Por: Redacción Pares
Diana López Zuleta escribió en el 2021 un libro potente, maravilloso y además terrible: Lo que no borró el desierto. Allí cuenta la historia que le partió terrible, el asesinato de su papá. La última vez que vio con vida a su padre, el concejal y empresario Luis López Peralta, fue el día de su cumpleaños número 10, el 6 de enero de 1997. Fue una fiesta inolvidable. Ella no sabía que a su papá sólo le quedaban un puñado de semanas más.
Un 22 de febrero de 1997 ocurrió la tragedia. Luis tenía un hotel y ahí mismo, en su oficina, dos hombres entraron y le dispararon en el cuello. Le cobraban los cuestionamientos que le hacía, desde el concejo, al acalde de Barrancas, Kiko Gómez. Esa tarde ella estaba en La Paz, el pueblo a las afueras de Valledupar donde vivía con su madre. Estaba esperando a su profesor de guitarra cuando le dieron la noticia. Su papá estaba grave en una clínica en Valledupar donde lo habían llevado. Entre Barrancas y la capital del Cesar hay tres horas de distancia. Luis era tan fuerte que alcanzó a llegar vivió pero no pudieron hacer nada los médicos. Había perdido mucha sangre.
El día del entierro Kiko Gómez, sobre quien ya se sospechaba sobre la autoría del asesinato, entró a saludar a los familiares de López. Fue un episodio desquiciante que resume el cinismo del personaje y que Diana López recuerda en su libro. Gómez siguió su carrera política, fue elegido gobernador de La Guajira, ordenó el asesinato de Yandra Britto, de su esposo y de su guardaespaldas. El pecado de ella fue no aprobar los nombramientos que quería hacer en su mandato. Como no le hizo caso la mató. Así está relacionado con más de cien asesinatos. El día de la virgen del Carmen del 2013 lo detuvieron en Barrancas, Guajira, la ciudad donde tiene su casa, ubicada en el centro de una finca muy extensa, llena de palmas de cera. Hubo una especie de revolución. La gente no quería que detuvieran a Kiko, el que, según ellos, era el mejor gobernador que había existido jamás. En el 2017 lo condenaron a 55 años por sus asesinatos y hace unos días nos enteramos que existía ya una maniobra jurídica para intentar dejarlo libre.
Ante eso Diana López Zuleta, en entrevista con W Radio afirmó sentirse “anonadada” y “aterrorizada” por las represalias que puede tomar Kiko Gómez cuando salga libre, algo que López Zuleta, quien se hizo periodista para contar la historia de su padre, ve muy probable. Si Kiko Gómez puede burlarse de la justicia como está demostrando que lo puede hacer, tiene un poder que nadie podría atajar.
Lo que más la asusta a López Zuleta es ver que en La Guajira Kiko Gómez sigue teniendo tanto arraigo popular que en Barrancas, donde aún tiene su casa el ex gobernador, hay clima de fiesta. Así lo expresó a través de su cuenta en la red social X “Me cuentan que en Barrancas, La Guajira, el pueblo natal de mi papá y su asesino, ya celebran la salida de Kiko Gómez. Me lo habían advertido hace tiempo pero uno siempre no quiere creer lo que es evidente: un pueblo sin memoria, que alaba al asesino, y las víctimas sin justicia”.
Hay que recordar que por cuenta de sus amenazas investigadores como León Valencia y Claudia López tuvieron que exiliarse de Colombia en el 2010. ¿Es real que Kiko Gómez tiene ganada ya su libertad? ¿Nadie va a frenar esta decisión que parece ya tomada?
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