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La inseguridad en Latinoamérica: una ola que amenaza con convertirse en Tsunami

Por: Fundación Pares


Foto tomada por: Verónica Londoño


A las 2:30 de la tarde, con una puntualidad forjada a pulso en Londres, Juan Manuel Santos empezó su charla. En una hora contó de manera detallada, escrupulosa, su último periodo político, que arrancó desde el 2005, cuando aceptó ser el ministro de Defensa de Álvaro Uribe y terminó en el 2018 cuando le deja la banda presidencial a Iván Duque. El expresidente hizo por supuesto énfasis en lo logrado en sus años de gobierno y al igual que lo ha hecho en otras ocasiones expresó su desazón por las falencias en la implementación del acuerdo de paz con las FARC. Pero en su discurso llamó la atención la manera cómo resaltó el fracaso de la lucha contra las drogas y la afirmación de que el crimen organizado es el principal reto en América Latina. No le falta razón.


Santos era uno de los personajes más rutilantes entre otras figuras de la política continental en el evento organizado por la Fundación Paz y Reconciliación, la Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia y Chile21 titulado Reconstruyendo estados de bienestar en las Américas. El panorama que dio el expresidente Santos no invita al optimismo. Latinoamérica pasa por un momento crítico sobre todo en materia de seguridad. La extorsión, el secuestro, el narcotráfico azotan a lugares naturalmente tranquilos como Uruguay y se ha convertido en un problema mayúsculo en Argentina y Chile, pasando por Perú, Ecuador, México y Colombia.


El evento lo facilitaron Jorge Castañeda, excanciller mexicano y el ex ministro de finanzas de Chile, Carlos Ominami y Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Pares. El ascenso de soluciones populistas a la inseguridad fue una preocupación permanente entre los asistentes, porque es una realidad y también una tendencia. Las cifras no son alentadoras y el crimen organizado tiene un crecimiento mucho mayor que la capacidad de los Estados para responder.


Y en medio de todo, las soluciones anti-Estado y en muchos casos antidemocracia parecen estar en ascenso. Es que no existe un caldo de cultivo que alimente mejor a los populistas que la inseguridad. Por eso han llegado a la Argentina figuras inclasificables como Javier Milei, en el Salvador Nayib Bukele y las nubes se aglutinan y anuncia tormenta en Estados Unidos.


Invitados que vinieron desde ese país como Eduardo Porter, periodista económico del Washington Post, expusieron los temores que en este momento embargan a la sociedad civil en ese país: una victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre de este año. Las acusaciones en contra suyo no hacen suficiente peso y la debilidad física del actual presidente Biden, le abren el camino a un personaje que inspiró a otros políticos de claro tinte autoritario como los fue Bolsonaro en Brasil y lo es Milei en Argentina.


El evento contó con la participación del intendente de la provincia de Buenos Aires, Axel Kiciloff, que está en las antípodas de Milei y, con cifras, demostró que el autoproclamado primer presidente libertario de la humanidad no las tiene todas consigo y podrían empantanarse los cambios que había prometido, como dolarizar la economía o quitarle poder al Banco Central. No cuenta con mayorías en el Senado y lo que es peor, de todos los intendentes que están en Argentina, sólo dos pertenecen a su partido.


México tiene elecciones en los próximos meses y presenta un contraste bastante particular según contaron los invitados. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador es querido por la gente y mantiene niveles de popularidad altos, existe una reprobación general a su gobierno. La seguridad sigue siendo su talón de Aquiles. La cifra de más de 90 asesinatos al día pone los pelos de punta.


Uno de los asistentes al evento fue José Miguel Vivanco, el abogado chileno que hasta febrero del 2022 fue el director de la división de las Américas de derechos humanos quien atentamente escuchó el sombrío panorama que se vive en el Perú desde el golpe de estado que tumbó, el 7 de diciembre del 2022, al presidente Pedro Castillo. Una de las voces que más retumbó en la sala del hotel Rosales Plaza, sede del evento, fue la de la senadora Susel Paredes, reconocida líder LGBTIQ+ quien denunció el crimen que se está carcomiendo la Amazonía peruana, la minería ilegal y la aparición de grupos transnacionales como el Comando Vermelho y el propio Tren de Aragua. Brasil mostró los resultados que en materia social ha traído el regreso de Lula pero los años del Bolsonarismo es una herida que continúa abierta. Uruguay ve con estupor como el puerto de Montevideo poco a poco es permeado por la mafia continental.


Laura Bonilla dio un balance sobre las principales cifras de seguridad y las distintas narrativas alrededor de la paz total, con sus luces y también sus sombras. Pocas veces en el país se puede dar un encuentro con tantas figuras continentales. Este es un espacio necesario para tratar temas y preocupaciones que hermanan a nuestros países, como el de la ola de inseguridad que parece convertirse en Tsunami.



Fotos tomadas por: Verónica Londoño


Día 1

Video tomado por:Verónica Londoño



 

*Este evento se realizó por las organizaciones Pares, Chile 21 y FESCOL con el apoyo del PNUD y Open Society

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