Por: Redacción Pares
A finales de diciembre, mientras el país se dejaba mecer por las fiestas de navidad, la JEP hacía pública un descubrimiento revelador: las madres del casi del centenar de desaparecidos que dejó la Operación Orion, en octubre del 2002, no estaban presas de un ataque esquizofrénico cuando afirmaron que muchos de sus hijos estaban sepultados en la Escombrera. Recién posesionado Alvaro Uribe como presidente ordenó a miembros del ejército, quienes aceptaron realizar una operación conjunta con el Bloque Nutibara de las AUC, la toma de la Comuna 13 de Medellín. Durante cuatro días duró el ataque. Como sucede en las historias del conflicto en Colombia fue la población civil la que más sufrió. Diferentes organizaciones de la sociedad civil les creyeron a las madres sobre lo que decían, La Escombrera era una fosa común. Se encontraron dos cuerpos que correspondían a los años 2002 o 2003 lo que podría corraborar la teoría de que en ese lugar fueron ejecutados ciudadanos en los meses en los que las AUC tuvieron todo el control de esa comuna 13. Varias semanas después aparecieron dos cuerpos más que ya han sido completamente identificados.
La diligencia de la JEP, conjunto con los trabajos de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidos, dio frutos históricos: comprobaron que “las cuchas tenían razón” como reza el grafiti dejado cerca al Terminal del Norte en Medellín y que provocó la ira santa del alcalde de Medellín quien ordenó taparlo.
Pero en las últimas semanas ha saltado a la luz pública las chispas que ha producido dentro de la UBPD la actitud que ha tenido la JEP a la hora de dar a conocer los resultados obtenidos en esa búsqueda. La Unidad de Búsquedas ha expresado su molestia porque la JEP no ha respetado los protocolos establecidos llevando, por ejemplo, a periodistas al sitio donde está ocurriendo la exhumación de los cuerpos. Tal y como lo divulgaron en una nota en el diario El Espectador “El día de la rueda de prensa en La Escombrera, los periodistas estaban ubicados casi a un metro de donde estaban algunos restos óseos”. Es que la JEP debe garantizar que estos sitios permanezcan sin ser contaminados. No hay que olvidar que estas son escenas de crimen y deben ser protegidos.
Una de las abogadas que representa a las víctimas de La Escombrera expresó la molestia que ha causado la JEP por haber revelado la identidad de una de las víctimas a pesar del pedido que había expresado las familias de no hacerlo. María Victora Fallón, la abogada en cuestión, afirmó lo siguiente: “La Unidad de Búsqueda les cumplió. La JEP haciendo caso omiso de esa solicitud, violando el derecho a la intimidad reconocido en el art. 11 de la Convención Americana de Derechos Humanos, publicó amplios detalles que permitirán en breve su identificación”.
Hay que aclarar que la JEP no ha revelado oficialmente los nombres pero si entregó detalles puntuales que permitirían la identificación de estos cuerpos. Las razones de ese recelo son perfectamente comprensibles ya que bastante han tenido que soportar la presión durante más de 20 años que se reflejan en amenazas concretas, intimidaciones y evitar a como de lugar el foco público. El anonimato será fundamental para seguir adelantando estas investigaciones que giran en torno a grupos de poderosos que participaron en la Operación Orion.
La UPBD fue creada parahacer el trabajo operativo, técnico, son los que buscan a los cuerpos y la JEP lo único que debe hacer es otorgar una medida cautelar solicitada a 16 sitios en el país entre los que estaba La Escombrera, esto debe generar un compromiso para no contaminar el sitio, para que Medellín brinde todas las garantías, los recursos para la protección del lugar. Este era un trabajo que ya se venía haciendo con las organizaciones. La JEP puede aportar con la medida cautelar pero esto no tiene nada que ver con la búsqueda de estas personas.
Esto no se debe politizar, esto es para aliviar el dolor de los familiares de las víctimas. La JEP tiene una misión y es adelantar macrocasos de guerrilla y fuerza pública. Pero la misión de la búsqueda es de la UPBD. En el caso puntual de la Escombrera se le pidió al magistrado Salazar que no fiera información sobre la identificación del cuerpo. Hay que recordar que Medicina Legal solo entregó algunas características del cuerpo, es que aún no ha terminado el examen perital.
La molestia de los familiares de víctimas tiene que ver exactamente es con el exceso de protagonismo que está asumiendo la JEP en un caso en donde no tiene tanta injerencia.
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