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La caída de los Ramírez, el poderoso clan que mandaba en Boyacá

Por: Redacción Pares


Foto tomada de: Semando de la República


El lunes 13 de mayo del 2024 Noticias Caracol reveló apartes del interrogatorio efectuado por la Corte Suprema al ex congresista Ciro Ramírez quien está preso en la cárcel La Picota. Pero esta evidencia podría hundirlo aún más. Según la revelación del noticiero el ex senador del Centro Democrático habría protagonizado incongruencias. La razón por la que el ex senador está preso es por el convenio 670 de 2021 firmado por el DPS y la Empresa para el Desarrollo Territorial del Quindío Proyecta por un valor de 48.660 millones de pesos. Según Noticias Caracol “El objetivo del convenio era desarrollar obras de infraestructura vial y superación de la pobreza en municipios del Quindío, Tolima y Valle del Cauca. Para la Sala de Instrucción de la Corte Suprema, el verdadero dueño de ese convenio era Ciro Ramírez”.


En este escándalo está comprometido Pierre García Jaquier, subdirector de proyectos del DPS, hijo del ex senador Carlos García Orjuela a quien lo acusan de recibir casi 1.000 millones de pesos en coimas. Ramírez es hijo de un superpoderoso del Boyacá, Ciro Ramírez Pinzón, también caído en desgracia a comienzos de este siglo por cuenta de las AUC.


En el libro Parapolítica 20 años después, La historia del mayor asalto a la democracia colombiana, que acaba de ser publicado por la editorial Planeta, hay un aparte sobre este clan que dominó durante tres décadas a Boyacá:


En junio del 2023 el castillo de naipes en el que vivía el senador del Centro Democrático Ciro Alejandro Ramírez Cortés se empezó a desbaratar. El testimonio del exgerente de la empresa Proyecta Quindío, Pablo César Herrera, confesó que le entregó miles de millones de pesos a Ramírez para que le ayudara a gestionar negocios usando su poder como congresista. Así haría direccionado 15 contratos en los departamentos de Tolima, Quindío y Valle del Cauca. En la noche del 14 de diciembre del 2023 la Corte Suprema de Justicia lo capturó por los delitos de concierto para delinquir, cohecho e interés indebido en celebración de contratos. Era un nuevo capítulo en la ya extensa novela del clan Ramírez.


En el 2006 su papá, Ciro Ramírez Pinzón, había logrado poder y distinción en su departamento, Boyacá. Había sido, en los años setenta, director regional de Coldeportes, gerente de la Caja de Previsión Departamental y del instituto nacional de Tránsito a comienzos de los años ochenta. Se inició en la política en el partido Conservador y luego fue un activo colaborador de Álvaro Gómez en su Movimiento de Salvación Nacional, una especie de disidencia del partido Conservador, con el que intentó ser presidente de la nación en 1990 cuando perdió las elecciones con César Gaviria. Cuando su relación con Álvaro Gómez le demostró que no le daba la gasolina que necesitaba para llegar al senado, Ramírez se pasó a las toldas del ascendente ex alcalde de Bogotá Andrés Pastrana.


Su edad de oro fue durante la presidencia de Pastrana. En el año 2000 se convierte en su hombre de confianza hasta el punto de que lo pone al frente del partido Conservador. Servil, Ramírez Pinzón incluso proponer unas reformas a la constitución para que su jefe, Andrés Pastrana, se quedara otros cuatro años como presidente.


Como tantos otros políticos se cambió de partido cada vez que sus necesidades se lo exigían. Por eso en las elecciones del 2002 y ante el ascenso imparable de Álvaro Uribe se convierte en un uribista de culto. Llega al senado, pero lo hizo dándole el beso de la muerte a las AUC. Con un creciente poder regional, Ramírez estableció su hegemonía, según lo pudo probar la Corte Suprema de Justicia, aupado en el Bloque Central Bolívar.


El Bloque Central Bolívar fue, territorialmente, la mega estructura paramilitar más grande que existió en el país. Se extendió como un cáncer por los Santanderes, Antioquia, Bolívar, Putumayo, Caquetá, Meta, Risaralda, Caldas, Nariño, Vichada, Huila y también compró consciencias y causó masacres en Boyacá. El comandante era el temible Carlos Mario Jiménez alias Macaco quien designó para que le diera manejo a la fuerte estructura militar a Rodrigo Pérez Alzate, mejor conocido como Julián Bolívar y en el ala política a Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, uno de los tres comandantes paramilitares que fueron vitoreados y recibidos como héroes por la mayoría de los senadores en julio del 2004 en la infaustamente recordada visita de las AUC al Congreso.


Según la Unidad de Víctimas el Bloque Central Bolívar entre los años que respiró, 1997 y 2006 dejó 31.364 víctimas. Unas de las peores masacres que cometieron fue la de 1998 en el barrio El Campin de Barrancabermeja, un puerto en donde tradicionalmente habían sido fuertes los sindicatos y también la presencia guerrillera, un viejo sueño que tenían los afiebrados hermanos Vicente, Carlos y Fidel Castaño: darle duro a los guerrillos donde ellos eran fuertes.

Además, usaron su influencia en políticos como el poderoso senador Ramírez Pinzón. La Fiscalía reunió las suficientes pruebas, reunidas en conversaciones extensas, grabadas y presentadas por dos testigos de lujo que acusaron al senador: Henry de Jesús Gómez alias Mi Sangre, narcotraficante que formó parte del Bloque Central Bolívar y otro narco de peso, Gilberto Saavedra, mejor conocido como El Doctor.


Siendo presidente del Senado Ciro Ramírez se reunió con Mi Sangre en una urbanización llamada Yerbabuena, en las afueras de Bogotá, justo al lado del enigmático Castillo Marroquín. Después de esa reunión Ramírez quedó comprometido con las AUC para hablar en nombre de ellas con algunos de sus colegas. Es tristemente célebre la frase en donde Miguel Arroyave dice que “Ciro Rodríguez es el hombre que nos va a abrir a los paras las puertas del Congreso”.

Cuando justamente estaba en el cenit de su poder, convirtiéndose en un hombre de confianza del todopoderoso presidente Uribe, cuando era capaz de mover él solo 40 mil votos en su departamento, Boyacá, en donde podría nombrar a dedo a un candidato a la gobernación o a la alcaldía de Tunja de su propia guardia pretoriana, la Corte lo acusó de estar vinculado y recibir ayudas de los paramilitares. No le quedó de otras que renunciar a su curul.


En el año 2011 fue condenado a 90 meses de prisión por sus vínculos con el Bloque Bolívar. El 30 de julio del 2023 a sus 72 años murió el viejo cacique en su casa en Chía. Uno de los primeros políticos en lamentar su muerte fue Alvaro Uribe quien dijo en Twitter: “Falleció Ciro Ramírez Pinzón. Nuestra solidaridad con su señora, con sus hijos, con el Senador Ciro Alejandro. Los acompañamos en esta hora querida familia”.


Fue el propio Uribe quien para las elecciones del 2014 reencauchó a su hijo, Ciro Ramírez Cortez, para que aspirara a la Cámara por Boyacá. De ahí, siempre en las toldas del Centro Democrático, paso al Senado en el 2018 en lista cerrada y cuatro años después obtuvo la décima votación con 50. 632 votos. Ahora, en una estrecha celda en La Picota, Ramírez Cortez esperará que se defina su situación judicial, algo que podría tardar meses.

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