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Las jugadas de Víctor Carranza, el rey de las esmeraldas, para burlarse de la justicia colombiana

Por: Redacción Pares


Foto tomada de: Noticiero 90 minutos


Hace 11 años murió Víctor Carranza y aún le aparecen chanchullos. La Fiscalía acaba de descubrir que por intermedio de uno de sus abogados de confianza, y hasta de una cocinera, Víctor Carranza se apropió de 26.939 hectáreas de terrenos baldíos. Con esa triquiñuela se burló de lo que hasta hace una década se conoció como el INCORA, hoy Agencia Nacional de Tierras, una oficina creada para hacer la Reforma Agraria en el país. El abogado de Carranza, de nombre Fernandel Alonso, lograron hacer pasar a 27 personas de su entera confianza para que tomaran estos predios en el marco de la Reforma Agraria. Esto sucedió en 1992. Esas tierras fueron vendidas en el 2007. Carranza fue el que las compró por una suma irrisoria que apenas alcanzó los 750 millones de pesos. En este entramado también estarían salpicados funcionarios de Notarías en Villavicencio.


Este es tan sólo uno más de los torcidos que hizo Víctor Carranza. Si, estuvo preso un par de años, pero al final moriría impune en el 2013. Según Verdad Abierta al menos diez jefes paramilitares lo señalaron como patrocinador principal de las AUC. Incluso Ernesto Báez afirmó que Carranza no era el zar de las esmeraldas sino el zar del paramilitarismo.


Cercano a la iglesia, incluso con un obispo que se convirtió en su sombra, tenía permeada a la clase política de Boyacá. Conservador de pura cepa, Carranza era de misa diaria. Sus nexos con Pablo Escobar, para muchos, fueron diáfanos. Es más, a las pocas personas que podría temerle el jefe del Cartel de Medellín era carranza. En 1988 Andrés Pastrana fue secuestrado por alias Popeye en la sede de su campaña. En esa época a Escobar no le temblaba el pulso para ordenar el asesinato de la gente que estuviera bajo su cautiverio. Fue por intermedio de Carranza que se consiguió la pronta liberación de Pastrana quien meses después se convertiría en el primer candidato en ser escogido de manera popular como alcalde de Bogotá.


Aunque todos sabían de su poder, de sus ejércitos privados, la primera investigación formal que le hicieron fue en 1993 por Enriquecimiento Ilícito pero no prosperó. Cinco años después el fiscal Alfonso Gómez Méndez logró ponerlo preso por conformación de grupos paramilitares. Tres años duró preso, la laxitud del fiscal Osorio con los grupos paramilitares le permitió salir a Carranza. Desde entonces Victor Carranza vivió con holgura, sin mayores sobresaltos judiciales. Eso sí, sus enemigos en el bajo mundo como el Loco Barrera le hicieron varios atentados a los que sobrevivió. Según La Silla Vacía al momento de su muerte, ocurrida el 4 de abril del 2013, poseía un millón de hectáreas. Su nombre le dio la vuelta al mundo cuando en 1966 encontró lo que muchos consideraron hasta ese momento la esmeralda más grande del mundo. Uno de sus socios en esa época, Gonzalo Rodríguez Gacha, se le volteó en los ochenta y empezaron una de las más sangrientas guerras de esmeralderos que el país recuerde. Se cuenta que, debido al acoso de las FARC en sus tierras, Carranza creó grupos de autodefensas para protegerse. Sin embargo el grupo que armó, al que llamaron los “carranceros” estuvo envueltos presuntamente en varias masacres. La de Mapiripán fue una de ellas.


Este escándalo que salta 11 años después de su muerte es un ejemplo de las jugaditas de las que se valió Carranza para siempre escaparse de la ley.

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