Por: Redacción Pares
Desde su posesión el 7 de agosto del 2022 Gustavo Petro quiso posicionarse como un líder global, que liderara preocupaciones que le atañen no sólo al país sino al mundo contemporáneo. La protección del medio ambiente es una de sus banderas. La preocupación le ha traído críticas descarnadas. La necesidad de ir hacia la Transición energética, su posición vehemente contra el fracking, le granjearon enemigos pero también lo ubicaron como un referente continental de defensa al medio ambiente. Uno de los grandes logros fue conseguir que Colombia fuera sede de la COP 16.
En un país sin tradición de defensa al medio ambiente pocos sabían la importancia de este logro. No se conocía que COP significa Conferencia de las Partes y que tuvo su orígen en la Cumbre de Rio en 1992, la misma que sembró la semilla del Acuerdo de Escazú, la gran defensa que tienen los cada vez más acorralados líderes ambientales en el mundo. En esa cumbre se consigue otro acuerdo histórico, la Agenda 21, firmada por 133 países y era un Convenio sobre la Diversidad Biológica. Para asegurar ese cumplimiento se crea la COP. Esta junta se reúne cada dos años para hacer balance de los logros conseguidos por los países suscritos. Para hacer efectivos estos cambios es necesario cambiar las leyes de cada país. Por eso a una parte de los poderosos de Colombia esta posición tan tajante de un gobierno empecinado en cambiar las costumbres ambientales, les molesta profundamente este encuentro que se realizará en Cali.
El 14 de diciembre del 2023, gracias a la gestión de una de las funcionarias en las que más confía el presidente, la ministra Susana Muhammad, se hizo oficial que Colombia sería sede del evento. Dos ciudades se disputaron ese honor. El 20 de febrero del 2024 Cali se impuso a Bogotá tras una extensa deliberación. Colombia ya había sido sede de eventos globales muy importantes. Uno de ellos fue en 1995 cuando el gobierno Samper fue anfitrión de la Cumbre de los no alineados en donde se contó, entre otros líderes, al icónico Yasser Arafat, además del comandante Fidel Castro. Pero jamás había sido la anfitriona de un evento que aglutina a representantes de más de 190 países. Se espera que sean 12 mil las personas que visitarán Cali entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre.
Una de las razones por las que se escogió a Cali fue su clima privilegiado, sus ríos suntuosos, su flora y su fauna. Cali cuenta con diez ecoparques que suman 1.681 hectáreas. Posee además 521 especies de aves. El departamento donde está ubicado, el Valle del Cauca, cuenta con 35 ecosistemas, 500 especies de peces, 163 de anfibios, 135 especies de reptiles, 210 especies de mamíferos y 5.000 especies de plantas. No fue un capricho que esta ciudad fuera la sede del evento ecológico más relevante del mundo.
El gobierno Petro supo hacer relevancia en las virtudes geográficas que tiene un país que cuenta con páramos que forman ríos y con una parte muy importante del Amazonas en el sur de su territorio. En la última COP los países suscritos a este acuerdo se comprometieron a cuidar el 30% del planeta. En esta COP se revisará en que estado se encuentra el marco mundial de biodiversidad Global Kunming-Montreal y si los países están cumpliendo los compromisos asumidos. También “deberá finalizar y operacionalizar el mecanismo multilateral sobre la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización a través de la información secuencial digital sobre los recursos genéticos”.
Colombia y su capital Bogotá están a punto de sufrir una crisis energética debido a una sequía que se ha extendido más tiempo del que se presupuestaba y que es el reflejo de la irresponsabilidad con la que se ha manejado la minería y la tala de árboles en lugares claves como la Orinoquía o el Amazonas. La COP 16 es la confirmación que el gobierno Petro se ha consolidado como uno de los referentes de la conservación del medio ambiente en el continente.
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