Por: Redacción Pares
Foto tomada de: CentroNacionaldeMemoriaHistorica
La sevicia del frente Dagoberto Ramos contra los indígenas del Cauca quedó patentado un día después de que asesinaran a la lideresa Carmelina Yulé Paví. Carmelina tenía 52 años y era una “mayora” con todo el poder que puede tener esa palabra dentro del pueblo Nasa. Orientaba a su comunidad, era un faro que iluminaba el camino, una luz que no debería apagarse jamás. Carmelina, después de reunirse en Cali con el presidente Gustavo Petro, viajaba de regreso a su territorio con la Guardia Indígena. Cuando pasaron por Toribío supieron que el frente Dagoberto Ramos perteneciente al Estado Mayor Central, se había llevado a un joven estudiante.
Los indígenas relataron en un comunicado que interceptaron una camioneta que transportaba a miembros del grupo armado y le exigieron la liberación del estudiante. Cuando intentaban trasladarse a otro punto fueron atacados con armas y Yule Paví y dos hombres resultaron heridos. A Carmela le partieron el rostro con un disparo de fusil. Y aún así luchó por su vida. Muró un día después, el domingo 18 de marzo del 2024. Otro compañero del CRIC resultó herido. Pero la Dagoberto Ramos no se conformó con esto.
El lunes 19 de marzo, mientras le hacían las honras fúnebres a Carmelina, el EMC atacó a la caravana fúnebre con ráfagas de fusil mientras pasaban por el sector de La Despensa. Fue tan grave lo que sucedió que Gustavo Petro decidió levantar el cese al fuego que venía sosteniendo con este grupo armado en el marco de los diálogos de paz que sostiene con ellos.
Según el Centro de Investigación Insight Crime “La estrategia de la Columna Móvil Dagoberto Ramos evoca las viejas prácticas de las FARC en el Cauca, sin embargo, esto no es sorprendente. El grupo está compuesto por antiguos miembros del Frente 6, la Columna Móvil Gabriel Galvis y la Columna Móvil Jacobo Arenas que operaban en el norte del Cauca y que desertaron del proceso de paz”.
Esta columna opera principalmente en el Cauca en los municipios de Caloto, Corinto, Santander de Quilichao, Toribío, Miranda, Páez, Jambaló e Inzá. Entre sus crímenes están los repetidos asesinatos a agentes de la policía y el asesinato de la alcaldesa de Suárez, Karina García, y otras cinco personas, entre las que se contaba su madre y miembro del concejo de ese municipio en el 2019. Si la Dagoberto opera en este lugar en Colombia es porque allí funciona lo que se conoce como el Triángulo de la marihuana. Pero esta no es la única planta que nace allí, es un territorio propicio para que florezca la coca. Su posición geográfica le permite llevar el alcaloide desde los laboratorios hasta el mar Pacífico con relativa facilidad.
Según el ministro de defensa, Iván Velásquez, los responsables del asesinato de la lideresa Carmelina son Wilmar Pazu Rivera, alias Cholinga, Florentino Boyocue Tenorio, alias Amazonas y Alan Israel Mendez, alias Chinga, por los que las autoridades están dando 130 millones de pesos de recompensa.
La Dagoberto Romas ha declarado objetivo militar a la guardia indígena y a cabildos del CRIC. Incluso se está denunciando un posible plan pistola en contra de sus miembros. La guardia ya se prepara, como tantas otras veces en su historia, en defender su territorio. La amenaza está viva.
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