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La Fragmentación de los Partidos Políticos en Colombia. Capítulo 5. El nuevo “centro” nace dividido: Dignidad y Compromiso, Nuevo Liberalismo y Verde Oxígeno

Por: Oscar A. Chala y Diego Alejandro Pedraza

Investigadores de la Línea de Democracia y Gobernabilidad





La fragmentación política de los partidos en Colombia ha sido una constante en los últimos años y más ahora que el primer gobierno de izquierda ha abocado a los partidos al cuestionamiento interno de que son en materia ideológica. 


La ciudadanía se pierde, se desilusiona y se aleja cada vez más de la política tradicional electoral, pero mucho más de las estructuras partidistas que supuestamente enarbolan las banderas ideológicas que se deben esgrimir en medio de los movimientos políticos del espectro nacional. 


Es en medio de estas rupturas y de esta crisis de identidad que los partidos políticos transitan hacia una fragmentación total, donde los partidos minoritarios aparecen como una oportunidad para que la ciudadanía se inserte nuevamente dentro del espectro político. En esa crisis que ha venido destruyendo y rompiendo el interior de los partidos más hegemónicos y consolidados, aparecen movimientos como Dignidad y Compromiso, el Nuevo Liberalismo y el Partido Verde Oxigeno, que se mueven dentro del límite y que comienza a formularse como aquellos que tomen el electorado que hoy en día va a quedar suelto. 


Dignidad y Compromiso: Entre el pasado, el presente y el futuro incierto. 


Fuente: El Colombiano.



El primer partido de estos nuevos emergentes que se ven con proyección de supervivencia en el espectro político que comienza a levantarse para 2026 es Dignidad y Compromiso, la colectividad fundada por el exsenador Jorge Enrique Robledo, y que en 2023 se fusionó con el movimiento de Sergio Fajardo. 


La historia de Dignidad y Compromiso tiene su punto de partida con la implosión interna del Polo Democrático en 2021. Para ese entonces, el Senador Jorge Enrique Robledo anunciaba su salida del Congreso, donde llevaba más de 20 años y era considerado como el “mejor congresista” de Colombia. 


Ante los cánticos que anunciaban el trasegar del Polo hacia la campaña de Gustavo Petro, Robledo decidió mover su facción del MOIR hacia la independencia. En medio de esa trifulca y con la asunción de Alexander López Maya como figura central del “nuevo Polo”, Robledo impulsó un proceso de escisión que terminó con la salida de su movimiento. 


La colectividad nació de la entraña del MOIR y desde ahí y con la venia de Robledo comenzó la campaña de 2022, en la cual Robledo fue parte de la Coalición de la Centro Esperanza y Jennifer Pedraza, una exlíder estudiantil cercana al exsenador, relevante por su rol como exrepresentante estudiantil ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional, con la que negoció con el gobierno Duque en el paro de 2018, así como parte de la mesa del Paro Nacional de 2019 y 2021, sería quien se plegaría bajo su ala y lograría ser la única congresista electa para 2022.


Los resultados sembraron la preocupación de que el partido no superviviera y, por consiguiente, en 2023, las alianzas con Sergio Fajardo se materializaron en la fusión de Dignidad con Compromiso Ciudadano, el movimiento político del exalcalde y que había sido su plataforma político-electoral durante los últimos 10 años.


Con Fajardo el movimiento adquirió otro aire, sin embargo, la figura de Robledo comenzó a desgastarse, más cuando el exsenador quiso a toda costa imponer su nombre dentro de la colectividad. Robledo ha perdido arraigo y fuerza, lo que ha vuelto a Jennifer Pedraza como su voz más disidente. Hoy la representante se avizora como la líder del partido, y con su facción “Primero la Gente”, ha venido ganando espacios que la pueden consolidar como una de las figuras más relevantes de la centroizquierda hacia el futuro.


¿Cómo le fue al Partido Dignidad en los últimos procesos electorales?


El primer capoteo que tuvo el partido Dignidad a nivel electoral fue en las elecciones legislativas de 2022, cuando se presentó en la coalición del Partido Alianza Verde y la Centro Esperanza en lista abierta a Senado y Cámara de Representantes. De allí, el partido tuvo representación con una curul en Cámara, con Jennifer Pedraza, quien ganó en Bogotá con 22.809 votos. En Senado, Dignidad y Compromiso no obtuvo ninguna curul.



