Por: Iván Gallo

El 30 de septiembre del 2024, un día después de haber sido asesinado Juan Carlos Rodríguez Agudelo, mejor conocido por su alias de Zeus, el Clan del Golfo emitió un comunicado denunciando que la operación llevada a cabo por el ejército se trataba de “una masacre oficial”. En un aparte del comunicado se dejan leer frases como estas: “Los gaitanistas fueron reducidos y, en estado de indefensión, fueron ultimados, con alevosía y crueldad”.
Unos meses atrás, el 21 de abril del 2024, “Zeus” acaparó los titulares de la prensa colombiana. Junto con otros 17 internos se escapó de una estación policial en Cúcuta en donde estuvo detenido después de haber sido capturado el 10 de abril cuando se transportaba en una Toyota cargada de un arsenal considerable. Fue trasladado desde Pamplona a Cúcuta donde se dio la fuga. De las 17 personas que salieron del penal con él ocho fueron recapturados y otros dos fueron abatidos por la policía.
Zeus fue perseguido durante cinco meses por la fuerza pública. La operación para recapturarlo se llamó Operación Armagedón II. Fue ubicado en la zona rural de San Francisco, Antioquia. Junto a él cayeron siete de sus hombres pertenecientes al bloque Magdalena Medio del Clan del Golfo. Además de estos hombres fue asesinada una mujer de 51 años. Al momento de su muerte este ex oficial del ejército -alcanzó el grado de mayor general- contaba con una fortuna de 11.700 millones de pesos. Pocos días después de su muerte la DIJIN ocupó 13 bienes que le pertenecían.
Nacido en Tunja, el 16 de junio de 1969, Rodríguez Agudelo ingresó a la infantería de marina en 1989. Hizo carrera en los noventa en las fuerzas especiales antinarcóticos del Caquetá. En el 2005, casi que paralelo al desarme de las Autodefensas Unidas de Colombia, es explusado del ejército. En ese momento llevaba casi una década delinquiendo.
Se tiene registrado que desde 1997 trabajó con dos de los fundadores del Bloque Metro, David Hernández y Carlos Mauricio García Fernández el reconocido paramilitar apodado como Doble Cero. El Bloque Metro operó entre 1997 y el 2004 en el nordeste y el oriente antioqueño, el Valle de Aburrá y Medellín. Doble Cero tenía contacto con los hermanos Carlos y Fidel Castaño desde la fundación de los PEPES, la agrupación que conformaban los Perseguidos por Pablo Escobar cuya estructura terminaría transformándose en las AUC. Fue asesinado en Santa Marta en el 2004 por hombres al servicio de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna.
Pero más cercano que al Bloque Metro resultaron siendo sus contactos con el cartel del norte del Valle. Se convertiría en el jefe militar de Diego León Montoya Sánchez, alias Don Diego, quien, después de la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela, pasaría a controlar el 70% de la coca que se enviaba desde Colombia a los Estados Unidos en el lapso que va desde 1997 hasta su captura el 16 de septiembre del 2007. Además de enfrentarse a la fuerza pública Don Diego tenía un enemigo más despiadado, Wilber Valera, alias Jabón, otro capo de peso dentro de la organización y que fue el creador de Los Rastrojos, quien se independizó de su creador y que hoy en día, con vida propia, opera en por lo menos 23 departamentos del país. “Zeus” tenía la misión de cuidar a Don Diego por eso creó un ejército propio llamado Los Machos. Este grupo paramilitar participó en las siguientes masacres: la de Cajamarca en Tolima, 2003 y la de Potosí en el 2004.
Un año después es detenido y condenado a 15 años de prisión. En el momento de su captura le encuentran 30 millones de pesos en efectivo y 200 kilos de cocaina. Parte de su condena la pagó en la cárcel de Tolemaida pero, debido a los constantes excesos en fiestas, es trasladado a La Picota. En el 2018, como beneficio por su participación en la JEP, se le concedió libertad condicional. Participó en 10 sesiones en donde reconoció dos crímenes mientras llevaba el uniforme militar: el haber atentado contra miembros de la Unión Patriótica y el ser partícipe de los falsos positivos.
Se cree que su labor dentro del Clan del Golfo también tenía que ver con su capacidad de gestión a la hora de recuperar, a como diera lugar, bienes incautados a narcotraficantes que regresaban al país después de cumplir sus penas en el exterior.
Con su detención y posterior fuga de una cárcel en Cúcuta fue expulsado de la JEP en el 2024. Su agenda podría constituirse en la piedra angular para saber a profundidad cual es la relación entre paramilitares y fuerza pública.