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Marquitos Figueroa, el temible sicario al servicio de Kiko Gómez

Por: Redacción Pares




Las víctimas del ex gobernador de La Guajira Kiko Gómez sufrieron un duro revez cuando el Tribunal Superior de Bogotá le cambió la condena a Gómez de 40 años a 12 por el homicidio del Consejal Luis Gregorio López Peralta, asesinado por miembros de la banda criminal de Marquitos Figueroa, temible sicario guajiro quien prestaba sus servicios al ex gobernador.

 

Rastrear este nombre es adentrarse en cómo Gómez manejaba la justicia y se vengaba de sus enemigos con las leyes del salvaje oeste. Gracias al narcotráfico y al contrabando de gasolina con Venezuela, Marcos de Jesús Figueroa García pudo asentar un pequeño imperio del crimen que se movía entre La Guajira y el Cesar. Según el portal Insight Crime Figueroa nació en una familia wayuu que tenía todas las necesidades. A mediados de los noventa fue detenido por traficar gasolina. En 1998 se escapó de la cárcel. El lugar de su huida fue la Alta Guajira en donde empezó a trabajar con Jorge Gnecco Cerchar, cuya familia tiene aún poder en la política e incluso en conocidos medios de comunicación. Gnecco sería asesinado años después por Jorge 40.

 

A comienzos de este siglo los paramilitares entraron con todo su salvajismo a esa región del país. El bando que escogió Marquitos -a quien le decían así por su baja estatura- fue el de Hernán Giraldo, amo y señor de la Sierra Nevada, quien se trenzó en una disputa con Jorge 40, el otro comandante paramilitar con poder en el Caribe. Esta confrontación debilitaría a ambos bandos pero haría fuerte a Figueroa. En medio de esa guerra se refugia en Venezuela y se vuelve el zar del contrabando de gasolina en esos años. Cuando Giraldo como Jorge 40 son extraditados, Marquitos regresa a Colombia a mandar. Allí se consolida en el poder político con Kiko Gómez. Se cuenta que fueron varios los favores que le hizo el criminal al gobernador. Sacar del camino a sus adversarios fue uno de ellos. Uno de esos crímenes fue el de Elkin de Jesús Becerra, asesor jurídico del ministerio de transportes, quien fue asesinado el  9 de agosto del 2011 en Riohacha. Otros asesinatos por los que fue condenado a 30 años de cárcel fue el de Oscar Eduardo Rodríguez Pomar, hijo del reconocido sastre barranquillero Carlos Rodríguez.

 

Otro crimen que pesa sobre Figueroa y en que tuvo que ver Kiko Gómez, como lo demostró la justicia, fue el de la ex alcaldesa de Barrancas, Yandra Cecilia Britto Carrillo, ocurrido el 18 de agosto del 2012 en el barrio Guatapurí de Valledupar. Gómez ordenó este asesinato por considederar que Britto le había incumplido los acuerdos que habían firmado cuando fue alcaldesa. Por este asesinato Gómez fue condenado a 55 años de cárcel.

 

Mientras su compadre, el gobernador, fue detenido en unas fiestas en su pueblo Barrancas en el 2012, Figueroa empezó a huir a Venezuela y Brasil. En febrero del 2014 Figueroa fue condenado en ausencia por tres crímenes. Empezó a aparecer en las listas de los más buscados internacionalmente. Se ofrecía por él una recompenza de 150 mil dólares. En octubre del 2014 fue detenido en Brasil. Fue condenado por sus crímenes a 30 años de cárcel pero el Tribunal Superior de Bogotá le redujo la sentencia en junio del 2023 a 28 años porque uno de sus crímenes, el de porte ilegal de armas, había prescrito.

 

Como sucede con Kiko Gómez en lugares como Barrancas Marquitos sigue siendo una especie de héroe al que se le rinde veneración.

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