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La oposición le respondió al gobierno Petro, queriendo ganarse el sentido común desde la idea de traición y desencanto

Foto del escritor: Óscar A. ChalaÓscar A. Chala

Por: Oscar A. Chala, investigador de la Línea de Democracia y Gobernabilidad




La oposición de derechas, compuesta por el Partido Cambio Radical, el Centro Democrático y el Partido Verde Oxígeno, hizo su alocución en respuesta al gabinete de ministros transmitido el martes pasado. Sin la presencia de sus principales vocerías, cada uno de los partidos hizo uso de la réplica a la que tienen derecho por el Estatuto de Oposición y, aunque tenían bastante margen de tiempo, fueron mucho más concretos, abriendo espacio para mostrar inconformidades de la ciudadanía.


Aunque tocaron muchos temas, se concentraron específicamente en la crisis de la salud, la crisis en el Catatumbo y la baja ejecución del gobierno nacional. Asimismo, buscaron impactar en las principales promesas del Plan Nacional de Desarrollo y en las poblaciones cercanas a las bases sociales que votaron al proyecto del cambio de Gustavo Petro. Aunque construyeron una narrativa centrada en el sentido común, siguen manifestando que están fragmentados y divididos hacia 2026, esta vez, por cuenta de la disputa por llevarse la candidatura de la consulta de la derecha.


Del “gobierno de activistas inoperantes” al “gobierno de las crisis implícitas”: así fue la alocución de los partidos de oposición


Fuente: El Espectador.
Fuente: El Espectador.

Aunque tenían derecho a utilizar hasta las 2:30 horas que se demoró el gobierno en televisión abierta para expresar sus mensajes, las alocuciones de los partidos de oposición duraron sólo 42 minutos. De ellas, Cambio Radical hizo uso de la mayor parte del tiempo, mientras que el Centro Democrático se limitó a estar 10 minutos en pantalla. Verde Oxígeno publicó un testimonio de menos de 5 minutos.


Ninguno de los precandidatos del Centro Democrático apareció en pantalla, tampoco lo hizo Germán Vargas Lleras. No obstante, hubo varias vocerías que se hicieron presentes.

Por el Centro Democrático habló el representante a la Cámara por Bogotá, Andrés Forero, quien se ha ido ubicando como una de las principales cabezas de la oposición uribista en el Congreso, en un escenario donde los congresistas precandidatos han tomado vocerías de proyección nacional, mientras que por el Partido Cambio Radical aparecieron 2 senadores y 2 representantes.


Por un lado, estuvo el Senador Carlos Fernando Motoa, quien ha ocupado la vocería del partido tras la salida de David Luna a finales del mes pasado. También lo acompañó el Senador Jorge Enrique Benedetti. Los voceros desde Cámara fueron Carolina Arbeláez, representante por Bogotá, y Lina María Garrido, representante por Arauca.


De parte de Verde Oxígeno no salió ningún vocero.


Las tres alocuciones de los partidos opositores coincidieron en su tono crítico hacia el gobierno de Gustavo Petro, destacando una narrativa que quiso dejar en evidencia, según su criterio, la supuesta incapacidad del ejecutivo para gestionar las crisis nacionales y cumplir con sus promesas de campaña.


Todas enfatizaron en la fragmentación interna del gabinete ministerial, señalando que esta debilidad se ha traducido en un deterioro de la gobernanza y una falta de liderazgo claro. Además, las intervenciones compartieron la estrategia de apelar al "sentido común" mediante testimonios de ciudadanos y líderes gremiales, buscando humanizar sus críticas y conectar emocionalmente con audiencias más amplias. Este recurso retórico quiso reforzar su tesis central: el gobierno no solo ha fallado técnicamente, sino que también ha traicionado las expectativas de quienes lo llevaron al poder en 2022.


El Centro Democrático centró su intervención en criticar la gestión del gobierno en temas clave como la salud, la seguridad y la economía. A través de declaraciones de líderes gremiales y ciudadanos, cuestionaron la reforma a la salud y denunciaron una crisis en el sistema, apelando al debate del pago de las UPC y acusando al gobierno de sumir a las EPS en una crisis. Además, criticaron la falta de operatividad del gobierno, al que calificaron como un “gobierno de activistas inoperantes”. También hubo llamados a que Álvaro Uribe regresara al poder, alimentando la idea de que el actual gobierno ha fracasado en su gestión.


Por su parte, Cambio Radical desplegó una serie de acusaciones más detalladas y sistemáticas contra el gobierno. Comenzaron señalando que al presidente Petro “le ha quedado grande gobernar”. Retomaron el tema del Catatumbo, acusando al gobierno de manipulación y de ser cómplice del aumento de la presencia guerrillera en la región. También hicieron referencia a casos de corrupción, como el de la UNGRD y las acusaciones contra Nicolás Petro por financiación irregular de campañas. Criticaron el fracaso de la Paz Total y la baja ejecución de programas como “Mi Casa Ya” y “Jóvenes en Paz”. Además, cuestionaron la falta de liderazgo del presidente y la deslealtad dentro del consejo de ministros, señalando que las aspiraciones políticas de algunos funcionarios están por encima del bienestar del país. Finalmente, apelaron a cifras, como el aumento de masacres, líderes asesinados y hectáreas de coca cultivadas, para reforzar su narrativa de un gobierno ineficiente y desbordado.


