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Los primeros 100 del ELN en el 2022 y su injerencia en el territorio colombiano

Por: Damian Rodríguez Vera.


Son distintos los episodios donde el ELN ha actuado como protagonista, o en los que, por lo menos, ha tenido un papel relevante en los eventos de violencia del país en lo corrido de este año. Desde inicios del 2022 empezaron sus acciones que han pasado por afectaciones en ciudades importantes, en territorios que históricamente han tenido presencia, protagonizando un paro armado, como también en enfrentamientos por disputas de control territorial.


A partir de la recopilación de información periodística, se ha podido encontrar que el ELN ha sido autor de más de 90 acciones durante el primer trimestre. No obstante, reconociendo el nivel de subregistro sobre eventos que en la prensa nacional se hubieran podido reportar, incluso la invisibilidad que sufren algunos territorios que temen denunciar por temor a las represalias de los grupos armados, es claro que la cifra aumenta considerablemente.


Una frontera caliente. Se recrudece el conflicto armado en Arauca


Después de que la disidencia del frente 10 Martín Villa y, la disidencia del frente 28 José María Córdoba rompiera esa “tensa calma” con el ELN durante el año pasado, aumentaron exponencialmente los niveles de enfrentamientos y hostigamientos en la región, dejando un saldo increíble de amenazas y homicidios en el territorio. Según cifras de la Policía Nacional, tan sólo en el mes de enero y febrero se han presentado 64 homicidios en el departamento de Arauca, siendo enero el mes más violento.


Los anteriores hechos coinciden con uno de los eventos en el que empezó a registrarse las acciones del ELN. A tan solo 3 días de haber empezado el año 2022 fuertes enfrentamientos entre el ELN y la disidencia de las FARC se presentaron en las veredas de Puerto Contreras y El Charo, en el departamento de Arauca. Además, también se señalaron enfrentamientos en la región de El Botalón, frontera colombo-venezolana dejando una cifra de 23 personas muertas durante los enfrentamientos. Según señala el Ministerio de Defensa, al menos 15 de esas 23 personas pertenecían a las disidencias de las FARC y, los homicidios fueron perpetrados por parte del ELN en un conflicto que inició desde el estado de Apure, Venezuela.


Lo anterior nos permite concluir por lo menos dos aspectos relevantes: el primero de ellos consiste en señalar que la crisis humanitaria que vive el departamento de Arauca es cada vez más aguda, por los constantes enfrentamientos de los grupos armados que paulatinamente se ha ido recrudeciendo en la región. Por otro lado, que la injerencia del ELN en el territorio y, el escalamiento del conflicto armado involucra cada vez más al vecino país de Venezuela, por lo que las afectaciones de la población civil no solamente son para los colombianos.


ELN en las ciudades


La injerencia de los grupos armados no solo se ha sentido en los márgenes de la nación sino, también que ha ido teniendo presencia paulatina en las principales ciudades del país. Un evento que ha dejado la impronta del ELN en el 2022 ha sido en la ciudad de Cali, donde un carro bomba explotó en la Carrera 46 con Calle 25 dejando cerca de 13 policías integrantes del ESMAD heridos. El evento perpetrado por la insurgencia, específicamente por parte del Comando de Operaciones Especiales, según exponen fue una respuesta debido a la muerte del comandante alias “Fabian”, cabecilla del frente Occidental en septiembre del año 2021.


Lo anterior nos alecciona que, la injerencia del ELN, como también otras organizaciones armadas, ha ido teniendo un proceso de incidencia en algunas de las principales ciudades del país, como lo expusimos líneas atrás. No en vano, la Defensoría del Pueblo ha emitido alertas tempranas que han evidenciado la presencia de estos grupos armados como ha sido la AT 001-22 que permitió evidenciar su injerencia en la capital del Valle del Cauca.


Paro Armado y zozobra en territorios


A partir de los datos suministrados por el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz (INDEPAZ), en su seguimiento durante los días en que el ELN decretó el paro armado en el presente año entre el 23 y 26 de febrero, se registraron 65 hechos perpetrados por esta insurgencia.

