Por: Redacción Pares
El llamado mundial que hace la ONU coincide con un nuevo informe que señala que estamos en camino de vivir los cinco años más cálidos desde que se tienen registros. La última vez que se experimentó una concentración similar de carbono fue hace tres millones de años. En Japón, António Guterres, Secretario General, señaló que el calentamiento global no afecta solo a la Tierra sino a la política y la economía.
“El ritmo del cambio es más rápido que el nuestro. Estamos viendo olas de calor en Europa, sequías en África, tormentas en África y el Caribe, incluso en los Estados Unidos. Somos testigos de una multiplicación de desastres naturales que son cada vez más intensos, más dramáticos, con unas consecuencias humanitarias cada vez más graves y frecuentes. Estamos observando los glaciares derritiéndose, los corales blanqueándose, la capa de hielo en el Ártico en sus niveles más bajos de la historia (…) es extremadamente preocupante”, declaró el alto funcionario.
«Los cinco años más cálidos de la historia»
Eco de esas palabras se hizo el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas cuando dijo: “Cada vez más escuchamos la frase emergencia climática, pero la emergencia no es sobre el clima, sino sobre los océanos, los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, los ecosistemas y el desarrollo sostenible del planeta entero”.
Taalas hizo esa aseveración a través de un comunicado emitido por la Organización en el que se señala que, entre 2015 y 2019, la Tierra está en camino de experimentar los cinco años más cálidos desde que existen registros.
La OMM advierte que las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero acelerarán el calentamiento global y sus efectos “para las generaciones futuras”.
«La última vez que la Tierra experimentó una concentración comparable de dióxido de carbono fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era dos o tres grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros más alto que ahora«, dijo Taalas.
En el terreno político citó situaciones como la del Golfo Pérsico o las tensiones comerciales, mientras que en el económico, además de esos conflictos comerciales, aseguró que existen “incertidumbres relacionadas con los altos niveles de deuda, la inestabilidad potencial en los mercados financieros y el riesgo de desaceleración en el crecimiento mundial”, señaló el titular de la ONU que observó que va a ser muy difícil que el G20 vaya a llegar a un acuerdo en esta reunión sobre los algunos de los desafíos internacionales más importantes.
Ante todo ello, la ONU hace “un llamamiento para un compromiso mucho más fuerte de los miembros del G20, cuyos economías representan el 80% de las emisiones responsables del cambio climático y que representan un área muy importante de la cooperación financiera y económica internacional; un llamamiento para que tenga un compromiso mucho más fuerte con el que poder evitar la situación actual en la que el cambio climático va más rápido que nosotros y poder sortear el retraso que lleva el cumplimiento de la Agenda 2030”.
Temperaturas extremas
La Antártida comprende una sinuosa y seca superficie helada de 14 millones de km2. La temperatura media anual es desde −10 °C en la costa hasta −60°C en las partes altas del interior. Su manto de hielo contiene el 90 % del agua fresca del mundo, suficiente como para elevar el nivel del mal cerca de sesenta metros al derretirse.
Según los expertos, la Antártida se encuentra entre las que más rápido se calientan del planeta, con una temperatura que ha ascendido 3 °C en los últimos cincuenta años, provocando la reducción de los glaciares y, por lo tanto, de algunos de los principales depósitos de agua natural.
Asimismo, en India, se prevén fuertes tormentas. A pesar de que estas son habituales en la temporada previa a los monzones, su intensidad asemeja excepcional. Durante 2018, 108 personas han fallecido y cerca de 300 han resultado heridas debido a los rayos y las tormentas que azotaron las localidades de Rajastán y Uttar Pradesh a principio de mayo.
Estas tormentas son el resultado de la intensidad de los vientos y la subida de las temperaturas, que sobrepasan los 40° en algunas zonas del país, alcanzando máximos superan lo habitual.
En Pakistán, se estima que treinta localidades han sobrepasado los máximos mensuales. El país ha registrado temperaturas de hasta 50° durante olas de calor que han afectado a zonas altamente pobladas, como la provincia de Sindh.
África Oriental y el Cuerno de África también ha sufrido intensas lluvias e inundaciones, y algunas partes de Oriente Medio y Asia se han visto afectadas por fuertes tormentas de arena y polvo. Este fenómeno tiene carácter global y afecta a millones de personas en el mundo. Entre ellas, se encuentran miles de niños.
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