Por: Redacción Pares
Analistas coinciden en que al presidente Gustavo Petro no le quedó otra opción que despedir a su ministro Ricardo Bonilla a pesar de que hasta el último día afirmó que no lo tocaría. El peso de la opinión pública y la inminencia de una investigación, fueron suficientes argumentos para convencer al jefe de Estado que el camino lo llevaría definitivamente a pedir su cabeza. Las declaraciones de la ex asesora Benavides en donde dejaba claro que el ministro sabía sobre las movidas que supuestamente se iban a hacer para trastear contratos de la UNGRD a congresistas que estuvieran a favor de las reformas de Petro en el Congreso, fueron determinantes para que el pasado miércoles 4 de diciembre Petro tomara una decisión que él no quería tomar.
En San Andrés, el pasado martes 3 de diciembre, hubo una reunión en donde el ministro y el presidente en donde la conclusión básicamente fue pedirle la cabeza a Bonilla. La situación se habría agravado aún más por una denuncia que hizo en los últimos días contra Nicolás Alcocer -hijo de la primera dama- y Ricardo Roa sobre una posible injerencia de ambos en la hidroeléctrica de Urrá a pesar de que sobre ambos pesa un conflicto de intereses.
En recientes declaraciones Bonilla afirmó que el presidente Petro siempre supo de sus acciones, que jamás actuó a sus espaldas: “El presidente siempre estuvo enterado de mis acciones y deberes como funcionario público, y mi renuncia estuvo sobre la mesa, pendiente solo de fecha, y ayer fue concertada en San Andrés”.
Dejó entrever que nunca estuvo interesado en atornillarse en el cargo, se declaró inocente y remató su declaración diciendo lo siguiente: “confiado en convencer a mis investigadores que no compré silencios, ni votos de congresistas, ni grupos indicativos, y mucho menos cometí delitos. La defensa que asumo con mi equipo jurídico está soportada en la verdad y la transparencia, como todos los actos de mi vida académica y pública”
Desde que se desató, gracias a una investigación de la periodista Paola Herera de W Radio, el escándalo de la UNGRD el gobierno ha venido pagando un alto costo político reflejado en la salida de funcionarios clave cercanos al presidente como Carlos Ramón González, el ex ministro del interior Luis Fernando Velasco y ahora el ministro Bonilla. Horas después de que se confirmara la salida de Bonilla de la cartera el gobierno anunciaba la llegada de Diego Guevara para que se pusiera al frente del ministerio. El doctor Guevara es el actual viceministro y conoce a fondo los procesos que han tenido. Este será uno de los ministerios claves en el 2025 ya que tendrá que pasar ante el Congreso una Reforma Tributaria que el país necesita con urgencia debido a sus números en rojo.
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