Fuente: Cifras de votos de Cámara de Representantes - Datos Electorales — MOE


A nivel regional y local, en las elecciones de 2023 Dignidad y Compromiso llegó a ganar 2 alcaldías propias y 11 alcaldías en coalición, según datos del Centro de Estudios para la Democracia de la Universidad del Rosario DEMOS-UR. Asimismo, tiene 2 diputados en Asambleas a nivel departamental en todo el país, como 32 concejales.


Con estas cifras, es complicado señalar cómo se ha estructurado el partido a nivel territorial, debido a que son números muy preliminares para un partido que en estos momentos se encuentra en emergencia, y que solo en las elecciones legislativas de 2026 y locales de 2027 podría mostrar, en su tendencia en términos de si crece o ha llegado a su techo. Lo que sí es posible enunciar es que, de acuerdo con los datos de la MOE y la Registraduría, el partido Dignidad tiene mayor presencia urbana en ciudades como Bogotá, donde tiene una fuerte base sindical y presencia en el movimiento estudiantil.


Del mismo modo, queda por ver si el partido tiene la capacidad de traducir en votos la herencia que dejó Jorge Enrique Robledo, especialmente luego de la ruptura sufrida con Jennifer Pedraza, tras la postura más abierta a negociar que la representante ha tenido con otros bloques de la centroizquierda y el progresismo.


Hay que recordar que Robledo obtuvo, en su mejor momento, un caudal electoral de 229.276 votos en las elecciones de 2018 a nivel nacional, quedando tercero por detrás de Álvaro Uribe Vélez y Antanas Mockus, y que en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá en 2023 obtuvo 34.658 votos.


Para la representante Pedraza, la idea del proyecto de Dignidad y Compromiso es ampliarse a un público mucho más joven, para fortalecer las bases del partido de cara hacia los comicios de 2026 y 2030. “Aún en ese contexto, fuimos a las elecciones territoriales con una unas candidaturas muy importantes del movimiento juvenil, o sea, nosotros estamos en la apuesta —creo que es estratégico— de convocar a gente joven, gente del movimiento social y del movimiento de mujeres; recoger esas causas y crear una nueva generación dentro del partido, porque cuando a mí me dice la gente “ah, es que ese es el partido de Robledo”, debo aclarar que también es mi partido”, afirma la representante.


El otro gran reto que tiene el partido es su fusión con Compromiso Ciudadano, el movimiento político de Sergio Fajardo, con el que buscan tender puentes entre sus tendencias de centroizquierda y parte del movimiento de centro antioqueño que se ha visto reflejado en las administraciones de Fajardo como alcalde y gobernador.


Inicialmente, estas diferencias, según Pedraza, se mantienen en el plano de lo ideológico, pero el proyecto de unidad con Compromiso Ciudadano se ha concentrado en consolidar un proceso social y político mucho más amplio. En palabras de la representante: “Sabes que la izquierda siempre ha intentado ser monolítica —como posturas desde el centralismo democrático de Lenin— y yo creo que esa es una herramienta valiosa. Sin embargo, en un partido que es una amalgama de sectores diferentes que nos unimos porque compartimos unos principios —que yo diría que son muy escasos en política— decidimos permitirnos tener esos matices, y que esos matices hagan también atractivo el partido” señaló.


El Nuevo Liberalismo: la nueva apuesta de los Galán que coquetea con los poderes de antaño


Fuente: Semana.com


El segundo movimiento es El Nuevo Liberalismo de los hermanos Galán. El antiguo partido de Luis Carlos resucitó para convertirse en una de las fuerzas políticas con mayor proyección de cara al 2026.


Nace nuevamente en 2021, cuando recuperaron la personería jurídica perdida en los 80, por cuenta de una sentencia que afirmaba que el Nuevo Liberalismo había sido un partido víctima de exterminio por cuenta de fuerzas estatales y fuerzas fuera del estado colombiano. Los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán se movieron para revivir la imagen y la figura de su padre, Luis Carlos Galán, inmolado por las balas del narcotráfico en 1989.


