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Migración, dolarización y crisis en Venezuela

Por: Juan Sebastián Hernández

Asistente de investigación

Línea de Democracia y Gobernabilidad – Pares

La crisis social, económica y política en Venezuela se ha venido agudizando en los últimos 5 años. Tras el bloqueo económico, la hiperinflación, el desabastecimiento y la persecución política, se ha producido un éxodo de personas de ciudadanía venezolana a diferentes países de América Latina y el mundo. El Gobierno de Nicolás Maduro ha lanzado varias estrategias para intentar mantener a flote la economía del vecino país tras la caída del precio del barril de petróleo, sin embargo, estas no han sido suficientes. A cambio de conseguir combustible, el Gobierno venezolano ha vendido su oro a países como Irán, por lo que entre 2019 y 2020 las reservas de oro del país se redujeron 7 toneladas: es decir, pasaron de tener 105 a 98 toneladas, avaluadas en 5.000 millones de dólares a diciembre de 2020.


Otra de las estrategias del Gobierno de Nicolás Maduro para salvar la frágil economía de Venezuela fue ordenar al Banco Central la impresión y emisión de más billetes para su circulación. En 2020 fue importado papel moneda en el que se pensó imprimir el billete de 100.000 bolívares (equivalentes en ese entonces a 25 centavos de dólar), y en 2021 fueron presentados los billetes de 200.000, 500.000 y un millón de bolívares. Este último equivaldría, aproximadamente, a 52 centavos de dólar y sería el billete de mayor denominación de la moneda del vecino país. No obstante, de acuerdo con el Banco Central de Venezuela, en 2018 la hiperinflación en el país llegó al 130.000%; y según el Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto se ha reducido a más de la mitad desde 2013.


Lo anterior ha llevado al Gobierno venezolano a revaluar la posibilidad de dolarizar su economía, lo cual, aunque no se ha dado de manera oficial, se ha venido dando de facto. A pesar de que Maduro ha manifestado en varias ocasiones que defenderá el bolívar, la dolarización se ha vuelto una alternativa para solventar en el corto plazo la crisis que viven. De acuerdo con la encuesta Econanalítica, se estimó que las transacciones en dólares ya representan más del 53% en territorio nacional, y en ciudades como Maracaibo aproximadamente el 86%.


En vista de que hay ciertos grupos de la población que utilizan esta moneda de manera constante para el pago de bienes y servicios, en algunos de los sectores más exclusivos del país, varias tiendas y supermercados facturan ahora en dólares. A algunas de estas personas, que mueven grandes cantidades de dinero con la moneda estadounidense, se les conoce popularmente como enchufados’, término que acuñó Enrique Capriles para referirse a los ‘nuevos ricos’, que, a diferencias de los ‘boliburgueses’ (que eran los ricos en la bonanza petrolera y que provenían de familias adineradas o habrían hecho grandes negocios con el oficialismo), son personas allegadas al régimen y se han visto favorecidas de la burocracia estatal sin tener ningún tipo de origen adinerado o empresarial. Las grandes perjudicadas son aquellas personas (con sus respectivas familias) que ganan en bolívares y cuyo salario no alcanza para consumir bienes básicos, aumentando así la dependencia de las ayudas del Estado.


En enero de 2021, Nicolás Maduro anunció su intención de avanzar hacia un sistema de pagos digitales, considerando que el dólar circula de manera amplia en la economía venezolana. Esto con el fin de estandarizar la influencia de dicha moneda, pero también de reducir la impresión constante de billetes. No obstante, y como se mencionó previamente, el dólar ha venido ganando influencia en la economía del vecino país y el control por parte las autoridades, con relación al ingreso y flujo de la moneda, ha sido bastante precario; así como también lo ha sido la transparencia frente a la cantidad de dólares que circulan en la economía venezolana.


La Fundación Paz & Reconciliación (Pares) realizó una visita al municipio de Maicao (La Guajira), más específicamente al corregimiento de Paraguachón, para conversar con migrantes sobre la situación económica de su país. Una vez presentes en el Puesto de Control Migratorio, se pudo evidenciar que del lado colombiano hay personas venezolanas y colombianas que cambian dólares, bolívares y pesos sin ningún tipo de control por las entidades competentes.


Foto: Pares.

Pares conversó con uno de los intercambiadores de divisas, quien manifestó que los migrantes venezolanos en el exterior consignan en dólares a sus familiares que siguen en Venezuela. Adicionalmente, quienes ya residen en Colombia ahora prefieren cambiar pesos por dólares y no por bolívares. Quienes llegan a la frontera y deciden cruzar hacia el lado venezolano tienen la posibilidad de cambiar pesos por dólares o bolívares en varios puestos (como en el que se ve en la imagen), donde el dólar puede estar cotizándose entre 3.500 pesos y 3.600 pesos colombianos. No obstante, uno de los intercambiadores entrevistado manifestó que, pese a que salen dólares de Colombia hacia Venezuela, la mayoría de dólares que se encuentran en estos puestos provienen del vecino país e ingresan a territorio colombiano, aprovechando la devaluación del peso colombiano con relación a la moneda estadounidense.


La ausencia de un control sobre el flujo de estos dineros enciende una alerta sobre su procedencia. Esto en vista de que en Venezuela hay poca transparencia en los datos sobre el ingreso de divisas (que posteriormente pueden llegar a territorio colombiano), así como en la información sobre los dólares que ingresan desde Colombia a Venezuela sin ningún tipo de monitoreo.

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