top of page

“No creo que sea viable una constituyente en el gobierno Petro” León Valencia

Por: Redacción Pares



El pasado lunes 8 de julio se conocieron dos cartas, firmadas por personalidades del país, incluidos algunos constituyentes del 91, recomendándole al presidente Petro desistir de su intención de convocar a una nueva constituyente.  Entre los firmantes estaban la ex canciller Carolina Barco, el ex ministro del interior y justicia Carlos Holguín Sardi, y algunas personas que participaron activamente hace 34 años en la construcción y firma de la Carta Magna. Le recomiendan a Petro no intentarla porque si lo hace “Se produciría una enorme ola de incertidumbre e inestabilidad jurídica y económica, lo cual se traduciría en menor inversión, desempleo, la detención del crecimiento, destruyendo al sector productivo y a nuestro tejido social”. Petro, a través de su cuenta en la red social X, respondió de la siguiente manera: “El poder constituyente no lo convocan las personalidades. Eso es un contrasentido. El poder constituyente lo convoca el pueblo. El pueblo es el dueño del poder.


En las últimas semanas ha provocado un remezón ministerial buscando un gabinete listo para obtener poder constituyente y así desempantanar la reformas sociales que siguen hundidas en el Congreso. El cambio más llamativo fue el de su nuevo ministro del interior Juan Fernando Cristo quien ya aclaró de que se trataría “la Asamblea Constituyente” que no significaría necesariamente una nueva Constitución. Se trataría de un mecanismo para sacar adelante las reformas actuales. Se necesita además llegar a un gran acuerdo nacional. Cristo sería el puente entre otras orillas que parecen bastante lejanas a Petro “Es importante el diálogo y la búsqueda de consenso para impulsar el llamado acuerdo nacional y la implementación del acuerdo de paz con las Farc”, dijo el nuevo ministro en una entrevista en mañanas BLU.


Al director de la fundación Paz y Reconciliación también le preguntaron por la posibilidad de una constituyente que saque adelante los cambios que necesita el país. Valencia cree que, ante el terreno pantanoso en el que está convertido el Congreso, esta “constituyente es una estrategia inteligente de mediano plazo para abrir espacio a las reformas sociales y complementar la constitución del 91 que nadie refuta pero que quedó coja, fue una avanzada en la política, pero no tocó lo que fueron las estructuras económicas y sociales anquilosadas, por eso tenemos sindicalismo, estructuras sociales condiciones laborales más propias del siglo XX y por eso se necesita un empujón para la reforma social”. En 34 años las condiciones del país han cambiado y la posibilidad de una Asamblea Constituyente, sin destruir lo que tenemos, podría ser un gran paso de modernización para el país.


Valencia advirtió, eso si que la irritación está y acompaña la llegada de un ex guerrillero a la presidencia. Las fuerzas de las élites apenas están viendo los riesgos que conllevan para ellos esta “transición social y política que vivimos”. Es la primera vez en la historia de este país en el que un presidente perteneciente a un partido de izquierda gana unas elecciones. Las viejas estructuras ven con recelo esta alternancia de poder. Ve poco probable que esta constituyente suceda en el gobierno Petro “Entre otras cosas porque siempre está la sospecha de que es para eternizarse en el poder, y eso no se lo permitieron a Uribe, tampoco se lo van a permitir a Petro”.


En Colombia pasaron 60 años de guerra para conseguir la alternación política, permitir que alguien que no pertenezca a las élites y con intenciones de mejorar las condiciones de los trabajadores, de las bases sociales, ganara unas elecciones, ahora se tendrá que dar una confrontación desde la política para montar un proyecto enfocado la democracia de capitalismo humanista, “un capitalismo que sirva para repartir bienes entre la población, que la haga más justa” El próximo 7 de agosto del 2024 se cumplirán dos años desde que María José Pizarro le pusiera a Gustavo Petro la cinta de presidente en la Plaza de Bolívar. Desde entonces se ha buscado encontrar cuál será el legado de Petro. Enarbolar las banderas de una nueva constituyente, luchar para que suceda en los próximos cuatro años con uno de sus sucesores, será una de las luchas que tendrá de cara a las elecciones del 2026.

 

bottom of page