top of page

María José, Claudia o Vicky ¿Colombia tendrá por fin una presidenta mujer?

Por: Iván Gallo - Editor de Contenidos




El 7 de agosto del 2022, en la Plaza de Bolívar, vivimos un momento histórico. En el último momento Roy Barreras, entonces presidente del Congreso y quien era el encargado de ponerle la banda presidencial a Gustavo Petro, decidió cederle este honor a María José Pizarro. El diseñador Diego Guarnizo le había confeccionado un traje rojo que tenía la esencia del Pacífico. Fue tejido por excombatientes tejedores que hicieron, en su espalda, el rostro de su padre, el Comandante. Con los ojos arrasados en lágrimas ungió al antiguo militante del M-19. Tenía que ser ella la indicada. El sueño de Pizarro se hacía realidad. Ajedrecista consumado, Roy Barreras había movido sus fichas pensando en el futuro. Era un guiño claro a Pizarro pensando, precisamente, en el entonces lejano 2026. ¿Quién sería el sucesor de Petro? Dos años después el nombre de Pizarro es uno de los que más suena buscando continuidad en un gobierno que le apuesta a implementar reformas estructurales que necesitan tiempo.


La senadora María José Pizarro ha sido el motor del Pacto Histórico. En el 2018 dejó en la estacada a su mentora, Angela María Robledo, con quien se había comprometido a aspirar a la Cámara bajo las toldas del partido Verde. Pero fue Iván Cepeda y Alirio Uribe quienes establecen con ella un puente para verse con Petro. Una tarde del 2018 le suena el celular y es Hollman Morris. Gustavo Petro la espera en una oficina que tenía el hoy presidente en la carrera séptima con 28, en un edifico viejo y feo, un lugar ideal para realizar reuniones de bajo perfil. Esa misma tarde Petro la convenció de que su lucha estaría al lado de un ex militante del M-19, que se había convertido además en el político de izquierda más exitoso en la historia de Colombia. Angela María, eso si, jamás la perdonaría. Formó parte de la lista de Decentes y consiguió 78 mil votos. Por supuesto que llegó a la Cámara. Ella, joyera y artista de joven, lectora de Ray Bradbury, seductoramente punketa, no sabía lo que era ser congresista. Amigos como David Racero la ayudaron a tener la voz de mando con la que hoy, seis años después, como senadora, se ha vuelto indispensable en el Pacto Histórico, ella es la fuerza que está intentando unir a los 13 partidos que conforman el Pacto en uno sólo. Algo muy difícil teniendo en cuenta el ego que ha caracterizado a la izquierda en Colombia.


María José tiene intenciones de lanzarse a la presidencia. Ella aún no lo dice oficialmente pero el Pacto quiere y ella también.


No la tendrá fácil. En el partidor también está Claudia López. La ex alcaldesa de Bogotá se ha sabido mover con suficiencia. Ni muy a la derecha, ni muy a la izquierda. De pronto es la hora de los tibios. Incluso se dio el lujo de renunciar al Partido Verde. Una vez dejó la alcaldía de Bogotá, el 31 de diciembre del 2023, se fue a estudiar a Harvard. Ocasionalmente viene a Bogotá. Este año incluso escribió un libro sobre la Parapolítica. Aunque afirma que su vocación es el servicio público, Claudia López no ha confirmado sus aspiraciones presidenciales. Amigos que la conocen bien como el hoy senador Ariel Avila, han afirmado que no cabe ninguna duda, Claudia será candidata. Los opacos siete meses de Carlos Fernando Galán como alcalde de Bogotá le han servido para demostrar que su gestión en la capital, a pesar del caos que está generando el metro elevado, no fue mala a pesar de que al final de su mandato tenía un 54% de imagen desfavorable. A Claudia le tocó una alcaldía con las complejidades que trajo la pandemia.


En los últimos meses su distancia con Petro es cada vez más grande, como si quisiera dejarle claro hasta a los derechosos más enfebrecidos que jamás sintió ningún tipo de empatía por las ideas del hoy presidente. Basta ver lo que ha dicho en las últimas horas, después de la polémica que se generó en Venezuela por los resultados electorales, para comprobar que las diferencias son irreconciliables. López criticó el silencio que mantiene el presidente, quien prepara una declaración conjunta con Lula Da Silva después del triunfo de Maduro. La ex alcaldesa calificó la actitud de Petro como de cómplice de un posible fraude:  “Es increíble y sorprendente.


Gustavo Petro habría denunciado a gritos que en Colombia se hiciera un proceso electoral con el nivel de arbitrariedad y fraude del que se está haciendo en Venezuela; y hoy como presidente de Colombia está mudo, ese señor que es un tuitero enfermizo no ha puesto un solo mensaje en casi 24 horas, ha guardado silencio cómplice con un fraude electoral en ciernes en Venezuela”.


Aun no se sabe qué color tendrían las toldas de Claudia López en su posible lucha por ser la primera mujer presidenta del país. En mayo pasado, durante el escándalo que salpicó al presidente del senado Iván Name, por posibles coimas que habrían salido del presupuesto de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre, López renunció al Partido Verde en señal de rechazo a estos supuestos casos de corrupción.


La sorpresa en este probable partidor sería Vicky Dávila. Le pregunté a la directora de la Revista Semana por sus intenciones presidenciales y fue tajante al responderme lo siguiente: “sabes que soy periodista y estoy enamorada de esto”. La postura periodística de Dávila es abiertamente conocida. Es una de las críticas más incisivas que tiene el gobierno. En materia de audiencia esta posición le ha traído réditos. Durante dos años la Revista Semana superó con holgura a El Tiempo en el medidor Comscore como el más visitado de los medios en el país. La versión de que Vicky podría ser candidata la generó una propuesta de Reforma Tributaria que lanzó la propia periodista en Semana. En un video Dávila lanzó esta propuesta: 


“Necesitamos que la gente vuelva a confiar. Que los colombianos puedan volver a soñar. (…) ¿Qué tal un 10-10-10? 10% de IVA, 10% de impuesto de renta a las empresas y 10% de impuesto a las personas. Sin exenciones ni gabelas para nadie. Algunos poderosos se han acostumbrado a tener sistemas tributarios a su medida, a costa de las pequeñas y medianas empresas y de los trabajadores”.


Periodistas como María Jimena Duzán, desde la revista Cambio, Daniel Pacheco de la Silla Vacía, Luz María Sierra, directora de El Colombiano y analistas como León Valencia, director de la fundación Paz y Reconciliación, han respaldado la teoría que la directora de Semana podría ser una opción a la presidencia. Tendría detrás el músculo financiero del grupo Gilinski quienes, desde el año 2019, le compraron a Felipe López Semana.


Claudia López se sumó en la polémica al pedirle a Vicky que aclarara sus supuestas intenciones políticas a lo que la periodista respondió: “Claudia López, lo suyo es un delirio. Deje de verme como una competidora, usted es política y yo periodista”. A pesar de lo que puedan afirmar sus detractores es indudable que Dávila tiene un público, cada vez más creciente, que se identifica con sus posturas críticas con el petrismo. Jamás se puede subestimar.


Faltan poco menos de dos años para las próximas elecciones presidenciales. Seguramente saltarán al partidor otros nombres, como el del actual gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón, o el canciller Luis Gilberto Murillo, pero estas tres mujeres, aunque no lo reconozcan oficialmente, ya arrancaron la carrera. La campaña hace rato comenzó.

bottom of page