A partir de ahí han venido construyendo partido, moviéndose por todos los fueros y recuperando el espacio dentro de la ideología liberal que se ha tirado hacia el espectro político del centro. Esa misma que se perdió en el momento en que los fundadores y miembros del Nuevo Liberalismo que hicieron parte del proceso fundacional de Cambio Radical perdieran la partida ante el poderío de Germán Vargas Lleras.


Su primera incursión tras la sentencia fue en las elecciones de 2022, donde presentaron listas al Senado y a la Cámara, y creyeron que la imagen de Luis Carlos sería suficiente para revivir el poder político del partido.


Pero los primeros resultados no los acompañaron, quedando sin curules en el Senado al no alcanzar el umbral de votación y con solo un escaño en la Cámara de Representantes. Pero ese nacimiento fue el punto inicial para moverse dentro del espectro político y ahí comenzaron a cooptar esos votos liberales huérfanos y a los votantes de un Partido Verde que caía en desgracia.


Su gran asalto —que es el que hoy nos permite pensar que el partido se mueve con vientos a favor y con la expectativa de crecimiento en 2026— lo dan en la alcaldía de Bogotá en 2023 donde, Carlos Fernando Galán resultó electo por un amplio margen y donde el partido terminó obteniendo mayorías de gobierno.


Para 2026 volverán a intentarlo, quizás les falte, peros sus movimientos y la posibilidad de que la colectividad adquiera los remoquetes necesarios para cimentar una candidatura solida en 2030 serán fundamentales para la supervivencia del partido.


La fuerte emergencia de Nuevo Liberalismo en su panorama electoral


A diferencia de otros de los partidos emergentes desde el llamado “centro” político, los primeros encuentros electorales que tuvo Nuevo Liberalismo fueron una dicotomía. Por una parte, sus resultados en las legislativas de 2022 fueron pobres, lo que les impidió llegar con una lista cerrada en cabeza de la periodista Mabel Lara a ocupar escaños en el Senado, mientras que tuvo solamente una curul en Cámara de Representantes con Julia Miranda. Para Senado, Nuevo Liberalismo obtuvo solamente 368.345 votos, mientras que en Cámara el partido obtuvo 282.271 votos.


El salto sucedió en las elecciones regionales y locales de 2023, donde según datos de DEMOS-UR, el partido logró llegar a más de 60 alcaldías (9 propias) con un rango de efectividad del 33.3%. Es decir, que de las 153 alcaldías a las que se presentaron en coalición, lograron llegar a 1 de cada 3. Frente a las alcaldías en solitario, el porcentaje es mucho menor (5,1%), y en total tuvieron una tasa de éxito del 18,2%. Es decir, que lograron llegar casi a 1 de cada 5 alcaldías a las que se presentaron tanto en solitario como en coalición con otros partidos. Además, el partido presentó 177 candidaturas propias y avaló 153 candidaturas en coalición.


Frente a esas coaliciones, Nuevo Liberalismo se plegó con los partidos más cercanos a sus orígenes: el Partido Liberal y Cambio Radical. Del mismo modo, tendió puentes con el Partido de la U y con los Conservadores. Con el partido ASI también estableció la mayoría de estas coaliciones, lo que permite entender que se siguen moviendo dentro de una lógica política mucho más pragmática que ideológica.



Fuente: Demos-UR


Este crecimiento se consolidó con el triunfo de Carlos Fernando Galán como alcalde mayor de Bogotá, con 1.499.734 votos, así como obtuvo 8 curules en el concejo de Bogotá en coalición con el desaparecido partido En Marcha, y logró 404.399 votos en aquella corporación, siendo la segunda fuerza política de la ciudad, por detrás del Partido Alianza Verde y delante del Pacto Histórico.


Del mismo modo, Nuevo Liberalismo logró llegar al poder las alcaldías de Cali y Cartagena en coalición, y también logró incursionar en algunas alcaldías en la Costa Caribe, entrando a disputarse escenarios de poder con partidos tradicionales (como el Liberal y el Conservador) y con partidos ligados a estructuras clientelares (Partido de la U, Cambio Radical). Queda por ver si en las legislativas de 2026 y las regionales de 2027 logra consolidar su presencia allí, ya sea a través de alianzas con partidos o con estructuras clientelares, y se sostiene en esta región.

