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La lucha contra el fracking en Colombia continúa

Foto del escritor: Sergio SaavedraSergio Saavedra

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares.


Tras el anuncio del Gobierno Nacional sobre el decreto 328 que reglamenta los proyectos pilotos de fracking en Colombia, tres congresistas de la Cámara de Representantes —Katherine Miranda, César Ortiz y César Pachón— radicaron en el Consejo de Estado un recurso de nulidad para este decreto, el pasado 6 de marzo. Cuatro meses después, el Consejo de Estado le dio a conocer a la opinión pública que admitió la demanda.


La demanda de los congresistas


De esta forma, ya comenzaron a correr los 30 días para conocer un pronunciamiento sobre la demanda interpuesta por congresistas ante el Consejo de Estado. Adicionalmente, los congresistas interpusieron medidas cautelares para “suspender cualquier acción que permita un avance de esta técnica de extracción petrolera en el país.”


Asimismo, en la demanda resaltan que el decreto 328 «vulnera los artículos 8, 79, 80 y 334 de la Constitución Política en lo relativo al derecho a un ambiente sano, así como los numerales 1, 2 y 6 del artículo 1 de la Ley 99 de 1993 porque desconoce la aplicación del principio de precaución en materia ambiental».


Cabe recordar que, de acuerdo con la normativa que había emitido el Ministerio de Minas y Energía, los proyectos denominados por el Gobierno como “Piloto de Investigación Integral (PII) estaban pensados para desarrollarse en la cuenca sedimentaria Cesar-Ranchería, que está ubicada entre la región nordeste del departamento de Cesar y al sur de La Guajira. A su vez, en la cuenca sedimentaria del Valle Medio del Magdalena.


Así pues, la bandera que presentó el Gobierno Nacional sobre estos planes piloto eran básicamente dos: por un lado, la veeduría ciudadana y, por el otro, es que dicha exploración estaba motivada por cuenta del plano investigativo y no comercial. Sin embargo, para Miranda y Ortiz, del Partido Verde, y para César Pachón, del Mais, esas banderas están lejos de ser ciertas.


Miranda señaló mediante un comunicado a la opinión publica que: “lo cierto es que los pilotos de fracking que propone el gobierno nacional están lejos de tener fines científicos y de investigación, la norma va en contra del principio de precaución en materia ambiental, por eso, solicitamos que se declare la nulidad del decreto por inconstitucionalidad”.


La puja ambiental de las organizaciones


Sin embargo, las acciones en contra de la avanzada del fracking en Colombia no se han dado a través del Legislativo. El pasado 13 de julio, la Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistemas alertó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los planes de fracking en Colombia.


Por su parte, la Alianza Colombia Libre de Fracking también se sumó en que resaltó esta avanzada del Gobierno Nacional ha truncado la participación de las comunidades sobre la realización de los planes pilotos. A su vez, ha señalado falta de información sobre la forma en que se van a llevar a cabo los pilotos, teniendo en cuenta que las regiones a las que atraviesa el fracking están apartadas de la información centralizada y están compuestas por comunidades ampliamente incomunicadas.


La Alianza señaló: “alertando la reglamentación de este decreto en medio de la pandemia y el cierre de los juzgados, en particular con la expedición de los términos de referencia de los Proyectos Piloto sin las condiciones de información, participación y justicia, y se encuentra desarrollando nuevas normas para avanzar con esta técnica en Colombia”.


¿Qué es el Fracking?


A través de la línea de Conflicto Asociados al Desarrollo de Pares, se esbozó la siguiente definición de lo que es el fracking:


Lo que comúnmente se denomina fracking es una técnica usada para extraer los recursos energéticos de origen fósil (gas y petróleo) que están almacenados en formaciones compactas e impermeables, más conocidos como Yacimientos No Convencionales –YNC.


Para explotar un yacimiento convencional, se perfora a menor profundidad y, dado que los recursos están concentrados y a altas presiones, basta con perforar para lograr que el petróleo o el gas salgan a la superficie. Por su parte, los YNC se encuentran en depósitos no concentrados, a mayores profundidades, y la poca permeabilidad de la roca no permite que los recursos salgan de manera natural. En esta monografía de la Universidad de América pueden encontrar una descripción detallada de la estimulación hidráulica.


La estimulación o fracturamiento hidráulico es una técnica que existe desde hace un buen tiempo y se ha utilizado también en yacimientos convencionales. Sin embargo, en la coyuntura actual es importante señalar que, desde lo que se conoce como shale revolution, su implementación es iterada y en grandes volúmenes para explotar yacimientos que antes no eran rentables económicamente. Es decir, ahora se hace a mayor escala.


Para que esto sea posible se requiere la utilización de dos técnicas principalmente:

· Perforación horizontal o direccional: técnica que permite aprovechar depósitos dispersos de manera más eficiente, al realizar perforaciones no verticales de manera subterránea. Con esto, se pueden extraer hidrocarburos en un área amplia sin la necesidad de perforar más pozos.

· Estimulación hidráulica: que implica el uso de agua con una adición de diversos químicos y material arenoso. Para los yacimientos madre que están dispersos y encapsulados, se realizan fracturas “artificiales” pero controladas en el subsuelo, inyectando a alta presión un compuesto que tiene mayoritariamente agua y arena (entre 99.5%) y una serie de elementos químicos tóxicos y no tóxicos que sirven para distintos propósitos.


La polémica que supone el fracking


Adicionalmente, la línea de Conflictos Asociados al Desarrollo resaltó, entre otros, cuatro grandes elementos que componen la polémica frente al fracking:


1. El consumo de agua y el estrés hídrico que puede significar en zonas en las que el agua es particularmente escasa.

2. La contaminación de acuíferos con gas metano.

3. La contaminación y afectación de acuíferos superficiales y subterráneos por contacto con la mezcla de agua y químicos.

4. La disposición y almacenamiento seguro de las aguas no tratadas y que representan un potencial riesgo de contaminación de suelos y aguas.


Una suma de factores tales como bajos precios del petróleo y la pandemia del coronavirus implicó también un freno en la inversión exploratoria de crudo y gas en Colombia.


En resumidas cuentas, el fracking es una tecnología que permitiría aprovechar recursos fósiles de difícil acceso y que antes no eran económicamente rentables. Sin embargo, el impacto ambiental y la oposición por parte de muchas comunidades está en juego. Por ahora, la última palabra la tendrá el alto tribunal.

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