Por: Miguel Ángel Rubio Ospina, Coordinador
Línea Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil
En Colombia los jóvenes representan una parte importante de la población y su participación en el desarrollo del país es esencial. Sin embargo, las juventudes enfrentan diversos desafíos que afectan su bienestar y su capacidad para alcanzar sus metas y sueños.
Una de las problemáticas más urgentes para los jóvenes en Colombia es el desempleo. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) correspondientes al trimestre móvil septiembre-noviembre de 2021, la tasa de desempleo juvenil en el país es del 19,8%. Este índice es especialmente elevado en algunas regiones y sectores económicos y se ha visto agravado por la pandemia de COVID-19 y la crisis económica resultante.
Además, la falta de acceso a una educación de calidad es otro de los retos que enfrentan las juventudes en Colombia. La deserción escolar es una problemática persistente en el país, muchos jóvenes abandonan sus estudios debido a factores como la falta de recursos económicos, la violencia en sus comunidades o la falta de oportunidades laborales. Según el Ministerio de Educación Nacional, la tasa de deserción escolar en educación media en el 2020 fue del 7,1%.
Otro de los desafíos que enfrentan las juventudes en Colombia es el reclutamiento por parte de grupos armados delincuenciales y la economía ilegal. Según el informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en 2021 se presentaron 227 casos de reclutamiento forzado de jóvenes en Colombia.
Ante estos desafíos es necesario que se tomen medidas que promuevan la generación de empleo y el acceso a oportunidades laborales para los jóvenes, así como iniciativas que fortalezcan la formación y el desarrollo de habilidades para mejorar su empleabilidad. También se requiere una mayor inversión en educación, tanto en términos de recursos económicos como de políticas públicas que aseguren una educación de calidad y pertinente para las necesidades de las juventudes en el país.
Además, es importante abordar las causas que llevan a los jóvenes a ser reclutados por grupos armados delincuenciales y a participar en economías ilegales. Esto implica una respuesta integral que aborde factores como la pobreza, la exclusión social, la falta de oportunidades y la violencia en las comunidades.
En cuanto a las propuestas políticas en este ámbito, el Plan de Desarrollo "Colombia Potencia Mundial de la Vida" propuesto por el presidente Petro incluye iniciativas como el programa Jóvenes en Paz, que busca ofrecer alternativas de empleo y educación para los jóvenes que viven en contextos de violencia y la condonación de deudas del ICETEX para que los jóvenes puedan acceder a una educación superior sin tener que endeudarse excesivamente.
Por otro lado, también se ha planteado la eliminación del Esmad, unidad de la Policía Nacional encargada de controlar disturbios y manifestaciones, por su histórico de violencia y abuso de poder en el manejo de la protesta social. La propuesta ha generado debate y controversia, con algunos argumentando que es necesario mantener una fuerza especializada en el control de disturbios, mientras que otros señalan que la disolución del Esmad es un paso necesario para una reforma policial integral que garantice el respeto a los derechos humanos y la protección de la ciudadanía en el contexto de la protesta social. La eliminación del Esmad o su reforma profunda se presenta como una medida para reconstruir la confianza entre la ciudadanía y la Policía Nacional y para garantizar el respeto de los derechos humanos y el diálogo en las movilizaciones sociales.
En conclusión, las juventudes colombianas enfrentan una serie de desafíos y oportunidades en la actualidad. La deserción escolar, el desempleo y la vulnerabilidad a la violencia y la criminalidad son algunos de los principales problemas que enfrentan los jóvenes en el país. Sin embargo, también hay una gran cantidad de jóvenes que están activamente involucrados en la transformación de sus comunidades y trabajando por un futuro mejor para ellos mismos y para Colombia en general. A través de políticas y programas enfocados en el desarrollo integral de los jóvenes se puede ayudar a superar los desafíos que enfrentan y permitirles alcanzar todo su potencial. La participación y el empoderamiento de los jóvenes son claves para construir un país más próspero, justo y equitativo en el futuro.
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