Por: Laura Cano
Periodista pares
Recientemente, Aída Merlano encendió un ventilador en el que muchos políticos de renombre se vieron involucrados con graves denuncias. Uno de esos políticos fue Alejandro Char, una de las fichas claves del poderoso Clan Char. Esta vez fue involucrado, por un lado, por el secuestro de Merlano, por lo que se prepara una denuncia que será presentada por el abogado Miguel Ángel del Río y, por otro lado, en lo que sería todo un negocio que favoreció el fraude electoral del 2018.
Esta maraña de relaciones políticas cuestionables inició en 2018, cuando en la sede de la entonces candidata al Senado, la Sijín, en medio de un allanamiento, encontró certificados electorales, armas y dinero. Por esto,en 2019, la Corte Suprema de Justicia la condenó a más de 15 años de cárcel por delitos electorales. No obstante, en mayo de 2020 la Corte Suprema de Justicia estableció que la pena sería de 11 años y 4 meses de prisión.
En el transcurso de todo el proceso judicial, y en medio de las distintas declaraciones que ha dado Merlano tanto en medios de comunicación como ante la justicia, las acusaciones e implicaciones al Clan Char, que hoy son noticia de nuevo, han sido constantes. De hecho, sus versiones sobre lo que fue la compra de votos para las elecciones del 2018 por parte del Clan Char ya habían sido mencionadas en ocasiones anteriores. En una anterior entrevista con Semana, Merlano había mencionado que: “Alex Char quiere ser el dueño de toda Colombia y no le importa por qué medios, hace lo que sea. Yo podría decir que es capaz de vender hasta su alma al diablo para lograr sus objetivos”.
Asimismo, expuso: "Julio Gerlein y la familia Char compraron votos para elegir a Duque (...) Los Char dirigieron ante todos los políticos tradicionales de la costa la compra de votos para que se eligieran presidentes de la República (...) Todos compraron votos para elegir a Duque"
Merlano también había afirmado: "mandaron a unos abogados de Arturo y Alex Char que me iban a explicar algo que pensaban hacer para que yo pudiera salir. (...) Fue cuando me hablaron de la fuga”, citaba El Tiempo de lo dicho por Merlano en una entrevista con la revista Semana.
Ahora que de nuevo se ve salpicado el Clan Char en hechos tan graves como la inversión de grandes sumas de dinero para poner incluso presidente, también dentro de lo que sería el plan que se tenía para asesinar a Merlano, como ella no expuso; es necesario hacer memoria sobre este poderoso grupo político que por años ha manejado a su antojo los movimientos electorales en gran parte del Caribe colombiano.
El autoricharismo: las mismas jugadas para concentrar el poder
La Fundación Paz & Reconciliación ha hecho un constante trabajo, recopilado en el libro Los Clanes Políticos que mandan en Colombia, para desenredar los hilos que manejan la política en el país, poniendo en evidencia las maquinarias que usan los llamados clanes políticos en las diferentes regiones del país. Uno de esos es el Clan Char, el cual desde hace más de 50 años ha ido construyendo un emporio en el norte del país a punta de negocios, politiquería y corrupción.
La historia del actual poderoso clan inició con el gol económico que la familia Char Abdala, conformada por Ricardo Char Zaslaway (padre), Erlinda Abdala (madre), y Fuad, Farid, Jabib, Simón, Ricardo, Miguel y Mary (hijos), dieron con la creación de El Olímpico (1955) en Barranquilla, convertido desde 1988 hasta hoy en Supertiendas Olímpica. Así, los Char fueron ampliando su horizonte económico adentrándose en los negocios a través de varias empresas que han permanecido vigentes y que les han dado capital para ser los Char que hoy son.
De hecho, y conforme su capital económico crecía, Fuad, uno de los hijos de esta familia, contrajo matrimonio con Adela Chaljub en 1963, y tuvieron a sus tres herederos: Antonio, Alejandro y Arturo. Tras esto se hicieron dueños Radio Regalos en 1968, emisora que dio base a la Organización Radial Olímpica, hoy una de las emisoras más reconocidas y con mayor presencia en el país; en total están en 17 ciudades y tienen 30 emisoras. Además, en 1972, Fuad, sus hermanos y sus hijos, consolidaron la Organización Olímpica, que adquirió el control del equipo de fútbol Junior de Barranquilla. Con tan buena suerte que el 14 de diciembre de 1977 el Junior de Barranquilla logró su primer título en el fútbol colombiano, lo que impulsó la popularidad de la familia, en especial de Fuad Char.
Siete años después de ese triunfo, en 1984, Jaime Castro, ministro de gobierno en el periodo presidencial de Belisario Betancur (1982 – 1986), también presidente de la Dimayor y luego alcalde de Bogotá (1992), le ofreció a Fuad Char la Gobernación del Atlántico. En ese tiempo y dentro de los reconocimientos que se llevó Fuad durante su gestión, estuvo la inauguración del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez el 11 de mayo de 1986, mismo año en el que quedó en el cargo de Ministro de Desarrollo, en el gobierno de Virgilio Barco (1986 – 1990).
