Por: Redacción Pares
La Carolina, en Yarumal, Antioquia, es una de las veinticuatro grandes propiedades de los Uribe Vélez en Antioquia. Para los que no lo saben esta familia tiene fortuna. La heredó de su padre, Alberto Uribe Sierra, y la acrecentaron sus hijos. Alberto Uribe fue asesinado en 1983 mientras aterrizaba en su hacienda, Las Guacharacas. Uno de sus hijos, Álvaro, hizo campaña exitosa hasta la presidencia afirmando que a su papá lo habían matado las FARC y que él era una especie de vengador. La verdad no es clara la participación de este grupo guerrillero en ese ataque. Uno de los primeros libros que desentrañó los entresijos del poder y el narcotráfico fue Los jinetes de la cocaína del periodista Fabio Castillo, un libro que no le debe gustar demasiado al ex presidente y a su familia. En él se afirma que tenía vínculos directos con el clan Ochoa, uno de los miembros del Cartel de Medellín, socios de Pablo Escobar. Los Ochoa, después del secuestro de Martha Nieves, la hermana menor del clan, arman el MAS, Muerte a Secuestradores, uno de los primeros grupos paramilitares que se movieron en el país. En 1982, afirma Castillo, Uribe Sierra fue detenido con fines de extradición a los Estados Unidos, pero los contactos que tenía Álvaro Uribe lo salvaron. Un año después lo asesinarían.
Entre todas las propiedades que heredó Santiago Uribe se amañaba mas en La Carolina. Recuerda la periodista Olga Behar en su libro El clan de los doce apóstoles que Santiago se mudaría a este lugar donde fundaría este grupo paramilitar. La legendaria periodista vallecaucana se consiguió un testigo de excepción, el mayor Juan Carlos Meneses, quien después compadecería ante la JEP y es el principal testimonio contra el hermano del ex presidente. El pasado 17 de junio reiteró que Santiago Uribe era auspiciador de paramilitares. Está condenado a 27 años de prisión por homicidio y fue el ex comandante de la policía de Yarumal por lo tanto sabía muy bien los nexos entre fuerza pública y paramilitarismo.
A Behar Meneses le contó lo siguiente: “Usted llegaba a la hacienda La Carolina y encontraba gente armada, con fusiles y uniformados. Usted pensaba “es el ejército” pero no, al mirarles los fusiles R-15 o el AK 47, se daba cuenta que no eran soldados, esas no son armas que el ejército manejaba. Ya por esa época los paramilitares consiguieron buen armamento”. Meneses afirmó que se encontró varias veces con Santiago Uribe y le mostró que, detrás de la plaza de toros que tenía en La Carolina, había una pista para entrenar paramilitares. “Allí era donde entrenaba físicamente a los que después participaban en las acciones ordenadas por Santiago Uribe. Yo estaba aterrado, impactado, porque mientras íbamos caminando por los terrenos, muy bonitos y bien cuidados, me decía que políticamente él estaba muy bien conectado, tanto así que su hermano, que había sido senador, tenía segura la Gobernación de Antioquia. Me decía que tenía el apoyo de todo el mundo y yo entonces pensaba: esto está orquestado con todo el Gobierno, está amparado en los altos mandos militares”.
Estos eran los años 1992-1993. Cuatro años después Santiago Uribe Vélez fue interrogado por el accionar de los 12 Apóstoles, nombre con el que se conocería este grupo. En 1999, por falta de pruebas, archivan su caso y este duerme hasta el 2010 cuando aparece el testimonio de Meneses. Él llegó a Yarumal en 1993 a ser comandante de la policía. Reemplazaba a un oficial de apellido Benavides quien le dijo que tenía que ayudar a un grupo que operaba en la zona y que hacía Limpieza Social. Según le contó a Verdad Abierta “el grupo tiene un jefe que se llama Santiago Uribe Vélez, quees el hermano del (entonces) senador Álvaro Uribe. Él es un ganadero de la región que tiene la hacienda cerca de Yarumal, la hacienda La Carolina. Él es el jefe de este grupo paramilitar”. En varias reuniones Meneses acordó apoyar a los 12 apóstoles, realizar casi que una labor conjunta. El nombre del grupo se debe a que uno de sus integrantes era un sacerdote de apellido Palacios quien cargaba una biblia hueca donde escondía su pistola. Aunque Meneses estuvo sólo tres meses en Yarumal fue testigo de dos acciones del grupo.
Meneses no es el único testigo contra Santiago Uribe. De él ha hablado Salvatore Mancuso y un ex trabajador de la finca llamado Eunisio Pineda Luján. Lo increíble del caso de Santiago Uribe es que después de dos años de haberse acabado las audiencias no hay veredicto sobre su caso. Este es un proceso que lleva 26 años y que ha demostrado que en Colombia, si se tiene poder, las investigaciones pueden dormir hasta extinguirse.
Commentaires