Por: Redacción Pares
Durante más de dos décadas Bashar Al Assad gobernó restringiendo libertades, atropeyando dignididades en Siria. Desde el 2015 ISIS, que es nada más y nada menos que el propio infierno en la tierra, venía avanzando por ese territorio. Los últimos vestigios del imperio romano en el Mediterráneo, los que estaban mejor conservados, fueron destruidos por los terroristas. Pero ISIS en los últimos años se fue desdibujando, en parte por la constante persecusión internacional. El régimen de hierro, como era conocido Al Assad, terminó de deshacerse en la madrugada del domingo 8 de diciembre. Un grupo de rebeldes fundamentalistas conocido como el Hayat Tahrir al Alsam puso a huir Al Assad y su fmailia a Rusia en donde Putin lo recibió “por razones humanitarias”. Putin ha sido el aliado y la razón por la que, a pesar del rechazo internacional, se mantenía en el poder.
En las últimas semanas la suerte se le volteó a Al Assad después de perder tres ciudades vitales: Deraa en el sur, Alepo y Hama en el norte. Lo que se cree es que Al Assad pensó que unos rebeldes jamás lo iban a tumbar estos rebeldes. Fue un operativo relámpago que se completó en 13 días. Hay que recordar que fue el padre de Al Assad que empezó esa dictadura hace más de 30 años. El dictador estaba confiado, contaba con la ayuda de Irán y Rusia. Por eso no podía creer que las gropas de los rebeldes de Hayat Tahrir llegaron a Damasco. Lo hicieron sin disparar una bala. El pueblo Sirio se siente, en medio de la confusión, aliviados. El líder de este líder fundamentalista Abu Mohammed Al Jawani afirmó que esto se trataba “De una victoria de todos los sirios”. Siria, en los últimos años, es el país que más ha desplazado personas a Europa desde hace 15 años cuando Al Assad empezó a perseguir a sus enemigos políticos. Aunque el grupo Hayat Tahrir es un grupo fundamentalista y tiene estos rasgos violentos que caracterizan estos grupos, afirmó que no se cerrará del todo con occidente y que será democrático.
Los rebeldes fueron apoyados por Turquía. Los videos de los actos cometidos por el grupo Hayat Tahrir Al Alsam no invitan precisamente a la esperanza. Apenas entraron al Palacio Presidencial en Damasco se llevaron todo, hasta la vajilla. En el aeropuerto internacional también se vio a miembros del grupo entrando a tiendas y llevando lo que se encontraran al frente. Eso si, el grupo fundamentalista afirmó que se respetarán las vidas de los que alguna vez abrazaron Al Assad y que lo que se intentará es preservar la democracia. Estados Unidos ha visto con buenos ojos la caída de Al Assad quien ha sido acusado incluso de usar armas químicas contra su pueblo. Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, afirmó que Al Assad se cayó porque Rusia, muy ocupado con mantener la guerra en Ucrania, perdió interés en Siria y que esto llevó al colapso de Al Assad. Por ahora no será juzgado por sus crímenes.
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