Por: Redacción Pares
El 19 de junio del 2022 Gustavo Petro, sobre las 7 de la noche, sabía que era el primer presidente de izquierda en Colombia. La cita fue en el Movistar Arena. La mayoría de las 15 mil personas que habían llegado a ese lugar eran jóvenes que se habían reunido allí para esperar los resultados. Estaban felices. Había ganado el cambio. Petro tomó el micrófono y lo primero que hizo fue anunciar que los jóvenes de la Primera Línea que estaban presos, serían liberados. Ese fue, tal vez, el primer escándalo de Petro después de su victoria. Pasaba por encima de la Fiscalía y de la justicia colombiana. Era, como mínimo, abusivo. Los que estaban en el Movistar celebraban cualquier cosa que se dijera desde la tarima. Había llegado el cambio que se necesitaba para encontrar más igualdad. Era un exceso pero estaba justificado. Con Petro se acabarían episodios tan graves como los que se vivieron en los años de Uribe, con los casos de Fernando Londoño e Invercolsa, Andrés Felipe Arias y Agroingreso o el ministerio de las TIC y los 70 mil millones de Campos Poblados. Pero no, en Colombia, la historia es una serpiente que se muerde la cola.
Este 7 de agosto se cumplen dos años del gobierno del cambio. La fundación Paz y Reconciliación, quien ya había hecho un balance de la Paz Total, una de las banderas del presidente Petro, lanza en la mitad del periodo presidencial, el balance de estos dos años. Es inevitable no nombrar por lo menos quince hechos de corrupción que han marcado este mandato. Todo acto de corrupción es una infamia, pero, cuando un candidato llega prometiendo que en su gobierno los corruptos “no pasarán” el guayabo es más hondo. Lo más duro para Petro es constatar que la mayoría de las personas que están envueltas en escándalos de corrupción en su gobierno pertenecen a su circulo más cercano.
Fue el hermano de Petro, Juan Fernando, quien confesó uno de los actos de corrupción más graves: eso de ir a las cárceles, hablar con cabecillas de bandas criminales y prometer negociación a cambio de algunos votos. Esto lo confesó el mismo Juan Fernando Petro. Uno de los funcionarios que más ha salido a la palestra pública es Ricardo Roa, quien ahora está al frente de Ecopetrol pero fue el hombre fuerte de la campaña de Petro. Allí habría conseguido recursos a través de una empresa de criptomonedas acusada de estafas y llamada DailyCop. Por este hecho Roa está siendo investigado por el Consejo Nacional Electoral. El nombre de Roa también aparece en otro escándalo: reparto de cargos en Ecopetrol entre personas que habrían aportado dinero a la campaña presidencial.
Las chuzadas a las niñeras tuvieron como protagonistas a Laura Sarabia, su mano derecha y quien en ese momento era jefe de gabinete del gobierno, el jefe de seguridad del presidente Carlos Feria, y el fallecido coronel Oscar Dávila. El 27 de marzo del 2023 la niñera de Sarabia Marelbys Meza afirmó que había sido llevada de manera irregular a hacerse una prueba de polígrafo. La fiscalía de Barbosa afirmó que ellas habían sido víctimas de chuzadas ilegales.
Laura Sarabia, actual jefe del Dapre, llegó a la campaña presidencial de Petro a través de quien fuera su mentor en la política, Armando Benedetti. A través de una conversación telefónica revelada a los medios, el actual embajador de Colombia en la FAO se quejaba ante Sarabia de que ahora era ninguneado por ella y por el presidente. Se mostraba indignado por el cargo que le habían dado, ser embajador en Caracas, a pesar de que él había ayudado a conseguir, según esa conversación “15 mil millones de pesos para la campaña”. Los audios los reveló la Revista Semana. Otras frases que quedaron fue haber escuchado a Benedetti decir, en medio de los improperios “Si no fueran por mi ustedes no ganan”. La Fiscalía de Francisco Barbosa le abrió una investigación a Benedetti por el presunto delito de financiación de campaña con fuentes prohibidas.
Pero lo que ha captado mayor atención mediática fue el escándalo de su hijo, Nicolás Petro. El 1 de febrero del 2023 Day Vásquez, prometida de su hijo y quien lo acompañó incluso en el acto de posesión presidencial celebrado el 7 de agosto del 2022, pidió una audiencia privada en el Palacio de Nariño con el propio presidente y le contó, a quien en ese momento era su suegro, que Nicolás la había traicionado con quien había sido su mejor amiga, Laura Ojeda. Pero no sólo habló con el presidente, en su dolor Vásquez también le concedió entrevistas a contradictores del gobierno como Vicky Dávila y contó detalles de cómo el hijo del presidente habían recibido dinero para financiar la campaña Petro Presidente y con eso se habría hecho millonario. Los hombres que le aportaron a la campaña tenían pasados oscuros como el Turco Hilsaca y Santander López Sierra, conocido como el Hombre Marlboro. Nicolás Petro se convirtió, en julio del 2023, en el primer hijo de un presidente detenido en la historia de este país.
En plenos Juegos Olímpicos y con apenas una medalla de plata en el botín, la que consiguió el gimnasta Angel Barajas, y teniendo en cuenta las medallas conseguidas en los últimos tres juegos olímpicos, la cosecha demasiado poca. Es que en este gobierno la corrupción también tocó el ministerio del deporte. Con mucha ilusión se recibió el nombramiento de María Isabel Urrutia, la primer deportista en la historia de este país en conseguir una moneda de oro en unos olímpicos. Poco duró esa alegría. Urrutia sería imputada en julio del 2023 por haber actuado irregularmente en la firma de 104 contratos antes de salir de su cartera.
El caso de Euclides Torres, un hombre que consiguió votos para el gobierno en la Costa Atlántica, consterna. A través del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía, FENOGE, Torres recibió 180 mil millones de pesos en contrato. Con Fecode y el dinero de financiación también podría explotar un escándalo.
Sin embargo, lo que se ha llevado más los reflectores es lo que ha pasado con la UNGRD y los desvíos de dinero que iba destinado a desastres naturales y que supuestamente fueron a parar en operadores políticos y congresistas para mover las reformas en el Congreso, representan el caso de corrupción más aberrante que un gobierno que todavía tiene dos años para enderezar la ruta.
Estos casos se ahondarán aún más en la publicación de este 7 de agosto del gran balance del gobierno Petro en sus dos años de mandato.
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