Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares
De acuerdo con el sentir expresado por las organizaciones de víctimas con respecto al actuar en los últimos meses del Centro Nacional de Memoria Histórica bajo la polémica dirección de Darío Acevedo, León Valencia —director de la Fundación Paz y Reconciliación—Pares, lanzó una audaz propuesta: “Que las organizaciones de víctimas retiren de allí sus archivos y se los entreguen, en ceremonia solemne, a la Comisión de la Verdad. Esto, en razón, del recrudecimiento de las andanadas —en cabeza del director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Darío Acevedo—; en contra organizaciones de víctimas del conflicto armado.
En ese sentido, el pasado 3 de marzo la Asociación Minga retiró 25 años de recopilación del conflicto que reposaban en 66 cajas, 427 carpetas y 31265 folios correspondientes a al archivo del conflicto armado en la región del Catatumbo. La solicitud de las organizaciones de víctimas es clara: cerrar de manera definitiva las relaciones con el CNMH, mientras Acevedo se mantenga a cargo del mismo. En las calles, las organizaciones han levantado la voz ‘Con la Memoria no se juega’ ha sido la consigna.
Asimismo, Valencia señaló que la Fundación Paz y Reconciliación- Pares tiene 600.000 registros de derechos humanos del CNMH en un sistema de archivo que pueden ser entregados a la Comisión de la Verdad. De esta forma, el llamado de León Valencia a las organizaciones de víctimas, a la sociedad civil y a la opinión pública se configura como una salida a la crisis que vienen enfrentando quienes trabajan día a día por la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición.
Darío Acevedo no es garantía
El riesgo que representaba Darío Acevedo para la memoria histórica del conflicto armado fue advertido por Pares desde el pasado del 30 de enero de 2019, cuando siendo las las 7:27 p.m. en la página de aspirantes a ocupar cargos públicos de la Presidencia, apareció la hoja de vida de un nuevo opcionado para dirigir el Centro Nacional de Memoria Histórica: Rubén Darío Acevedo Carmona. En ese momento, Acevedo aseguró que el presente del CNMH “( ) es fruto del interés político de las guerrillas por imponer una explicación justificadora de sus aventuras y crímenes en ropaje académico”.
Por su parte, en entrevista con la académica y experta en memoria histórica, María Emma Wills Obregón, Pares reseñó, en noviembre de 2019, su concepto acerca de la manera en que Acevedo está dirigiendo el CNMH (Lea aquí la entrevista completa). «El Centro Nacional de Memoria Histórica no se puede convertir en el lugar para hacer memoria sólo con aquellos que están de acuerdo conmigo y tienen las mismas posturas políticas y partidistas que yo. Por el contrario, el esfuerzo de memoria emprendido por el CNMH debe reconocer que hubo víctimas de todos los lados en este conflicto. La categoría “conflicto armado” es justamente la que permite poner a todas las víctimas en el mismo plano moral de reconocimiento.«
Precisamente, la idea de León de Valencia centra a la Comisión de la Verdad como la encargada de velar por toda la información que tienen las organizaciones de víctimas. Justamente, cabe recordar que la Comisión de la Verdad, dirigida por el padre jesuita Francisco de Roux, fue creada después de la firma del Acuerdo Final en el Acto Legislativo 01 de 2017 y el decreto 588 de 2017; que establece que tendrá una duración de tres años, donde recopilará historias y versiones de quienes vivieron el conflicto armado en el país. Después de que se termine el plazo establecido, el grupo investigador presentará un documento donde se conocerán las historias de las víctimas.
La Comisión de la Verdad
Por otra parte, la Comisión de la Verdad hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición –SIVJRNR―, que fue creado como un mecanismo de carácter temporal y extrajudicial. En clave de su razón de ser, la CV tiene tres objetivos principales:
1. Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido, de acuerdo con los elementos del Mandato y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto armado.
2. Promover y contribuir al reconocimiento. Eso significa el reconocimiento de las víctimas como ciudadanos y ciudadanas que vieron sus derechos vulnerados y como sujetos políticos de importancia para la transformación del país.
3. Promover la convivencia en los territorios, en el entendido de que la convivencia no consiste en el simple compartir de un mismo espacio social y político, sino en la creación de un ambiente transformador que permita la resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la más amplia cultura de respeto y tolerancia en democracia.
Ahora bien, hechos como en el que la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia señaló que el Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia era expulsado de la Red Internacional más grande e importante sobre memoria del mundo como consecuencia de no reconocer la existencia de un conflicto armado, constituye un grave y premonitorio antecedente.
Asimismo, el convenio del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) con Fedegán, un gremio que ha estado salpicado por años con hechos que han recrudecido la violencia en el país: despojo de tierras, desplazamiento forzado y nexos con paramilitares; recrudecieron la delicada situación que estaban sufriendo las organizaciones sociales a la que hoy León Valencia presenta una salida contando con el apoyo de las organizaciones sociales de víctimas y la Comisión de la Verdad.
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