La violencia en el sur de Bolívar y Valle del Cauca: confinamiento, desplazamiento y crisis humanitaria
- Katerin Erazo, Periodista
- 25 feb
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Actualizado: 4 abr
Por: Katerin Erazo, Periodista

La situación de orden público en el sur de Bolívar ha alcanzado niveles alarmantes debido a la intensificación de las disputas entre grupos armados ilegales. La población civil se encuentra atrapada en un escenario de violencia que no solo ha generado desplazamientos forzados, sino que ha impuesto confinamientos mediante tácticas de intimidación extrema, como la instalación de cilindros bomba.
La Secretaría de Seguridad de Bolívar confirmó que cuatro corregimientos de la región se encuentran bajo confinamiento debido a la presencia de estos artefactos explosivos. Uno de los casos más críticos ocurre en Altos de la Brisa, zona rural de Santa Rosa del Sur, donde estos dispositivos son colocados al anochecer para restringir la movilidad de los habitantes y retirados en la mañana siguiente.
A esta crisis se suman las afectaciones en los corregimientos de El Tomate, en Santa Rosa del Sur, y Minguillo y Mina Piojó, en Montecristo, donde el temor a los ataques impide a las comunidades desarrollar sus actividades diarias con normalidad. Ante este panorama, el secretario de Seguridad de Bolívar, Manuel Berrío, ha solicitado una respuesta clara por parte del Gobierno Nacional para definir estrategias que frenen la expansión de estos grupos armados.
Mientras tanto, en la zona rural de Morales, organizaciones locales denunciaron los enfrentamientos entre el Ejército Nacional y las disidencias de las FARC, junto con el ELN, lo que ha obligado a decenas de familias a huir. Además, los tiroteos han causado daños en viviendas y en la única institución educativa del área, dejando a los niños sin acceso a la educación por temor a nuevos ataques. La comunidad, sumida en la incertidumbre, espera una intervención estatal efectiva que garantice su seguridad y derechos fundamentales.
Pero la crisis de seguridad no se limita a Bolívar. En el Valle del Cauca, el municipio de Palmira enfrenta una situación similar debido a la presencia del frente ‘Adán Izquierdo’ del Estado Mayor Central de las disidencias de alias ‘Iván Mordisco’. Tras combates con el Ejército Nacional en la zona rural del corregimiento de Tenjo, las autoridades advirtieron sobre el grave riesgo de reclutamiento forzado de menores, una táctica recurrente de estos grupos armados en los territorios bajo su control.
El personero de Palmira, William Espinoza, denunció que la población campesina, los líderes sociales y comerciantes también están en riesgo de desplazamientos masivos y confinamientos forzados. Previamente, en el corregimiento de Potrerillo, se registraron actos de amedrentamiento como la marcación de viviendas con siglas alusivas a las disidencias, un método utilizado para infundir miedo y demostrar control territorial.
Ante esta crisis de seguridad en ambos departamentos, las autoridades locales exigen al Gobierno Nacional una respuesta contundente que priorice el fortalecimiento de la fuerza pública y una articulación efectiva entre las entidades nacionales, departamentales y municipales. La intermitencia en la presencia de las tropas facilita el reacomodamiento de los grupos ilegales, lo que agrava el panorama y deja a las comunidades en una situación de extrema vulnerabilidad.
La población civil sigue esperando soluciones concretas mientras la violencia avanza, dejando a su paso desplazamiento, confinamiento y una crisis humanitaria que urge ser atendida.
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