De los 65 hechos registrados durante el paro armado, el día que más episodios violentos experimentaron los municipios donde se perpetraron las acciones del ELN fue el día 23 de febrero con un total de 32 hechos, seguido del 24 de febrero con 20 hechos.


Fuente: INDEPAZ


Por otro lado, el accionar del ELN más frecuente durante el paro armado estuvo vinculado al uso de dispositivos o artefactos explosivos que suman un total de 13 acciones y que, de manera desagregada fueron: el ataque con explosivos (2); detonación con explosivos en sectores viales (5). Y aunque fueron desactivados o no llegaron a activarse, se registraron artefactos explosivos desactivados (2) y cilindros sin explotar (4).


También se registraron la instalación de banderas alusivas al ELN en distintos territorios (13); seguido de la quema de vehículos (7) y restricciones de movilidad en los municipios donde se vivió el paro armado (6).


Finalmente, los departamentos donde hubo mayor cantidad de acciones por parte del ELN fueron Norte de Santander y el Cauca. El primero con 25 hechos y el segundo con un total de 15 acciones. Para el caso de Norte de Santander, la capital de Cúcuta fue quién más daños recibió durante estos tres días de paro armado con una cifra de 9 hechos. En Cauca, su capital Popayán y los municipios de Bolívar, El Tambo, Santander de Quilichao y Timbío presenciaron por lo menos dos hechos en cada uno de ellos.


Fuente: INDEPAZ


Conclusiones


De más de las ochenta acciones del ELN registradas durante el primer trimestre, se advierte que se replica la misma conducta durante el paro armado, siendo Norte de Santander el departamento más afectado.


La injerencia del ELN sigue afincándose en sus territorios de retaguardia, es decir, en zonas fronterizas principalmente donde operan sus dos frentes de guerra con mayor capacidad bélica: el Frente de Guerra Nororiental (Norte de Santander) y, el frente de Guerra Oriental (Arauca). Además, a partir de sus repertorios de acción lo que nos señala es que, el ELN es una estructura armada que tiene capacidad de desestabilización, pero en territorios muy puntuales. Territorios que, como se mencionó hace un momento, hacen parte de la injerencia histórica del grupo guerrillero o que, han logrado consolidar un fortalecimiento considerable en las denominadas zonas PosFarc.


Su estrategia se concentró en realizar acciones de saboteo, tratando de prescindir enfrentamientos con las FFMM. También, fueron pocos los eventos donde se registraron enfrentamientos entre el ELN y otros grupos armados organizados. Por ejemplo, en el departamento el Chocó cuya presencia por parte de la guerrilla es más bien tímida y que poco control territorial ha logrado consolidar, son más constantes las disputas y que dejan a la población civil en una alta condición de vulnerabilidad: En el municipio de Nóvita, por ejemplo, cerca de 900 personas se encuentran con restricciones de movilidad y confinadas por los constantes enfrentamientos del ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).


En cuanto a la situación humanitaria, como se mencionó al comienzo de esta exposición el departamento de Arauca junto con Norte de Santander, es decir, territorios fronterizos, han experimentado un paulatino crecimiento de la crisis. Según el primer y segundo boletín de movilidad humana forzada de la Defensoría del Pueblo, ambos departamentos debido a los constantes enfrentamientos de los grupos armados, con un protagonismo especial del ELN hacen que sean los territorios con altos niveles de desplazamiento forzado. Por ejemplo, alrededor de 1.210 personas han tenido que desplazarse de los municipios de Arauca, Arauquita, Saravena y Tame en este año.


También, llama la atención a modo de preocupación los señalamientos que el ELN a través de una carta abierta envió al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el que, a los ojos del grupo guerrillero se señala que “ha dejado de ser una institución neutral e independiente y ha tomado partido por unos bandos...” Ese tipo de señalamientos puede agravar la situación humanitaria donde el ELN ha tenido injerencia pues, el CICR ha fungido como una institución que ha coordinado acciones humanitarias como la liberación de secuestrados en manos del grupo guerrillero. Por lo tanto, ese tipo de calificativos puede generar efectos nocivos no solo a la institución sino también, a las personas que hasta el día de hoy están privadas de libertad bajo la responsabilidad del ELN.



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