El partido Verde Oxígeno mantuvo un perfil bajo, limitándose a reiterar las críticas populares y dejando que fueran las voces ciudadanas las que hablaran por ellos, en un intento por posicionarse como representantes de una oposición cercana a la gente.


La emisión de esta alocución se realizó por señal de televisión, pero al momento de escribirse esta nota, no hubo pruebas de que esta alocución se emitiera en los canales oficiales institucionales por redes sociales.


La fábrica del desencanto: así construye la oposición de derechas su narrativa para confrontar al gobierno Petro


Fuente: Diario Digital larazón.co
Fuente: Diario Digital larazón.co

La oposición de derechas quiso ubicar una narrativa centrada en cuatro grandes conceptos: incapacidad para ejecutar; ineficacia; traición a sus propias bases políticas y corrupción. Lo hicieron buscando reforzar su discurso desde el sentido común, para señalar que su narrativa expresa en realidad una visión orgánica de una crisis desde los testimonios de la gente.


Para ello, la oposición apeló a la construcción de la percepción de que el país está sumido en una fuerte crisis en todos los frentes que aquejan a la vida cotidiana de la gente, como el tema de la inseguridad, el tema de la salud y el aumento de la presencia de grupos armados en las regiones y la crisis de seguridad en el departamento del Cauca y de Norte de Santander. A partir de ello, hilaron en la idea de que se abrió la oportunidad a un gobierno de izquierda, éste no pudo cumplir sus promesas, por lo que hay que regresar a lo “conocido”, a las lógicas de ejecución anteriores, que se presentan como efectivas y eficientes, además de construir un relato de miedo en el que indican que el país ha vuelto a situaciones de violencia similares a la época anterior al gobierno Uribe.


Además, busca validarse discursivamente ante sus votantes y la gente en general desde ese sentido común, además de reforzar el sistema de valores del sistema político que ellos representan. El problema que tiene lanzarse discursivamente desde el sentido común —más en este discurso de la oposición— es que no generó alternativas concretas o propuestas novedosas ante la crisis que denuncian, sino que reciclaron los mismos marcos de interpretación para ubicarse en aquella dualidad en la que se muestran como garantes del orden frente al caos en el que ubican al gobierno.


Del mismo modo, la oposición tampoco buscó un debate de fondo sobre los temas que sustentan la idea de crisis que defienden, sino que redujeron su interpretación de los problemas reales complejos y estructurales en términos de culpas y responsabilidades políticas inmediatas, para hacer que llegara a la gente de forma mucho más eficaz. La oposición, con esta narrativa, buscó generar indignación fácil e instalar la idea de crisis en la opinión pública. Para ello utilizaron las cifras con las que buscaron legitimar su discurso.


El otro problema que tuvo esta alocución de la oposición es que, aunque virtualmente quisieron buscar legitimidad en los testimonios de la gente, no existió un discurso claro unificador que les permitiera reapropiarse del lenguaje de la redistribución (que lo manifestaron al defender la política de subsidios) y atraer así a los sectores más populares. De hecho, los mensajes se mostraron desconectados, dependientes de la interpretación personal de cada entrevistado e instrumentalizados para cumplir con su sentido narrativo, lo que profundizó la idea de que no existe siempre coherencia entre el sentido común y sus proyectos políticos, que en muchos casos tienden a ser opuestos, en tanto estos partidos representan en muchos casos intereses distintos a los de estos sectores populares. Asimismo, quisieron denotar que estaban construyendo un bloque político más amplio al apelar a figuras gremiales.


La oposición aún no se encuentra en su camino hacia 2026.


Fuente: Diario Digital larazón.co
Fuente: Diario Digital larazón.co

Como señalábamos en este artículo frente a los discursos que la oposición brindó en el Congreso durante la instalación de la tercera legislatura, el 20 de julio de 2024, a los partidos que la componen les ha costado construir un mensaje conjunto, coherente y sólido que vuelvan las críticas y las demandas en un verdadero manifiesto político.


La oposición sigue manteniéndose en estrategias conjuntas provisionales para mostrarse articulados, pero con el escenario preelectoral asomando en el país, es claro que cada uno de los partidos buscará diferenciarse conforme sus candidaturas se vayan haciendo más claras hacia la potencial consulta interpartidista que los enfrentará. Así quedó manifiesto en las diferencias en la duración y presencia de vocerías en la alocución, así como en el énfasis en los mensajes que dio cada uno.


La oposición también sigue atada a marcos de interpretación del pasado. Esto quedó demostrado cuando en uno de los mensajes que utilizó el Centro Democrático, un campesino indicó que sería bueno volver a ver a Uribe como presidente, como reflejo de que en esa época había mayor seguridad y prosperidad. Cambio Radical intentó mantener en su discurso los problemas recientes del país, pero cayó en la estrategia discursiva de culpabilizar al gobierno, lo que impidió que pudieran analizar las razones estructurales de las crisis que denuncian en ese espacio.


A pesar de su intento por apropiarse de una narrativa de desencanto y malestar social, la oposición sigue sin poder construir un discurso concreto para los sectores más populares, donde se encuentra el grueso de la base popular del progresismo y que esperan asaltar en medio de la crisis orgánica que se vive al interior del gobierno de Gustavo Petro.

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