Jaime Granados y su táctica para desestabilizar a Iván Cepeda en el juicio contra Alvaro Uribe
- Redacción Pares
- 25 feb
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Actualizado: 5 abr
Por: Redacción Pares

Este lunes 24 de febrero se reanudó el juicio contra el ex presidente Alvaro Uribe quien debe responder por la acusación del delito de manipulación de testigos y fraude procesal. Era un día clave, un cara a cara con el senador Iván Cepeda quien ha sido reconocido como víctima del ex presidente. Mientras el senador Cepeda llegó de manera presencial en el juzgado 44 de conocimiento de Bogotá, Uribe lo hizo de manera virtual. En su intervención Cepeda reconoció las visitas en el 2009 a comandantes paramilitares que estaban detenidos en cárceles de los Estados Unidos. Entre las visitas se cuenta la que realizó a Salvatore Mancuso. Cepeda afirmó que en esas conversaciones Mancuso le confirmó que había sido extraditado a EEUU porque estaba contando demasiadas verdades. Cepeda también habló de los miedos que tenía Juan Guillermo Monsalve, el principal testigo de este caso, de que le sucediera algo malo a su familia y a él mismo y por eso Cepeda solicitó un cambio de lugar de reclusión.
Cepeda también se quejó ante el juez de las maniobras difamatorias contra él por parte de Uribe que incluyó una carta a Donald Trump y a Elon Musk. En esa publicación el expresidente acusó al magistrado César Reyes, quien fue el que ordenó su detención en el 2020, de haber sido contratista de la agencia USAID, quien ha sido temporalmente cerrada por orden de Musk y cuyos recursos de ayuda a Colombia han sido congelados.
La tensión fue una constante en la reunión. Jaime Granados, quien contrainterrogó a Iván Cepeda, utilizó una táctica para limitar al senador Cepeda quien se ha caracterizado siempre por su elocuencia: limitar sus respuestas al si o al no. Esto ocurrió cuando Granados le hacía preguntas al senador sobre sus visitas a los paramilitares. El experimentado abogado arrinconó a Cepeda y no lo dejó salir del monosílabo como respuesta. Fue tanta la insistencia del abogado que se llevó su regaño por parte de la jueza. Puso de manifiesto la dificultad para que el testigo pudiera responder con tranquilidad.
Granado aprovechó sus intervenciones para mostrarse como una víctima. Primero denunció un hackeo y una amenaza directa en su contra. Mientras trotaba muy temprano por las calles bogotanas fue alcanzado por motorizados quienes lo señalaron con el dedo de manera amenazante y le gritaron “Cuídese, paraco hijueputa”. Este juicio arrancó en el 2018 y, desde entonces, la estrategia de Granados ha sido la de demorar el caso. En Colombia los acusados de crímenes están protegidos por la prescripción. Si este caso llega hasta el 7 de octubre del 2025 el caso se acabará. Uribe tuvo que renunciar a su curul de senador en el 2020 después de ser detenido por orden de la Corte Suprema. Al ya no ser senador su caso sería juzgado por la Fiscalía, en ese momento Francisco Barbosa estaba al frente de esa entidad, era cercano a sus ideas y, sobre todo, a su amigo Iván Duque. Durante cuatro años se intentó cerrar el caso. Pero, con la llegada de Luz Adriana Camargo todo cambió y Uribe se convirtió en el primer ex mandatario colombiano en la historia en ser llevado a un juicio.
La audiencia se reanudará este miércoles 26 de febrero con otra declaración del senador Iván Cepeda.
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