Como tal, el partido Nuevo Liberalismo ha tendido a tener una presencia difusa mucho más nacional.


Fuente: Demos-UR



Partido Verde Oxigeno: Ingrid y el que llegue


Fuente: El Tiempo.


El último de los partidos minoritarios que tiene proyección es el Verde Oxigeno de la excandidata presidencial, Ingrid Betancourt. El partido nacido en 1998 vive una segunda vida después de que se le retornara su personería jurídica perdida en 2005 mientras Ingrid Betancourt vivía el flagelo del secuestro por parte de las FARC.


En 2021 cuando retorna a la arena política entra parcialmente en la Coalición de la Centro Esperanza, sin embargo, las diferencias de Ingrid con algunos de los miembros de la coalición terminaron sacando al partido de la carrera presidencial. Pero para ese entonces ya era muy tarde para salir de las listas al congreso, razón por la cual, Humberto de la Calle y David Carvalho terminaron siendo electos gracias al caudal mismo que tuvo la lista.


Ideológicamente el partido nace como una facción del liberalismo inconforme que buscó alejarse del oficialismo por cuenta del desgaste de la practica clientelar. Aproximándose más a un espectro de izquierda y centro izquierda, sin embargo, el flagelo que sufrió Ingrid ha generado que el partido tenga desavenencias con la figura política y el estatus adquirido por las antiguas FARC.


Por esto en 2011 cuando Ingrid vuelve al país, su posición ha sido más de oposición frente al acuerdo de paz y frente a las políticas de izquierda. Hoy en día el partido se ha abierto más a la política, permite que lleguen más personajes de dudosas reputaciones y espera mantenerse en ese aire entre el centro y la centro derecha con el fin de llamar la atención de figuras políticas que le teman al rotulo de la derecha y que con su caudal electoral busquen cabida en donde caigan.


Los resultados electorales del Partido Verde Oxígeno en 2022 y 2023


El partido de Betancourt también se lanzó al ruedo electoral en las elecciones de 2022, dentro de la lista de la Coalición Centro-Esperanza. Para estos comicios, obtuvo un escaño en Senado, con el exnegociador de paz, Humberto de la Calle, y un escaño en Cámara con Daniel Carvalho Mejía.


En las elecciones regionales de 2023, el partido obtuvo 3 alcaldías propias y llegó a 12 en coalición con otros partidos. No logró poner concejales y diputados, ni tampoco llegó a avalar a ninguno de los gobernadores electos, por lo que es muy complicado tener una visión territorial del mismo, más porque ha sido un partido difuso, con pocas claridades ideológicas y en las que existen fuertes discrepancias frente a las posturas políticas de su directora, Ingrid Betancourt.

De hecho, las causas de su ruptura con la Coalición Centro-Esperanza se encuentran allí, pues fueron diferencias con Alejandro Fajardo y Carlos Amaya frente a potenciales apoyos que el partido recibió de otras coaliciones y figuras políticas cercanas al gobierno Duque, junto con su viraje hacia posturas más hacia la derecha lo que terminó llevándola a la independencia y, posterior a las elecciones presidenciales —donde Betancourt apoyó a Rodolfo Hernández—, a la oposición.


Fue esta postura la que terminó generando diferencias con sus únicos dos congresistas electos, a los que terminó expulsando del partido en julio de 2022.


La proyección del partido Verde Oxígeno, a diferencia de los partidos Dignidad y Nuevo Liberalismo, ha sido más bien pobre. Sin ejercicios visibles de democracia interna ni consolidación de bases políticas y electorales, el partido se sostiene esencialmente por la personería que el Consejo Nacional Electoral le dio en diciembre de 2021 y por la presencia pública de Betancourt, que con el paso de los meses se ha decantado, lo que pone en riesgo su supervivencia hacia las elecciones de 2026.


Además, al partido se le observa como un potencial reservorio para figuras políticas que no se sienten cómodas en partidos como el Verde, que ha sido uno de los más afectados con esta fragmentación, y para pequeños movimientos y figuras políticas sin partido que los avale, pero con proyección política futura. De hecho, antes de la ruptura, Gaviria y Amaya habían recibido el apoyo de Verde Oxígeno dentro de la Coalición de la Centro-Esperanza.



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