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Laura Sarabia le cierra las puertas a venezolanos deportados por Trump

Por: Redacción Pares




Desde que se posesionó como presidente, el pasado 20 de enero, Donald Trump ha cumplido con una de sus promesas de campaña, sacar de Estados Unidos a los inmigrantes en condiciones de  ilegalidad. Las redadas han sido una constante desde hace más de un mes. Colombia ha sido uno de los países más perjudicados con esta medida. Este movimiento de Trump generó una mini crisis diplomática con el presidente Petro debido a las condiciones poco dignas en los que estas personas han sido devueltas.

 

Los venezolanos en Estados Unidos están en la mira. Se estima que viven cerca de un millón de venezolanos en ese país. Por lo menos la mitad estarían en condiciones migratorias irregulares. Ellos están siendo devueltos a su país. Habían rumores de que algunos de ellos podrían recaer en Colombia. Ante esto la actual canciller de Colombia, Laura Sarabia, le cerró las puertas a los deportados venezolanos por Donald Trump.

 

Después de la crisis económica que explotó en Venezuela en el año 2015 se estima que en Colombia hay 2.8 millones de venezolanos. De ellos 2.5 millones han podido regular su condición de nacionalidad. Pero el país no está en condiciones de recibir a más personas. Ya, con esos números, se habla de una crisis migratoria. Para evitar que el problema se profundice aún más la canciller Laura Sarabia tuvo que ser enfática con la posible acogida de deportados venezolanos por la presidencia de Trump: la prioridad es recibir a nuestros connacionales que están retornando”.

 

Sobre la situación que se viene presentando en Estados Unidos Laura Sarabia argumentó lo siguiente: Ninguna persona es ilegal. Ser migrante no es ser ilegal. Hay personas que se encuentran de irregularidad en los países, que no cuentan con los documentos de manera regular y esas son las personas que están siendo deportadas a sus países”.

 

El pasado lunes 24 de febrero el gobierno de Maduro recibió a 242 migrantes que constituyen el tercer grupo de venezolanos expulsados por el gobierno de Donald Trump. A pesar de las marcadas diferencias que tienen ambos mandatarios se ha intentado establecer puentes de diálogo entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores por eso, la deportación masiva de venezolanos, no ha significado un extremo derecho por parte del gobierno de Maduro quien espera poder suavizar sus relaciones con Estados Unidos con un presidente que está en sus antípodas.

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