Por: Juan Alejandro Pérez, Asistente de Investigación
Línea Democracia y Gobernabilidad
El pasado 21 de septiembre en la Comisión Primera del Senado de la República fue aprobado en primer debate el proyecto de acto legislativo que plantea la adopción de una reforma política. Dicho proyecto fue radicado por el gobierno de Gustavo Petro, en cabeza del ministro del Interior, Alfonso Prada.
Luego de su aprobación en primer debate, el presidente del Congreso y ponente del proyecto de acto legislativo, Roy Barreras, afirmó que lo aprobado evita la compraventa de votos y ataca el clientelismo que está incrustado en el sistema político-electoral colombiano. Ahora bien, ¿qué es lo que se aprobaría en los debates faltantes?, ¿qué significa esta reforma política?
¿Qué contiene la reforma política?
La reforma política contiene varios puntos y cambios clave, como los siguientes, que pasan desde la democracia interna que debe existir en los partidos hasta las condiciones para poder ocupar cargos de elección popular y ministerios.
Se plantea que los partidos y movimientos tendrían la obligación de, en elecciones, presentar listas cerradas y bloqueadas, con paridad de género. Además de que tendrían que implementar mecanismos de democracia interna.
La financiación de los partidos políticos vendría mayoritariamente del Estado. Dicha financiación, contrariamente a lo que pasaba en las anteriores elecciones, irá directamente a las colectividades políticas y no a sus candidatos.
Esta reforma permitiría el trasfuguismo. El texto aprobado en primer debate contempla que solo una vez, que integrantes de corporaciones públicas de elección popular o que hubieran renunciado a ellas, puedan inscribirse a un partido distinto al cual fueron avalados. En este caso, quienes hagan este cambio no deberán renunciar a su curul ni incurrirán en doble militancia. Además de esto, planeta que miembros de corporaciones públicas que se presenten a la siguiente elección por un partido distinto deberán renunciar a su curul como mínimo seis meses antes de su inscripción.
También se implementaría en Colombia la figura del voto obligatorio durante dos periodos constitucionales consecutivos. El día de la votación el transporte público sería gratuito para garantizar que las personas puedan movilizarse a su lugar de votación.
La reforma también contempla que cualquier congresista de la República podría hacer parte del poder ejecutivo, ocupando el cargo de ministro. Además, mantendría las capacidades sancionatorias que hasta la actualidad tiene la Procuraduría General de la Nación.
Este proyecto también buscaría limitar la reelección dentro de las corporaciones públicas de elección popular. El tope de reelección sería de cuatro períodos constitucionales consecutivos para el Congreso de la República, Asambleas Departamentales, Concejos Distritales o Municipales y para las Juntas Administradoras Locales (JAL).
También se reduciría la edad para ser congresista de la República y ministro. Para ser senador de la República la edad límite pasaría de los 30 a los 25 años. Para el caso de la Cámara de Representantes se estipuló que se mantendría igual, es decir, hasta los 25 años. Respecto para ser ministro de despacho, la edad también sería de 25 años.
Estos son los cambios más significativos que platea la reforma política luego de su primer debate.
¿Qué significarían estos cambios según el gobierno?
De acuerdo a diferentes actores del gobierno, como Roy Barreras, con el articulado ya mencionado la principal intención es fortalecer el sistema de partidos, y reducir y luchar contra el clientelismo y la corrupción que se presenta en las campañas políticas en el país. En el caso específico de las listas cerradas, según Barreras, se busca fortalecer la identidad política partidista, lo cual no pasa con el voto preferente.
Para el caso del voto obligatorio se pretende fortalecer la cultura democrática, generando una ciudadanía participativa y que sea incluida en las decisiones políticas y electorales del país. Además, con el caso de la financiación pública a partidos y no a los candidatos, pretenden eliminar posibles conflictos de interés que se podrían presentar cuando se financiaban directamente a los candidatos.
Además, según lo dicho en diferentes ocasiones por Barreras, con la posible aprobación del articulado presentado por el gobierno se permitiría que los liderazgos sin estructura política sean gobierno y que se empodere a los jóvenes, logrando así que haya una mayor participación política por parte de este grupo poblacional.
¿Qué falta para que haya una reforma política?
La reforma política se presentó como proyecto de Acto Legislativo, por lo que tiene que surtir dos fases, las cuales están compuestas por ocho debates: dos en Comisión Primera de Senado; dos en Comisión Primera de Cámara de Representantes; dos en plenaria de Senado; dos en plenaria de Cámara de Representantes.
La primera fase se compone de cuatro debates (dos en cada Comisión y dos en cada plenaria) que deben darse antes del 10 de diciembre, fecha en la cual termina el primer periodo de la legislatura 2022-2023. En esta fase se pueden presentar modificaciones al texto que originalmente fue presentado y la aprobación de esta reforma necesita de mayoría simple.
La segunda fase se llevaría a cabo en el segundo periodo de la legislatura 2022-2023, que es en el primer semestre de 2023. En esta fase la reforma también debe surtir cuatro debates, como en la fase pasada, pero no pueden presentar nuevos temas para su discusión. Su aprobación requiere de una mayoría absoluta.
Trámite proyectos de Acto Legislativo. Tomado de Corporación Excelencia en la Justicia
Temas por aclarar
En los debates que hacen falta por dar este año se debe aclarar, como lo han planteado expertos electorales, el tipo de financiación con el que contarán los candidatos en las consultas internas.
Sobre el caso de la paridad y las listas cremallera (paritarias), estas entrarán en vigencia a partir de 2030, serán de carácter transitorio, pero el proyecto no contempla aún los mecanismos que se implementarán luego de vencer el tiempo de la transición entre el tipo de lista.
El tema del apoyo político de los diferentes partidos políticos parece que no será un problema para que esta reforma llegue a buen puerto. Al contrario, esta reforma parece ser un mecanismo de negociación entre el gobierno y partidos como La U, el Conservador y el Liberal, para que estos últimos apoyen proyectos como el de la reforma tributaria, necesaria para su política social, y la reforma a la ley de orden público, que le permitirá al gobierno empezar a materializar la Paz Total.
Para finalizar, desde la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) se hace un llamado tanto al gobierno como al Congreso para que le den la importancia necesaria a un proyecto de ley que busque cambiar la arquitectura institucional electoral, sin el cual esta reforma política se queda corta. En específico, desde Pares se cree necesario despolitizar el Consejo Nacional Electoral y garantizar la imparcialidad de la tarea de los diferentes órganos electorales.
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