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Inicia el sexto ciclo de negociación entre Gobierno y ELN en Cuba

Por: Katerin Erazo, Periodista




Este lunes 22 de enero de 2024 marcó el inicio del sexto ciclo de negociaciones entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en La Habana, Cuba. En el corazón de estas conversaciones se encuentran dos temas fundamentales: la extensión del cese al fuego y el cumplimiento de los compromisos relacionados con la abolición del secuestro.


Antes de la reanudación de la mesa de diálogo, el senador Iván Cepeda, miembro de la delegación de paz del Gobierno, expresó sus expectativas para esta fase crucial. “Las expectativas que tenemos es avanzar en este proceso de paz. En el quinto ciclo logramos resultados precisos y concretos, ahora hay que renovar en el alto al fuego y hacer que su prórroga implique un cumplimiento de compromisos muy serios frente a suspender el secuestro y avanzar en la participación social y ciudadana. En fin, es un ciclo que esperamos sea muy exitoso”, señaló el senador.


Ambas delegaciones se encuentran en La Habana, Cuba, para abordar los dos temas cruciales para el futuro de este proceso: la prolongación del cese del fuego y los compromisos relacionados con el abandono del secuestro. Ambos aspectos tienen como fecha límite el 30 de enero, ya que el acuerdo del cese del fuego, establecido en junio del año pasado, especificó que esta medida estaría vigente por 180 días a partir del 3 de agosto de 2023.


El plazo está a punto de cumplirse el próximo 29 de enero, y José Félix Lafaurie, miembro de la delegación del Gobierno, subrayó en una reciente entrevista con EL TIEMPO que una de las prioridades de este ciclo será establecer el protocolo del cese y su extensión. Este tema se vincula directamente con el acuerdo alcanzado por ambas delegaciones a mediados de diciembre del año pasado.


Cabe señalar que Lafaurie subrayó la prohibición de más secuestros a partir del 30 de enero y la liberación gradual de los secuestrados por parte del ELN. Advirtió que la falta de cumplimiento podría configurar el delito de perfidia, ya que el Gobierno firmó el acuerdo basándose en la buena fe de la mesa de diálogo.


Por su parte, el presidente Gustavo Petro condicionó la prórroga del cese, afirmando que la decisión dependerá de la voluntad de paz del ELN. Además, propuso que El Vaticano sea un mediador en este proceso. La bilateralidad del cese al fuego, iniciado el 3 de agosto, llega a su fin, lo que hace que ambas delegaciones aborden con determinación este sexto ciclo de diálogos en busca de una renovación.


Según Camila Fernández, investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), en líneas generales, los cese al fuego han sido cumplidos, aunque persisten ciertas victimizaciones debido a que estas medidas no abarcan algunas acciones que continúan afectando a la sociedad civil. Entre estas acciones se encuentra el secuestro, el cual no estaba contemplado inicialmente en el Cese al Fuego. Sin embargo, en el ciclo anterior, se logró un acuerdo para detener los secuestros con fines económicos. Otras acciones contempladas y abordadas por este Cese incluyen las extorsiones y el reclutamiento forzado.


Este ciclo busca fortalecer el cese al fuego, evaluando sus impactos y fomentando la participación de la sociedad civil en el proceso de paz. Además, se planea incluir acciones que aún no han sido abordadas por el cese y que continúan afectando a la sociedad civil. Además, un segundo tema central será el fortalecimiento de las zonas críticas tales como Bajo Cauca, el nordeste antioqueño y el sur de Bolívar, priorizadas por la mesa de diálogos. Ver: (¿Cómo concluyó el cuarto ciclo de negociación entre el Gobierno y el ELN?)


Un aspecto crucial de este sexto ciclo es la incorporación de enfoques diferenciales de género y étnicos. En un hecho histórico, por primera vez, una mujer lidera la delegación de paz en una mesa de diálogo. Vera Grabe, antropóloga, ex militante del M-19 y firmante de paz hace 34 años, dedicó su vida a la construcción de paz y la transición de conflictos armados a negociaciones políticas.


En una entrevista con “El País”, Grabe destacó la importancia de abordar el futuro de la negociación. “No solo se trata del fin del conflicto, sino de una nueva historia del ELN. Asumir las responsabilidades propias y verse como parte de la solución”, mencionó. Grave enfatizó el objetivo de cumplir los planes acordados, robustecer el cese al fuego, transformar las zonas críticas, desarrollar los temas étnicos y de género, y cesar los enfrentamientos entre grupos armados ilegales a nivel macro.


Según la investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Pares, uno de los principales desafíos, no solo en el presente ciclo, sino en el conjunto del proceso de diálogo con el ELN, radica en establecer un objetivo a largo plazo para reducir la escalada de enfrentamientos entre grupos armados. Se reconoce que el cese al fuego, aunque opera entre el grupo dialogante y el Gobierno Nacional, no impide que persistan acciones hostiles entre otros grupos ilegales, generando elevados niveles de victimización, especialmente en términos de confinamiento y desplazamiento.


Por ello, uno de los retos fundamentales consiste en transformar los ceses al fuego en ceses de hostilidades, es decir, que aborden acciones que afectan a la sociedad civil más allá de los enfrentamientos con la fuerza pública. Otro desafío crucial es la definición de objetivos a largo plazo, ya que, hasta el momento, la mesa ha abordado temas como la participación, el cese al fuego y la priorización de acciones, pero aún no ha incluido en la discusión la terminación del conflicto con el ELN, el desarme, ni las interrogantes que surgen después del proceso de paz.

En vista de los seis ciclos de negociación o diálogo ya transcurridos, resulta imperativo establecer metas a largo plazo, considerando que el Gobierno de Petro cuenta con aproximadamente dos años y medio de mandato. Es crucial dejar bases sólidas en términos de paz con este grupo armado.


El encuentro en Cuba servirá para aclarar dudas y definir el rumbo continuo de la mesa de diálogo. Este sexto ciclo de negociación representa un momento crucial para consolidar la paz, renovar el cese del fuego y avanzar hacia compromisos efectivos que contribuyan al bienestar de la sociedad civil y al establecimiento de una paz duradera en la región.


 



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