Por: Luis Eduardo Celis
Está semana se instaló en Caracas el sexto proceso de diálogos y negociaciones entre un gobierno colombiano y el ELN. El primero de los seis se desarrolló igualmente en Caracas en 1991, cuando esta guerrilla era parte de una disminuida Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. Las partes llegaron a esa mesa a iniciar este largo camino que ya hoy completa treinta y dos años.
En esa ocasión el ELN fue representado por Francisco Galán, en su momento un hombre que decía con tono fuerte y claro que el ELN seguiría en su rebelión armada con todo lo que ella implica hasta que se encontrara un camino de entendimiento con su contraparte y que ese camino ni se veía ni estaba a la vuelta de la esquina. En la segunda ronda de esos diálogos de 1991, la delegación del ELN fue reforzada con Antonio García, que ya era integrante del Comando Central y hoy su primer comandante.
Mucha agua ha pasado por el puente de la historia nacional y hoy en Caracas se vuelven a encontrar un grupo de colombianas y colombianos de amplia diversidad social, gremial y regional que tienen la responsabilidad de liderar la construcción de un acuerdo de paz con participación social, gremial e institucional de la mayor diversidad posible, y la formulación de un conjunto de transformaciones que construyan una visión compartida de una Colombia en paz.
Nuestro país, en su formulación constitucional, es una democracia participativa y ubica a la paz como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. Con este mandato constitucional es perfectamente viable coincidir con la aspiración del ELN de construir este acuerdo desde una dinámica de sociedad, una demanda plenamente democrática y constitucional.
El gobierno del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez va a liderar la política de Paz Total con la diversidad social colombiana y prueba de ello es la invitación a José Félix Lafaurie para que se integrara a la delegación de gobierno, invitación aceptada y que integra un liderazgo muy diferente a la identidad del Pacto Histórico, hoy en el gobierno frente a este importante reto de país.
La participación es necesaria, posible y le dará un rumbo a este proceso. Esta puede transcurrir por "tres canales", término acuñado por el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y el ELN durante la última ronda de diálogo, en julio de 2018. Esos tres canales son: territorios; sectores sociales, gremiales e institucionales; y grandes temas de interés de la sociedad colombiana. Sobre esos tres carriles puede transcurrir la necesaria participación que le dé rumbo a una visión compartida de paz.
En los últimos meses, Colombia ha vivido un extraordinario ejercicio de participación con los Diálogos Regionales Vinculantes que propuso el presidente Gustavo Petro para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo. Este ejercicio en curso debe dialogar con los tres carriles de participación de los que ya se habló en 2018. Transformaciones para la Paz que son necesarias y posibles.
Ha iniciado un proceso de paz, el sexto y este será exitoso. Porque el gobierno y el ELN tienen grandes identidades, los astros están alineados. Hay que generar participación para transformar y transformar para lograr una Colombia en paz.
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