo que sucedió en Caregato.
En mayo del 2024 300 mil personas en La Mojana tuvieron que ver como el rio Cauca se salía de su cauce, producto de las inundaciones, y se llevaba todo a su paso. En su momento los agricultores de la Mojana lloraban desconsolados contando cómo perdieron sus cultivos de arroz, maíz, plátano, yuca, ñame.
En el documento que está circulando y que fue publicado por el Colombiano se da el panorama de lo que podría pasar en todo el municipio: “Cabe resaltar que la pérdida del dique de contención que sirve como protección ante las crecientes del río Magdalena, representa no solo una amenaza inminente para las comunidades aledañas, sino también revela la fragilidad de toda la población asentada en el área urbana de Magangué (...) Es fundamental activar los preparativos de una posible emergencia e implementar medidas preventivas y de mitigación, así como mecanismos de apoyo y protección para aquellos en mayor vulnerabilidad”.
Magangué es el segundo municipio de importancia en Bolívar. En la W Radio el actual director de la UNGRD, Carlos Carrillo, cuestionó al alcalde de esa ciudad, Pedro Alí, por una probable demora a la hora de decretar la “calamidad pública” en el barrio Girardot. “hace dos días declaré la calamidad bajo agua por el oficio de la Unidad porque Magangué todavía no está hundido. Ningún barrio de Magangué está inundado, ahora declaramos la calamidad por el problema del oficio de la Unidad de Gestión del Riesgo”.
La situación se conoce desde hace tres años. El último director de la UNGRD, Olmedo López, quien salió en medio del escándalo de corrupción de los carrotanques en La Guajira, prometió ayudar a las 7.000 familias afectadas pero jamás hizo algo. ¿Lo hará Carlos Carrillo?