Se lee en la publicación de la Fundación Paz & Reconciliación que “a finales de la década del noventa regresó al Atlántico para crear el movimiento de filiación liberal Voluntad Popular. Con este último se enfrentó a su otrora socio Name y al tradicional clan Gerlein, apoyando a César Gaviria a la presidencia, a cambio de que este apoyara su aspiración al Senado. Ambos resultaron elegidos y Char repitió en su curul para los periodos 1994- 1998, 1998-2002 y 2002-2006. En este último periodo apoyó en la primera aspiración a Álvaro Uribe Vélez y se ligó a las élites nacionales. En 2005 resultó cobijado por las toldas de Cambio Radical, donde estrechó su relación con Germán Vargas Lleras”.
Desde ese momento la historia de Fuad y su familia Char es la de un poder permanente en las esferas políticas, en la que han combinado su riqueza y unas estrategias clientelares para garantizar el fortalecimiento e influencia del clan en las decisiones y negocios que han movido el país.
En ese mismo año Fuad se alió con el Partido Cambio Radical y para ese momento su hijo Alejandro se había desempeñado como Concejal con el aval del Partido Liberal (1997), Gobernador del Atlántico (2003), cargo que ocupó solo siete meses, luego de denunciar irregularidades en las elecciones del año 2000 en las que Char había perdido por 700 votos y en las que había salido elegido Ventura Díaz.
Para ese momento Alejandro ya se preparaba para ser alcalde de Barranquilla en el 2008 (58% de los votos – aval de Cambio Radical), rol que desempeñaría hasta 2011 y para el que contó con las alianzas que se generaron con las familias Gerlein y Name, para luego ser reelegido para el periodo 2016 – 2019 (77 % de los votos – aval Cambio Radical). Además, en el año 2012 fue nombrado Alto Consejero para las regiones por el entonces presidente Juan Manuel Santos.
En esa época, Arturo Char, el otro hijo de Fuad, era presidente de los negocios de la familia con el grupo Olímpica. Luego saltó a la política como senador en el 2006 por el partido Cambio Radical y con un total de votos de 61.634, cargo en el que hoy todavía está, y donde incluso llegó a la presidencia del Senado.
Por otra parte, hay que anotar que los Char han puesto a través de su poder varios alcaldes en Barranquilla, entre estos Elsa Noguera y han movido fichas en el Congreso que han servido para su anclaje a través de una transferencia del capital político que han construido por años. Hoy los Char han creado un poder homogéneo con presidentes, congresistas, alcaldes y gobernadores, para convertirse en los amos y señores de la Costa Atlántica.
A los Char se les ha denunciado por compra de votos, por financiar campañas con dineros ilegales, como es el caso Odebrech, por saltar los topes de inversión en lo que es legalmente permitido, por parapolítica con David Char, sobrino de Fuad. En esas denuncias, y en relación con esta familia, están Germán Vargas Lleras, Juan Manuel Santos, Iván Duque, Néstor Humberto Martínez y los Gerlein.
Los Char han logrado fortalecerse tanto que en las últimas elecciones hicieron elegir nueve congresistas; seis senadores: Ana María Castañeda, Antonio Sabaraín, Arturo Char, Luis Eduardo Díazgranados, Miguel Amín y Aida Merlano, y tres representantes a la cámara: Karina Rojano, José Gabriel Amar y César Lorduy.
Incluso, el poder de los Char es tal que hoy por hoy tienen a una de sus fichas más claves, Alejandro Char, como candidato a la presidencia, quien osó a posar bajo la fachada de independiente, aun con toda esta maquinaria detrás, ufanándose de que había recogió un millón de firmas para avalar su candidatura. Esto, además, lo hizo en tiempo récord, en dos semanas, una de las cuales estuvo en el exterior.
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En este momento, y en la carrera política a las elecciones al Congreso de 2022, que están a poco más de un mes, el clan busca seguir manteniendo fichas en el Congreso. En el sentado se perfilan en el senado Arturo Char, Antonio Luis Zabarain, Carlos Rojano, César Lorduy y Ana Maria Castañeda. Mientras que para la Cámara de Representantes suenan los nombres de: Jose Gabriel Amar y Modesto Aguilera. Ojo, porque hay que señalar que varios de estos nombres tienen serios cuestionamientos, los cuales en ocasiones anteriores han sido denunciados por Pares.
Ahora la pregunta que queda es si ¿seguirá este emporio político fortaleciéndose aún cuando detrás tiene distintos serios y graves cuestionamientos? Seguramente la respuesta sea que sí. Sin embargo, aún tienen un papel importante y mucho trabajo por delante, tanto la justicia colombiana, como la Registraduría y los entes garantes de la transparencia en las próximas elecciones.
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